¿Cómo afecta el viento en el relieve?

El viento es un eficaz agente de erosión de materiales finos y sueltos, capaz de arrancar, levantar y transportar partículas, y su capacidad para erosionar rocas compactas más duras depende en gran parte de la velocidad del viento y de la mayor o menor compactación de esas rocas de la superficie terrestre.

Entre los agentes erosivos están la circulación de agua o hielo, el viento, o los cambios térmicos. ​​ La erosión produce el relieve de los valles, gargantas, cañones, cavernas y mesas, y puede ser incrementada por actividades humanas.

Las dinámicas del agua, viento y hielo son procesos externos que modifican las formas de relieve originales y les dan la estructura con la que las conocemos. Estos procesos implican desgaste, transportación y acumulación de materiales rocosos; por ejemplo, el paso del agua de los ríos crea paisajes como los valles.

El viento actúa como agente modelador del relieve en zonas caracterizadas por poseer un déficit de agua en superficie. Esta circunstancia se puede encontrar en varias zonas: Zonas áridas: desiertos cálidos y fríos. Zonas litoral: en las zonas de costa.

Los vientos pueden dar forma al relieve a través de una serie de procesos eólicos, como la formación de suelos fértiles (por ejemplo, el loess) o la destrucción de los mismos a través de la erosión.

Las formas del relieve cambian lentamente a lo largo de miles y miles de años. Y este cambio se debe a dos tipos de agentes: Agentes externos, que son principalmente el agua, el viento y el hielo. Los llamamos agentes erosivos, porque lo que hacen es erosionar el relieve, es decir, lo van desgastando.

La erosión eólica. Sucede cuando el viento, al soplar con fuerza, levanta las partículas de suelo y las mueve en distintas direcciones. En ocasiones, a través de un proceso lento, pero persistente, puede llegar a producir pozos o hundimientos que alcanzan varios metros de diámetro.

El viento también puede producir meteorización. A lo largo de mucho tiempo, el viento va desgastando las rocas y llevándose pedazos diminutos a otros lugares. De este modo pueden surgir paisajes alucinantes: por ejemplo, rocas que parecen setas. Los seres vivos también pueden causar meteorización.

En la formación del relieve intervienen agentes exter- nos: el agua, el viento, la vegetación y el ser humano. El agua modifica el relieve de diferentes maneras: Las corrientes de agua de lluvia desgastan los va- lles y arrancan y transportan rocas y arenas que se depositan formando deltas y llanuras.

La erosión es un proceso externo que modifica el relieve, pasa por una etapa destructiva donde las rocas se desgastan y se transportan para continuar en la etapa constructiva, las rocas acarreadas y desgastadas se depositan en depresiones.

El relieve terrestre cambia continuamente debido a la acción conjunta de la energía interna (procesos endógenos) y la energía externa (procesos exógenos) del planeta. La corteza de La Tierra, por ser la capa más externa, se ve afectada por estos procesos geológicos que la modelan.

Las formas de relieve más importantes son:

La fuerza que trae el viento es energía en movimiento, al pasar a través de un generador se convierte en electricidad y bien puede reemplazar, en algunos casos, a los combustibles fósiles.

En la formación del viento hay dos factores fundamentales que entran en juego: las masas de aire y la presión atmosférica. El viento se origina de la rotación del Planeta junto con la diferencia en temperatura entre la tierra y el mar.

El relieve de una zona determinada depende del comportamiento de los elementos del tiempo atmosférico, estos elementos son el viento, las precipitaciones, la presión atmosférica y la temperatura.

Se originan por las erupciones volcánicas, por la erosión o por la elevación de terrenos planos cuando ocurren movimientos de placas tectónicas, por ejemplo, en Lagos de Moreno, Jalisco, en México, existe este cerro que se llama mesa redonda, es una meseta.

Como pudiste observar, las fuerzas externas o exógenas son las encargadas de la modificación del relieve terrestre. Estas fuerzas son el intemperismo y la erosión.

El modelado se compone de tres procesos sucesivos: la erosión, el transporte y la sedimentación. Este proceso, en gran parte, causante del modelado de la superficie terrestre, teniendo en cuenta una serie de circunstancias (factores exógenos y geológicos, así como el tiempo de duración morfogenética).

Las principales formas de relieve son : llanuras, depresiones, valles, mesetas y montañas. Vamos a ver una imagen de cada una de ellas al tiempo que explicamos lo que son.

Por ejemplo, los sedimentos formados por las partículas del suelo desplazadas por el viento y el agua pueden conducir a la contaminación del suelo y del agua en áreas lejanas a su origen. La erosión del suelo nos afecta a todos.

Entre las causas antropogénicas más habituales de la contaminación del suelo, la FAO destaca la industria, la minería, las actividades militares, la gestión de desechos —aquí entra la basura tecnológica— y aguas residuales, la agricultura, la ganadería y la construcción de infraestructuras urbanas y de transportes.

La erosión eólica es de dos variedades principales: deflación, donde el viento levanta y se lleva partículas sueltas; y abrasión, donde las superficies se desgastan cuando son golpeadas por partículas transportadas por el viento.

El viento al soplar actúa sobre el relieve de varias formas: Arrastra partículas de arena dejando en el suelo solamente las piedras grandes. Dependiendo de su fuerza, transporta las partículas a más o menos distancia. El viento arrastra partículas que al chocar con las rocas las van desgastando.

El relieve.

La forma de la superficie de la tierra desempeña un papel fundamental en la formación del suelo. El relieve influye en la distribución del agua recibida por medio de la precipitación, por lo que afecta directamente el proceso de la erosión hídrica.

Los tipos de erosión verificados son: laminar, en surcos, en cárcava, erosión de las márgenes, degradación del cauce, zanjeamiento del valle y socavación de la planicie de inundación.

Y existen cinco formas de erosión: la eólica, marina, glaciar, fluvial y kárstica, las cuales crean transformaciones específicas en el relieve. Los procesos externos contribuyen a erosionar rocas de las zonas altas de los continentes, transportando sus materiales y acumulándolos en las zonas bajas.

En su desplazamiento el hielo desarrolla distintos procesos que llevan a la modificación del relieve siguiendo el esquema típico de erosión, transporte y sedimentación. La erosión implica un efecto de vaciado y puede ser ejercida por el hielo o por los materiales transportados por él.