¿Cómo almacenar correctamente los alimentos en el refrigerador?

Consejos para conservar los alimentos en la nevera Limpiarla a fondo al menos 1 vez al mes. Almacenarlos siempre en recipientes cerrados. Prestar atención al etiquetado: verificar las condiciones de conservación y las fechas de caducidad y consumo preferente de cada alimento.

Entonces, ¿cuál es el lugar más adecuado para conservar los huevos? Lo mejor es cocarlos al fondo de la nevera, preferiblemente en la balda superior. En consecuencia, no se recomienda poner los huevos en la puerta del refrigerador, una costumbre muy típica en la sociedad española.

Colócalas en un bol, en una fuente o en una bolsa de plástico perforada en un lugar donde no dé la luz directa. No las guardes en bolsas completamente cerradas ya que se produciría una acumulación de dióxido de carbono (CO²), se reduciría el oxígeno, dando lugar a malos olores y podredumbre.

Diez trucos para conservar mejor los alimentos frescos

Los yogures, quesos o paquetes de embutidos debes guardarlos en el estante del medio, es decir, en la parte central de la nevera.

Evitar cambios de temperatura

Por este motivo, los huevos en los comercios no están en la zona de refrigerados, ya que el contraste térmico al salir al exterior podría perjudicarles en mayor medida que el posible beneficio de guardarlos en frío en las tiendas.

Los huevos tienen una capa porosa que al humedecerse permitiría que cualquier contaminación del exterior pase al interior. Por esta razón, y para evitar ese cambio térmico, es preferible mantenerlos a temperatura ambiente en supermercados y puntos de venta.

Verduras

Algunas verduras como las zanahorias, las berenjenas o los pepinos pueden ver cómo su proceso de maduración se ve acelerado por el frigorífico y, por lo tanto, se ponen malos antes. Esto sucede por la gran cantidad de agua que poseen. Lo mejor, como siempre, es guardarlos en un lugar seco.

Una regla básica de la preservación de frutas y verduras a temperatura ambiente es no taparlas y dejarlas al aire para que se oxigenen. Además, convienen no hacer pilar para evitar que las piezas que queden más abajo se pongan malas, ya que no reciben ni aire ni ventilación.

Separe las frutas de las verduras (use una gaveta para cada grupo) para reducir los efectos dañinos del etileno producido por las frutas en las verduras. Use todas las frutas y verduras refrigeradas en unos pocos días ya que refrigerarlas por más tiempo hace que pierdan su frescura y sabor.

Mantenga limpios y secos los lugares donde va a almacenar los alimentos. Evite colocar alimentos en el suelo para evitar atraer insectos y roedores. Tenga a la mano bolsas plásticas, recipientes plásticos, toallas de papel y canastillas. Revise las fechas de vencimiento para consumirlos en el tiempo adecuado.

¿Cómo almacenar y conservar los alimentos de forma segura?

Tres métodos comunes para evitar la descomposición mientras el producto está en almacenamiento son:

ZONA SUPERIOR DE LA PUERTA DEL NEVERA

Las temperaturas más suaves prevalecen en la parte superior de la puerta del frigorífico: el lugar adecuado para mermelada, huevos y mantequilla, así como para mantener frescos los cítricos sensibles al frío.

Estante inferior (por encima del cajón inferior): zona más fría. Colocar aquí los alimentos más perecederos. Carnes crudas y pescados crudos.

Seguro que tu frigorífico también tiene el típico cajón donde conservar frutas y verduras. Pues para conseguir alargar la vida de estos productos simplemente tienes que forrar ese cajón con papel de cocina, que se encargará de absorber la humedad que estos alimentos generen el tiempo que estén guardados.

Los huevos deben guardarse en la heladera tan pronto como sea posible ya que las bajas temperaturas, además de mantenerlos frescos durante más tiempo, evitan la posible proliferación de microorganismos.

Los huevos deben refrigerarse inmediatamente tras la compra, en cuanto se llegue con ellos a casa. En verano conviene que la temperatura de la nevera sea, como máximo, de 4º C. Nunca se deben lavar antes de guardarlos, pues destruiríamos la membrana protectora y podríamos favorecer la acumulación de humedad.

En conclusión, la mejor forma de como conservar los huevos frescos es almacenándolos en un estante interno en el frigorífico. De esta manera, no se expondrán a cambios bruscos de temperatura y habrá menos riesgo de sufrir alguna intoxicación.

Huevos crudos: Si los huevos se mantienen en el refrigerador a una temperatura constante de alrededor de 4°C, pueden conservarse de manera segura durante aproximadamente 3 a 5 semanas desde la fecha de compra.

Todos los expertos, desde el Instituto del Huevo hasta profesionales como Beatriz Robles, experta en seguridad alimentaria, coinciden en que un huevo cocido con la cáscara se puede conservar en la nevera hasta un máximo de siete días, una semana.

En la puerta de la heladera pueden ubicarse bebidas embotelladas y en latas. Es un buen sitio también para guardar productos como aderezos, salsas de soja, mermeladas y condimentos, ya que necesitan refrigeración, pero no temperaturas muy bajas.

Como hemos comentado, algunas frutas, al conservarse en la nevera, pueden ver afectado su aroma, sabor o textura, por lo que se recomienda conservarlas a temperatura ambiente, alejada de la luz directa del sol y preferiblemente en un bol o una bolsa que no esté cerrada.

Parece que por norma general las verduras las debemos conservar en la nevera, ¿no?, pues no siempre es así. La mayoría se podrían conservar a temperatura ambiente si éste es fresco y no especialmente húmedo. Sin embargo, sí es cierto que la mayoría van a aumentar su vida útil si las conservamos en el frigorífico.

Fuera de la heladera

Anotá: papa, batata, zapallo, ajo, cebolla, coco, remolacha, limón, naranja y pomelo. Estas frutas y verduras tienen que ser conservadas en un cajón o canasto, preferentemente en un lugar fresco y sin luz solar directa. Acordate de lavarlas y desinfectarlas antes de guardarlas.

- Pero, sin lugar a dudas, el truco más sencillo para conservar plátanos más tiempo sin que se pongan negros es introducirlos en una bolsa hermética con medio limón. Luego, al frigorífico, y ten por seguro que permanecerán varios días en buen estado sin que se estropeen.

Hojas Verdes: Espinacas, lechuga y otras hojas verdes se mantienen frescas y crujientes en la nevera. Zanahorias: A nadie le gusta una zanahoria blanda; el frío las conserva mejor. Brócoli y Coliflor: Estas verduras crucíferas se benefician del frío para mantener su frescura.