¿Cómo congelar legumbres crudas?

Pasos para congelar las legumbres crudas

Para congelar estas legumbres, las escurrimos muy bien y las ponemos en bolsas herméticas. No hace falta más. Un buen consejo es usar etiquetas para identificar la fecha de congelado y la cantidad de raciones que hay en cada bolsa.

Para su conservación es conveniente mantenerla en un lugar fresco, seco, protegido de la humedad, de la luz directa y de los insectos. Por este motivo, es aconsejable guardarlas en recipientes con cierres herméticos.

Una vez cocidas, secas y frías, las lentejas y garbanzos se pueden dividir en raciones y meterlos en el congelador de este modo. Así, descongelamos únicamente la cantidad que necesitemos para cocinar.

¿Cómo conservar las lentejas remojadas? ¿Se pueden congelar?

Pon a remojo una bolsa entera de alubias, garbanzos, lentejas, o la legumbre que quieras utilizar. Déjalas las horas de remojo que necesitan normalmente. Cuando las tengas en el punto, escurre para eliminar el exceso de agua. Guárdalas en una bolsa con cierre hermético, y directas al congelador.

Todas las legumbres crudas se congelan muy bien.

Tan solo hay que ponerlas en el congelador y en pocos minutos ya estarán congeladas. Las más pequeñas, como lentejas o guisantes, no tardan nada debido a su tamaño.

Las legumbres secas (garbanzos, lentejas, alubias...) no tienen caducidad. Están deshidratadas, por lo que pueden durar de manera indefinida.

Simplemente hay que poner los garbanzos en remojo en agua del tiempo o tibia y dejarlos como normalmente, unas 10 o 12 horas. Pasado este tiempo se escurren bien y se ponen en una bolsa de congelación, y directamente al congelador.

Por su bajo porcentaje de agua, las legumbres secas, como los garbanzos, las judías blancas o las lentejas no caducan, así que su consumo es óptimo varios años después de su compra, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En el caso de las verduras y las legumbres, pueden descongelarse directamente poniéndolas en agua hirviente y, en el caso de los alimentos cocinados con salsas o jugos, es aconsejable hacerlo al baño maría, siempre que estén en un recipiente cerrado herméticamente.

Menestras/Legumbres y Cereales

Por otro lado, cuando ya están cocidos, estos pueden permanecer bajo refrigeración por 3 a 5 días y congelados hasta 2-6 meses, dependiendo de las condiciones de congelación.

No obstante, en lo que a hortalizas se refiere, tenemos que diferenciar entre hortalizas duraderas, como los guisantes, las habas, los tomates o las judías verdes, que pueden congelarse hasta 12 meses; y las hortalizas menos duraderas: Pepinos: 10 meses. Zanahoria: 8 meses.

Lo que no puede ser de conocimiento general es el hecho que exceder el tiempo de remojo afecta negativamente su composición nutricional. Aquello incluso podría gatillar la aparición de hongos y el inicio de la fermentación.

Otro alimento que puede mantenerse en perfecto estado, con el valor nutricional intacto. Por su bajo porcentaje de agua, las legumbres secas, como los garbanzos, las judías blancas o las lentejas, no caducan, así que su consumo es óptimo varios años después de su compra.

TIEMPO DE REMOJO DE LENTEJA PARDINA: 2 – 8 h. Consejos de conservación de la lenteja pardina: Conservar la lenteja pardina en lugar fresco seco y sin exposición a la luz directa. Se aconseja consumir las lentejas pardina antes de 18 meses de la fecha de envasado.

Las judías también se pueden congelar directamente después de desenhebrarlas y lavarlas. Sin embargo, para asegurarse de que siguen estando crujientes después de descongelarse y no pierden su hermoso color verde, vale la pena escaldarlas. Esto inactiva las enzimas y extiende su vida útil en el congelador.

Sin remojar, las alubias tardarán mucho más en cocinarse correctamente. Además, si no se ponen en remojo, las alubias pueden mantener una textura dura y arenosa, incluso después de largas horas de cocción.

Esto se hace porque las legumbres son un alimento seco, por lo que si se cocinan sin antes haberlas hidratado, gran parte del tiempo de cocción se irá en que el agua llegue a la zona central de la legumbre y el exterior quedará muy frágil, tal y como explica Natursan.

A congelar.

Cuando vayas a comerlas solo tienes que ponerlas en agua hirviendo durante 30 minutos sin descongelar.

Las lentejas y alubias se ponen en la olla con agua fría, los garbanzos se echan cuando ya está caliente, cubriendo un par de dedos. Los primeros minutos deben hervir a fuego alegre para que salga la típica espuma que hay que retirar.

Si son legumbres a granel, lo ideal es meterlas en un recipiente opaco que no deje pasar la luz y con cierre hermético. Eso permite que no se oxide y pierdan color. Una vez cocidas, se pueden conservar en la nevera dentro de un recipiente hermético varios días. Además, se pueden congelar durante meses.

«Pasada la fecha de caducidad hay que abstenerse de comer carnes, pescado o queso fresco. El riesgo puede presentarse incluso antes de esa fecha si los alimentos no se han conservado a temperaturas adecuadas.

10 alimentos que nunca caducan

Y vale que las alubias y otros guisos mejoran de un día para otro, pero 5 días en la nevera esperando a que te dignes comerlos no van a hacerles ningún bien.

Si las legumbres se dejan varias horas sumergidas en agua, las membranas de la piel se disuelven y liberan los oligosacáridos. Aunque para conseguir que el efecto sea completo, hay que desechar ese agua y no utilizarla para la cocción para asegurarse de que no se incorporan los azúcares.

Se trata de poner en un cazo las legumbres con abundante agua y añadir una cucharada generosa de bicarbonato. Dejar que se cuezan durante 10 minutos a fuego fuerte, y luego apagar el fuego y dejar reposar las legumbres bien tapadas con el agua de cocción para que terminen de ablandarse.