¿Cómo conservar las calabazas todo el año?

Las calabazas suelen almacenarse, de manera tradicional, en ambientes sin control de temperatura y bien ventilados, al abrigo de los fríos. La humedad relativa debe mantenerse por debajo del 70 % para evitar el desarrollo de podredumbres.

Las calabazas hay que mantenerlas en lugares frescos y secos (temperatura ideal entre 10ºC y 16ºC), con una buena circulación de aire. Pudiendo aguantando de 3 a 6 meses desde su recolección.

Para conservar las calabazas vacías durante más tiempo, sumérgelas en agua con lejía (en una medida de una cucharada de lejía por cada litro de agua) durante un para de horas. Después se dejan secar al aire y se sellan untando todo el interior con vaselina o rociando el interior con pegamento en spray.

Cómo conservar tu calabaza para que dure hasta Halloween

Envolverla en plástico transparente y guardarla en la nevera hasta el momento de utilizarla. Rociarle laca o algún tipo de fijador. Conservarla en un lugar fresco y seco.

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.

Las calabazas de verano frescas pueden estar de una a dos semanas en el refrigerador. Coseche las calabazas de invierno durante el otoño cuando sus colores se intensifican y sus pieles se endurecen. Almacénelas en un lugar frío y oscuro para que duren varios meses durante el invierno.

Si te quieres aventurar a tallar calabazas en Halloween, debes saber que solo la tendrás unos días antes de que comience a pudrirse. Las calabazas talladas generalmente duran entre tres y cinco días, aunque algunas pueden alargarse hasta dos semanas.

Cada semana deberás voltear la calabaza para dejar expuesta aquella parte que está apoyada. Otras buena alternativa es, así como se hace con las setas, colgar la calabaza de alguna estructura resistente y dejarla secando. Lo bueno de esta técnica es que se secará de forma uniforme, sin necesidad de voltearla.

Control químico. Una de las mejores maneras de controlar los insectos de la calabaza y mantener sus jardines saludables es usar un producto de control químico efectivo, como el insecticida en polvo al 5% Sevin®-5 listo para usar.

Si es por poco tiempo, en la nevera

Si tenemos intención de comer la calabaza en poco tiempo, no es necesario guardarla en el congelador. En este caso, basta con meterla en la nevera. La mejor opción es envasarlo al vacío, para lo que pelaremos la calabaza y la dividiremos en trocitos.

Limpiar la calabaza

Bastará con una esponja suave, jabón y agua para retirar cualquier resto de tierra que puedan tener. Cuando esté completamente limpia, la secaremos con papel absorbente.

Las especies de calabazas domesticadas son:

Utiliza etiquetas: Asimismo, un truco muy sencillo, es marcar cada bolsita o recipiente con la fecha en la que lo hemos congelado. De esta manera, nos será mucho más sencillo llevar un control sobre su vida útil. La calabaza, por ejemplo, aún congelada, dura alrededor de 2 meses antes de perder propiedades.

La calabaza se puede guardar congelada hasta diez meses. Si estás pensando hacer una sopa o una deliciosa salsa con tu calabaza congelada, también la puedes congelar en forma de puré. Prepara la calabaza cortándola por la mitad, quita la pulpa y las semillas y corta dados pequeños.

Descongelar calabaza cruda: la mejor manera es dejar que se descongele sola en el frigorífico, lo cual suele tardar una noche. Si no tuvieras tanto tiempo, puedes sumergirlo en agua fría.

Verduras cocidas: entre 3 y 4 días, pero ten en cuenta que algunas cogen una textura de corchopán, como las patatas.

La piel debe estar firme y dura: está destinada a proteger la pulpa, por lo que no debes escoger una calabaza magullada o de piel suave, ni que tenga rayas o imperfecciones en su superficie. De lo contrario, podría llegar a pudrirse en muy poco tiempo. Busca un tallo adherido a la calabaza y estar seco y firme.

“La verdura fresca, es decir, la verdura no envasada en atmósferas modificadas, pierde rápidamente las vitaminas cuando la guardamos en la nevera, por lo que lo ideal sería comprar para no más de 2 o 3 días”, indica Pérez. Los purés, guisos o sopas “podemos mantenerlo de 3 a 4 días”, añade.

La recolección se realiza normalmente en los meses de septiembre, octubre y noviembre, poco antes de las heladas invernales. Si las plantas se mueren prematuramente debido a enfermedades, o a cualquier otra causa, habría que cosechar los frutos y mantenerlos en un lugar templado y seco hasta su consumo.

Si el mate es de calabaza o madera, después de tomar mate es necesario lavarlo con agua caliente y secarlo con papel de cocina, para absorber bien la humedad. También puede usarse un repasador limpio. Todo esto lo hacemos para evitar que se formen hongos.

No requiere de mucha cantidad de agua, 1 o 2 veces por semana. Incluso menos, pero siempre sera mejor la planta hidratada para que pueda dar mas fuerza a sus frutos. En el riego tendremos que tener cuidado de no encharcar, ya que podrían pudrirse las raíces.

Puedes sembrar las semillas o bien en el lugar definitivo o bien en un semillero, colocando grupos de entre 2 y 3 semillas. Calcula que de cada grupo de semillas saldrán unos 4 frutos. Entre las hileras debes dejar en torno a un metro de distancia, puesto que las calabazas necesitan una buena cantidad de espacio.

El marco más usual es de 2,5 x 2,5 m en secano y algo más amplio en regadío. La siembra de la calabaza suele realizarse a primeros de marzo, retrasándose a abril o mayo cuando el tiempo es algo frío. Para facilitar la germinación se envuelven las semillas en un paño mojado durante 24 ó 48 horas, antes de la siembra.

Los frutos se recolectan entre agosto y octubre.

Aplica la medida más infalible: tal y como las conseguiste en el súper o el tianguis, envuélvelas en papel periódico y mételas en una bolsa de plástico. Sácale a ésta todo el aire y métela así en el refrigerador.

Mete en el microondas tu calabaza antes de pelarla.

El microondas no sólo suaviza y suelta la piel, haciendo que se pueda sacar fácilmente. También cocina un poco la calabaza, lo que significa que no tenemos que asarla después durante tanto tiempo, lo que representa una ventaja añadida.