¿Cómo conservar las legumbres en la nevera?

Si son legumbres a granel, lo ideal es meterlas en un recipiente opaco que no deje pasar la luz y con cierre hermético. Eso permite que no se oxide y pierdan color. Una vez cocidas, se pueden conservar en la nevera dentro de un recipiente hermético varios días.

Cómo conservar las legumbres cocidas

Una vez cocinadas las legumbres consérvalas en la nevera en la nevera en un recipiente hermético varios días o puedes congelarlas durante meses. A la hora de descongelarlas, realízalo de forma lenta en la parte baja de la nevera.

Mantén tus legumbres en buen estado almacenándolas en un lugar fresco y seco. Debes alejar las legumbres de la luz directa del sol y la humedad. Una manera práctica de conservar las legumbres es guardarlas en frascos de vidrio herméticos. Otra idea es almacenarlos en bolsas de papel.

Huevos cocidos: hasta una semana. Preparaciones que lleven huevo: de 2 a 3 días. Arroz y pasta: 2 días máximo. Legumbres: 2 días.

Para los garbanzos ya cocidos: puedes guardarlos en un envase con tapa que cierre bien en la nevera hasta 3 días, escurridos o con un poco del caldo de cocción, o escurrirlos muy bien y congelarlos en bolsas de congelación bien cerradas.

Una vez cocinadas las legumbres consérvalas en la nevera en la nevera en un recipiente hermético varios días o puedes congelarlas durante meses. A la hora de descongelarlas, realízalo de forma lenta en la parte baja de la nevera.

Cuando ya se hayan cocido, se le escurre el agua y las dejamos secar muy bien para poder congelarlas. Asimismo, es muy importante dejar que las legumbres se enfríen del todo tras la cocción, pues el cambio brusco de temperatura -del calor del agua hirviendo al frío del congelador- puede afectar a su conservación.

Por tanto, lo mejor es dividirlo en varias tarteras. "La refrigeración inmediata de los alimentos le ayudará a mantener su seguridad y la de su familia", insiste la agencia estadounidense. Hay una cosa en la que coinciden todas las instituciones: la comida cocinada no debe pasar más de dos horas fuera de la nevera.

Por su bajo porcentaje de agua, las legumbres secas, como los garbanzos, las judías blancas o las lentejas, no caducan, así que su consumo es óptimo varios años después de su compra.

Para conservarlas en casa, basta con dejarlas en el refrigerador sin sacarlas del cucurucho de cartón encerado de la frutaría o, en su defecto, en un envase de plástico perforado. Así mantendrán la humedad hasta que las cocinemos.

En la nevera se pueden conservar como máximo una semana.

Y vale que las alubias y otros guisos mejoran de un día para otro, pero 5 días en la nevera esperando a que te dignes comerlos no van a hacerles ningún bien.

También es importante colocar en una bolsa hermética los garbanzos ya cocidos, bien fríos y escurridos, y cerrar la misma con la menor cantidad de aire posible; pudiendo conservarlos de esta forma en el congelador durante 2 a 3 meses.

1. Utiliza recipientes herméticos. Si reutiliza recipientes de comida vacíos, como tarros de cristal y tarrinas de plástico, para las sobras y para guardar ingredientes ya preparados, asegúrese de que son aptos para alimentos antes de reutilizarlos.

Las legumbres secas (garbanzos, lentejas, alubias...) no tienen caducidad. Están deshidratadas, por lo que pueden durar de manera indefinida.

Verduras cocinadas: de 3 a 5 días. Estofados, guisos y caldos sin carne o pescado: de 3 a 4 días.

Para congelar estas legumbres, las escurrimos muy bien y las ponemos en bolsas herméticas. No hace falta más. Un buen consejo es usar etiquetas para identificar la fecha de congelado y la cantidad de raciones que hay en cada bolsa.

Llevar al congelador y utilizar en un plazo de 2 a 3 meses. El segundo caso, resulta más práctico para la cocina diaria y especialmente si se consumen legumbres de manera regular. Al culminar la cocción, puedes escurrirlos de su líquido de cocción antes de congelarlos o puedes congelarlos en su líquido de cocción.

Se trata de poner en un cazo las legumbres con abundante agua y añadir una cucharada generosa de bicarbonato. Dejar que se cuezan durante 10 minutos a fuego fuerte, y luego apagar el fuego y dejar reposar las legumbres bien tapadas con el agua de cocción para que terminen de ablandarse.

Una vez cocidas, secas y frías, las lentejas y garbanzos se pueden dividir en raciones y meterlos en el congelador de este modo. Así, descongelamos únicamente la cantidad que necesitemos para cocinar.

Dos detalles: la sal se añade cinco minutos antes de acabar la cocción para no endurecer la piel y hay que hacerlos a fuego lento para que ésta no se desprenda.

El líquido que contienen las conservas de legumbres cocidas suele acabar en la fregadera. Sin embargo, los expertos en nutrición aseguran que no contiene ningún ingrediente nocivo para la salud y, además, se puede utilizar como sustituto del huevo en la elaboración de postres.

Si metemos un alimento caliente puede elevar la temperatura de los que están cerca, lo que incrementa el riesgo de que crezcan microorganismos patógenos”, detalla Robles. Además, al romper la cadena de frío, se pueden producir condensaciones y una posible formación de hielo en la parte trasera de la nevera.

De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA), los alimentos preparados y la comida sobrante deben introducirse a la nevera dentro de las dos horas después de haberla preparado.