¿Cómo conservar las legumbres una vez cocidas?

Si son legumbres a granel, lo ideal es meterlas en un recipiente opaco que no deje pasar la luz y con cierre hermético. Eso permite que no se oxide y pierdan color. Una vez cocidas, se pueden conservar en la nevera dentro de un recipiente hermético varios días. Además, se pueden congelar durante meses.

Cómo conservar las legumbres cocidas

Una vez cocinadas las legumbres consérvalas en la nevera en la nevera en un recipiente hermético varios días o puedes congelarlas durante meses. A la hora de descongelarlas, realízalo de forma lenta en la parte baja de la nevera.

Al vacío en la nevera

Ya cocidas las legumbre, consérvalas en envases de cristal, limpios y secos, utilizando su propia agua de cocción caliente. Llena el bote hasta arriba y cúbrelo de líquido. Seguidamente, ciérralo con una tapa de rosca o hermética y gíralo.

Cuando ya se hayan cocido, se le escurre el agua y las dejamos secar muy bien para poder congelarlas. Asimismo, es muy importante dejar que las legumbres se enfríen del todo tras la cocción, pues el cambio brusco de temperatura -del calor del agua hirviendo al frío del congelador- puede afectar a su conservación.

Por su bajo porcentaje de agua, las legumbres secas, como los garbanzos, las judías blancas o las lentejas no caducan, así que su consumo es óptimo varios años después de su compra, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Cuánto duran los alimentos cocinados en la nevera

Legumbres y caldos: 4-5 días. Guisos de carne y pescado: 3-4 días. Huevo cocido: 1 semana.

Es importante llenar los botes de vidrio hasta rebosar. Después hay que cerrarlas bien con la tapa y ponerlas boca abajo sobre una superficie plana hasta que los botes se enfríen. De esta manera se crea un semi vacío que hace que las legumbres aguanten en la nevera durante 3 semanas y durante 1 semana fuera de ella.

Para los garbanzos ya cocidos: puedes guardarlos en un envase con tapa que cierre bien en la nevera hasta 3 días, escurridos o con un poco del caldo de cocción, o escurrirlos muy bien y congelarlos en bolsas de congelación bien cerradas.

Si queremos conservar las lentejas cocidas en la nevera porque hayamos preparado de más y nos han sobrado, es mejor conservarlas en el mismo recipiente de la cocción con su agua o se pueden conservar en la nevera dentro de un recipiente hermético.

Se estima que los guisos pueden aguantar bien en la nevera entre 3 y 4 días. Para comer las lentejas de forma distinta, puedes añadirlas a ensaladas, hacer un hummus con ellas, servirlas como acompañamiento de carnes o incluso usarlas para hacer hamburguesas vegetales.

Las legumbres secas, una vez cocidas, se deben conservar en la heladera preferentemente en un recipiente cerrado herméticamente aproximadamente 14 días o se pueden colocar en el freezer para prolongar su vida útil.

Para congelar estas legumbres, las escurrimos muy bien y las ponemos en bolsas herméticas. No hace falta más. Un buen consejo es usar etiquetas para identificar la fecha de congelado y la cantidad de raciones que hay en cada bolsa.

Se dejan enfriar antes de meterlos al congelador. Para usarlos se pueden dejar descongelar sacándolos con tiempo, o si tenemos prisa se descongelan metiéndolos en agua caliente hasta que se despeguen del envase y podamos pasarlos a una olla al fuego. Están listos para preparar nuestra receta.

Una vez cocinadas, en guiso o solo cocidas, si te han sobrado no las tires. Consérvalas en el frigorífico si las vas a consumir en los siguientes días. Sino, deja que se enfríen y congélalas. La gran mayoría de nuestras recetas las puedes reservar congeladas unos 2-3 meses.

Cómo conservar los alimentos en el refrigerador: Sobras y preparación de comidas

Verduras cocinadas: de 3 a 5 días. Estofados, guisos y caldos sin carne o pescado: de 3 a 4 días. Huevos cocidos: hasta una semana. Preparaciones que lleven huevo: de 2 a 3 días.

Menestras/Legumbres y Cereales

Por otro lado, cuando ya están cocidos, estos pueden permanecer bajo refrigeración por 3 a 5 días y congelados hasta 2-6 meses, dependiendo de las condiciones de congelación.

Los alimentos cocinados deben guardarse siempre en recipientes estancos, de plástico o cristal, manteniéndose cubiertos, si es el caso, por su propio caldo. Siempre mejor en las baldas superiores o centrales, menos frías, que en las inferiores. La puerta es la zona con menor temperatura, ya que se abre con frecuencia.

Los guisos y purés, así como los caldos y derivados duran entre tres y cuatro días en la nevera. Si llevan algún tipo de lácteo no es recomendable que los dejes más tiempo en la nevera por que puedes terminar con el estómago vuelto del revés.

Y vale que las alubias y otros guisos mejoran de un día para otro, pero 5 días en la nevera esperando a que te dignes comerlos no van a hacerles ningún bien.

En general, el arroz blanco cocido puede durar de 3 a 4 días en la nevera si se almacena adecuadamente en un recipiente hermético y se mantiene a la temperatura adecuada. Si el arroz se ha cocido con ingredientes adicionales, como verduras o carne, su tiempo de conservación puede ser menor.

Si el pollo ha sido cocinado, se puede llegar a mantener en la nevera por 3 o 4 días a temperaturas inferiores a 4 °C, de esta manera, las bacterias tienden a crecer más lentamente. En el caso de merlo en el congelador, podrá mantenerse de 2 a 6 meses.

La variedad de legumbres secas que puedes encontrar, como garbanzos o lentejas, tampoco caducan. Guárdalas en un recipiente hermético y aléjalas de la humedad y de la luz.

Alimentos cocinados de caducidad media. 1. Guisos. Los guisos a base de legumbres como los garbanzos o lentejas dura en la nevera entre 3 y 4 días.

Las legumbres secas (garbanzos, lentejas, alubias...) no tienen caducidad. Están deshidratadas, por lo que pueden durar de manera indefinida.

Durante los primeros diez minutos tienen que hervir a fuego rápido y sin tapar, pero el resto de la cocción será a fuego lento y continuo para que no se rompa la piel. La sal se tiene que añadir en el último momento para evitar que las lentejas se endurezcan.

Lo que no puede ser de conocimiento general es el hecho que exceder el tiempo de remojo afecta negativamente su composición nutricional. Aquello incluso podría gatillar la aparición de hongos y el inicio de la fermentación.