¿Cómo conservar setas en el congelador?

Por tanto, si deseamos congelar setas, deberemos freírlas previamente en aceite de oliva a baja temperatura (60-90ºC) para después envasarlas al vacío y guardarlas en el congelador, donde no es recomendable mantenerlas más de un año.

Corta los extremos de los tallos y las partes dañadas o secas. Las setas pequeñas se pueden congelar enteras, sin necesidad de cortarlas. Sin embargo, si son grandes, te recomendamos cortarlas en cuartos o en láminas.

En cuanto a la conservación, ¿cuánto tiempo duran las setas en el congelador? Debes saber que, al congelarlas en crudo, las setas aguantarán sin perder sus propiedades entre 6 y 9 meses, pero es preferible que se consuman con antelación, para garantizar que su sabor, su textura y su aroma no se vean afectados.

Tras limpiarlos y cortarlos en láminas o trozos, coloca los champiñones sobre papel de cocina absorbente para que terminen de soltar la humedad. Mete los champiñones cortados y lo más secos posible en bolsas de plástico, mejor si son específicas para el congelador, y guárdalas en este.

LA CONGELACIÓN

Podemos congelar en crudo o precocinado: Si congelamos en crudo, laminamos los boletus bien limpios y vamos colocándolos por capas en film de cocina trasparente. Para su uso, no es necesaria la descongelación, se pueden cocinar directamente.

Deshidratación. Limpiamos las setas de igual manera que en la técnica anterior, sin meterlas jamás en agua. Después cortamos en lonchas finas, extendemos sobre papel de cocina y cubrimos con una tela de gasa limpia. Por último dejamos secar en un lugar fresco y lejos de humedades.

Ya solo falta introducirlas en la nevera y consumirlas: ten en cuenta que, si las conservas enteras, durarán hasta 10 días, mientras que si las troceas reducirás este tiempo a unos 7 días como máximo. Otra opción es cocinarlas, en cuyo caso también podrán durar hasta 10 días aptas para su consumo.

Se descongelan una hora antes de su consumo y se cocinan en el mismo momento que ablanden, así no pierden ni sabor ni textura. El tiempo de conservación, en ambos casos, oscila entre seis y nueve meses en una nevera normal.

En otro procedimiento, las setas se escaldan en agua.

«Se sumergen enteras o en trozos grandes en agua hirviendo, con un poco de sal. Cuando arranque a hervir se retiran las especies más frágiles. Las más consistentes pueden hervir durante dos minutos.

Cómo conservar los champiñones

En su lugar es preferible guardarlas en una bolsa de papel o, en su defecto, dentro de un recipiente cubierto por un paño. Esto impedirá que las setas se sequen o cojan olores, pero también les permitirá respirar y alargará su vida útil, pudiendo durar hasta 15 días.

Mételos en el congelador y ten presente que, para aprovechar toda la calidad del producto, deberás consumirlos en un plazo aproximado entre 8 a 12 meses.

De hecho, para potenciar su sabor y su aroma se recomienda congelarlas alrededor de -20 ºC. Al congelar las setas en crudo, aguantarán entre 6 y 9 meses sin perder sus propiedades, pero nuestro consejo es que las consumas antes de ese tiempo para garantizar que no se vean afectadas su textura, su aroma ni su sabor.

Los champiñones deben desprender el olor de tierra, un olor natural y fresco; en caso contrario, evita comerlos. Los champiñones en mal estado también pueden detectarse cuando los ves que se han secado o se han arrugado considerablemente después de haberlos comprado.

Para quitarles ese sabor, descongelamos las setas y las sumergimos en leche durante 2 o 3 horas. Este truco lo podemos emplear con otros alimentos como las berenjenas o las alcachofas.

¡Es muy fácil! Extiende las setas en una bandeja y déjalas secas al exterior. Es importante que no les toque el sol directo; debes buscar un lugar un poco resguardado. Una vez secas guárdalas en recipientes dentro de la nevera.

Los champiñones son un producto rico y nutritivo, bajo en calorías y muy idóneo para acompañar platos principales o para tomarlos simplemente a la plancha o hervidos. Además, los champiñones pueden permanecer en la nevera hasta una semana si los conservamos adecuadamente y pueden solucionarnos más de una comida.

Sequedad y arrugas: Un indicador de que un champiñón está pasado son las áreas marchitas, secas o arrugadas. Si todavía no están desteñidos ni tienen mal olor, deberías usarlos inmediatamente. Después de secarse, se marchitarán y ya no habrá vuelta atrás.

Se trata de limpiar, trocear las setas y darles un golpe de calor como sofrito y escaldado. Una vez hecho esto, se rellenan botes de cristal y se cierran. Se colocan en una olla grande llena de agua hirviendo y se cuecen durante 20 minutos. Se dejan enfriar y se pueden conservar durante casi un año.

Náuseas . Calambres en el estómago . Vómitos . Diarrea (a veces con sangre)

Una vez en casa, y antes de limpiar los boletus recogidos, hay que comprobar que estén sanos. Si la parte inferior del sombrero está dañada o muestra un color amarillo verdoso, es mejor tirarla. También hay que fijarse en que la seta no tenga caminos de gusano. Si hay alguna parte dañada, se recorta y listo.

Mantendrán su color y forma maravillosamente. It is best not to thaw them before cooking as the sweetness will bleed out with the water and the mushrooms may taste bitter . Cocínelos como si estuvieran frescos, teniendo en cuenta que tendrán un poco de "jugo" extra.

En su estado crudo/salvaje, si los hongos tienen un sabor amargo, generalmente significa que son venenosos . Cocinar probablemente cambie un poco el juego, pero aun así... no vale la pena. Una de las reglas fundamentales a la hora de cosechar y comer setas silvestres: en caso de duda, deséchelas.

Si deseas conservarlos así, limpia los níscalos y córtalos en trozos. Colócalos en una sartén con una cucharada de aceite de oliva y déjalos cocinar durante cinco minutos para que tengan un punto de cocción. Espera a que se enfríen para guardarlos en una bolsa hermética y meterlos en el congelador.

La mayoría de los mohos mueren a temperaturas inferiores a 4º C, que es generalmente la temperatura del refrigerador. Pero muchos mohos se mantienen dormidos en esas temperaturas, continuando con su crecimiento cuando la situación es más favorable para ellos. Algunos incluso sobreviven al congelamiento.

Para evitar el riesgo de intoxicación alimentaria, si vemos ese tipo de moho no bastará con retirar esa parte; lo mejor es descartar la seta completa. Y más si además de ese moho la seta ya no parece fresca, huele mal, tiene manchas oscuras, pelusa de color oscuro o partes ya podridas.

Azuleamiento: es una reacción de cambio de color muy típica en los “boletales”, que se manifiesta al cortar o tocar los tubos, la carne del píleo o del pie. Puede ser instantánea (Boletus purpureus) o bien producirse poco a poco (B. erythropus, Gyroporus cyanescens).