¿Cómo consumir la nuez de Castilla?

Nuez de Castilla: proveniente del nogales europeos o españoles, posee una capa dura interna que contiene el fruto en forma de cerebro. Aunque se consume en postres y panes lo ideal es comerla cruda, ya que es una gran fuente de fibra, Omega-3 y vitaminas.

La nuez de Castilla también se utiliza para preparar licor de nuez, panqués, dulces e incluso sopas, ensaladas y salsas.

Las nueces pueden consumirse tanto crudas como con un ligero tueste, caramelizadas o saladas. Es habitual servirla acompañada de miel o canela en tabla de quesos o yogur. Más allá de utilizarla como aperitivo o para consumir entre horas, tiene multitud de usos culinarios, estando presente en ensaladas, pasta o salsas.

Por eso, para aprovechar todos sus beneficios nos serviría con una porción de unos 30 gramos diarios, lo que vienen a ser más o menos unas 7 nueces. La cantidad se puede aumentar si durante la jornada hemos tenido un gran gasto calórico. Esos 30 gramos nos aportarán unas 180 calorías de alto interés nutricional.

Estos frutos secos son muy saciantes, favoreciendo la digestión y ayudando a conseguir bajar de peso. Por tanto, son un alimento ideal para quitar la sensación de hambre entre las comidas principales del día. Uno de los mejores momentos para comer nueces es a la hora de la merienda o a media tarde.

Entre otras propiedades de la nuez de Castilla encontramos que: reduce los niveles de colesterol y mejora la circulación de la sangre, posee antioxidantes 15 veces más poderosos que la vitamina E, contiene fibra y se le asocia con la prevención de enfermedades que tienen que ver con los radicales libres.

Según los expertos, aunque las nueces peladas no son una mala opción no tienen los mismos nutrientes. La cáscara protege los nutrientes como el Omega-3. Puedes optar por la opción de las nueces peladas pero es mucho más recomendable comprarlas a granel.

Por eso, las personas que padecen de la enfermdad de Chron, síndrome del colon o intestino irritable deben tener en cuenta que el consumo excesivo de nueces o de cualquier otro fruto seco puede agravar sus síntomas. Comer nueces en exceso puede provocar indigestión.

Gracias a su alto contenido en ácidos grasos Omega-3, las nueces son un gran aliado para ayudarnos a reducir el colesterol. Contribuyen en la regulación del tránsito intestinal. Las nueces son una extraordinaria fuente de fibra, clave a la hora de mantener un buen tránsito intestinal y combatir el estreñimiento.

Es un alimento muy nutritivo y energético, siendo adecuado en dietas para bajar de peso por su capacidad para sustituir otros alimentos y su poder saciante. Además, las nueces aumentan los niveles de serotonina, la cual reduce la sensación de hambre y nos hace sentir de mejor humor.

La principal diferencia entre la nuez de Castilla y la nuez pecana es la forma, porque la primera es redonda y en su interior se parece a un cerebro y la segunda es ovalada.

Si se almacenan correctamente, las nueces con cáscara pueden durar hasta 6 meses a temperatura ambiente.

Para conservar las nueces frescas durante el mayor tiempo posible, es importante que estén sin abrir: si las adquieres peladas, el tiempo de frescura se reduce. Duran en buen estado durante aproximadamente 6 meses. Si echas mano del refrigerador, las nueces también aguantan hasta un año en el congelador.

La conclusión, por tanto, es que el consumo regular de nueces como parte de una dieta y estilo de vida saludable podría mejorar la calidad del sueño e incrementar los niveles de melatonina.

La dosis diaria recomendada es de entre 4 y 7 nueces, unos 20 – 30 gramos al día según Consumer.

Un puñado de nueces diarias (45 gramos, entre 6 y 8 nueces) conlleva un aumento energético del 15%. Disminuyen los niveles de colesterol LDL, conocido como colesterol" malo "y mejoran la calidad de estas partículas. Este estudio, desarrollado por el Dr.

Son el mejor “tratamiento” natural para el corazón y si son ecológicas además estas tomando un producto 100% saludable. Incluye en tu consumo habitual las nueces pues reducen la aparición de enfermedades cardiovasculares como: arterioesclerosis, hipertensión, infarto de miocardio o angina de pecho.

Consumir nueces cada día es un remedio muy eficaz para controlar el colesterol. Sus ácidos grasos esenciales contribuyen a disminuir el colesterol malo (LDL) al tiempo que aumentan los niveles de colesterol bueno (HLD). También son beneficiosas para controlar la tensión arterial y la diabetes.

Es importante almacenar las nueces con cáscara en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un recipiente hermético o en una bolsa de papel. Evita almacenarlas en lugares donde puedan ser expuestas a la luz solar directa o a cambios de temperatura extremos.

Las nueces contienen más y mejores antioxidantes que otros frutos secos de cáscara. Los estudios han demostrado que los frutos secos, en particular los de cáscara dura, son alimentos muy nutritivos y buenos para la salud, en particular para el bienestar del corazón.

Es importante almacenar las nueces con cáscara en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un recipiente hermético o en una bolsa de papel. Evita almacenarlas en lugares donde puedan ser expuestas a la luz solar directa o a cambios de temperatura extremos.

30 gramos equivalen a unas 5 nueces. Según un estudio citado por Bordoni, para sacar partido a las propiedades protectoras del sistema cardiovascular de las nueces debemos ingerir 30 gramos al día.

Las nueces tienen pequeñas cantidades de melatonina, que es una hormona que regula el sueño por las noches y refuerza el sistema inmune. Además, contienen triptófano, un aminoácido que tu cuerpo necesita para fabricar serotonina, sustancia relacionada con el estado de ánimo y el control del estrés.

Por tanto, son un alimento ideal para quitar la sensación de hambre entre las comidas principales del día. Uno de los mejores momentos para comer nueces es a la hora de la merienda o a media tarde. También puedes tomarlas como un tentempié a media mañana.

La consecuencia más habitual de comer demasiadas nueces son la aparición de hinchazón, gases e indigestión. La piel de los frutos secos, pese a ser natural, puede aportarnos un exceso de fibra que, en pequeñas cantidades, es inofensiva pero que con una gran ingesta puede derivar en indigestiones y diarreas.

Comer unos 30 gramos al día (4-7 nueces) se asocia con un aumento en las bacterias que promueven la salud intestinal y eso también contribuye a la reducción de algunos factores de riesgo de enfermedades cardiacas.

Sin embargo, comer nueces en exceso puede acabar provocando daños en nuestro sistema intestinal, así como llevándonos a subir de peso, algo que, por lo general, es justamente lo contrario que se busca al incluir este tipo de alimentos.