¿Cómo crece la planta de manzanilla?

La manzanilla prefiere los suelos bien drenados, de neutros a ligeramente ácidos, y a pleno sol. Las semillas de esta planta, cuya mata erecta anual o bianual adquiere una extensión de 10 a 38 cm, se cultivan en cualquier época del año para que crezcan en otoño o primavera.

La manzanilla es una planta anual, herbácea, erecta, glabra, muy ramificada, que puede alcanzar los 60 cm de altura. Las hojas son sésiles, profundamente divididas en lacinias, muy finas y filiformes. Las inflorescencias o capítulos en los extremos de las ramas.

Ubicación: la manzanilla requiere una zona que tenga buena luz. Sin embargo, en exteriores demasiado calurosos tendrás que estar en semisombra. Riego: es recomendable que utilicemos un sistema de riego por goteo ya que no soporta el exceso de humedad. Plagas: la manzanilla suele ser atacada por trips y pulgones.

Florece en primavera-verano y la recolección se realiza durante la floración, cuando los capítulos se abren.

Se puede cultivar en interior durante todo el año. En exterior, el momento ideal para cultivarla es primavera. Enterramos las semillas no más de dos veces su tamaño en un tiesto con sustrato. Mantenemos la humedad hasta su germinación, entre 10-12 días.

Recolectar la manzanilla cuando la flor está muy abierta, cortando un poco de tallo. Las flores deben recogerse desde (aproximadamente) finales de la primavera.

Mientras la planta esté floreciendo, sólo debes quitar las hojas amarillas o muertas y cortar las puntas marrones de las hojas. Evite podar demasiado durante este periodo, ya que puede estresar a la planta. No obstante, debe eliminar las hojas enfermas o muertas para mantener la planta presentable.

La manzanilla requiere de una adecuada disponibilidad de agua al momento de la siembra, se recomienda optar por riego por goteo para que así se mantenga cierto grado de humedad en la tierra.

Maceta o container: para cultivar manzanilla usa maceteros con una profundidad de entre 20 y 30 cm. Para cada planta, deja un espacio de unos 25 cm².

Esta planta agradece la iluminación directa y se aconseja ubicarla en una zona en que reciba un buen aporte de luz, incluso de forma directa si es posible. En exterior, aguanta sin problemas a pleno sol, excepto en zonas excepcionalmente calurosas, en que es mejor colocarla en semisombra.

La manzanilla prefiere los suelos bien drenados, de neutros a ligeramente ácidos, y a pleno sol. Las semillas de esta planta, cuya mata erecta anual o bianual adquiere una extensión de 10 a 38 cm, se cultivan en cualquier época del año para que crezcan en otoño o primavera.

Las flores de manzanilla pueden ser aplicadas en la piel en forma de compresas, lavados, tinturas, cremas y ungüentos, usadas como enjuague bucal, y en lavados y gotas oculares.

Tallo ramificado de hasta medio metro de altura, con hojas aisladas, pequeñas, de pecíolo corto. Cabezuelas florales compuestas por numerosas flores amarillas pequeñas tubulosas centrales, cuyo conjunto conforma un receptáculo central sobresaliente cónico y hueco, rodeadas de lígulas o pétalos blancos.

Anthemis: la anthemis o manzanilla y las margaritas pertenecen a la misma familia, por eso es habitual confundirlas. Para diferenciarlas, deberás fijarte en el tamaño de la flor (los pétalos de las margaritas son más grandes) y en el aroma (la flor de la manzanilla huele mejor).

Para que las semillas germinen bien necesitan una temperatura templada. Si la temperatura es fría las semillas no crecen o lo hacen muy despacio, si es muy cálida pueden proliferar hongos u otros microorganismos. La temperatura del interior de casa es muy adecuada para la germinación.

La manzanilla es una hierba. La manzanilla no contiene té. ¿Por qué esa señora pidió un té de manzanilla?”. Los latinos, con frecuencia, usan las palabras “té” e “infusión” para lo mismo.

Es una planta herbácea anual, de hasta 50 cm de altura. Los tallos son glabros, muy numerosos, de color rojizo en la región basal tornándose verdosos más cerca del extremo. Las hojas son bi- o tripinnatisectas, con los folíolos lineares.

La manzanilla a menudo se toma como infusión, hirviendo agua caliente y echándola sobre las flores (normalmente, secas) y dejando que se infusionen, para después colar el agua restante.

Coloque la manzanilla en el nuevo agujero asegurándose de que la parte superior del cepellón esté nivelada con el suelo. Extienda las raíces en el hoyo con cuidado. Vuelva a rellenar el agujero con tierra para eliminar las bolsas de aire.

La mejor época para trasplantar manzanilla de castilla es entre el corazón de la primavera y los albores del verano.

Fundamentalmente existen dos tipos de manzanilla: la manzanilla amarga y la dulce. Diferenciarlas, a simple viste, es una tarea complicada ya que son muy similares. Sin embargo, cuentan con diferencias que nos hacen percatarnos que no se tratan exactamente de la misma planta.

La flor de la manzanilla tiene semillas a partir de las cuales lleva a cabo su reproducción. Pueden sembrarse también manualmente en jardines. La cosecha consiste en cortar las flores, secarlas a la sombra y conservarlas durante un año, como máximo, en un lugar cerrado y oscuro.

Aunque la aromaterapia con manzanilla resulta útil para combatir la gripe y los resfriados, beber su infusión se alza como la mejor opción. Los expertos coinciden que tomar entre dos a tres tazas a diario durante dos semanas, aumentaría el nivel de polifenoles, compuestos que combaten las infecciones bacterianas.

Para cultivar manzanilla, es importante que siembres la planta durante la época de verano, y que lo hagas en una tierra compuesta por dos partes de tierra negra y una de arena de río para que la planta pueda drenar bien el agua.

La manzanilla florece en el verano en lugares soleados y puede encontrarse creciendo en campos, jardines o a lo largo de la carretera. La planta crece muy rápidamente y comienza a florecer en pocos meses. Si no germina hasta finales del verano, se formará una roseta y florecerá en el segundo año.

Si utilizamos la manzanilla fresca no podremos extraer todo su potencial para infusionar y, por lo tanto, el efecto será mucho menor. Si bien es cierto que la manzanilla fresca tiene otras muchas aplicaciones, si hablamos de infusiones la debemos usar siempre en estado seco.