¿Cómo dormían los piratas?

Cuando estaba en alta mar, cualquiera que no fuera capitán dormía al aire libre, en una hamaca o en el suelo.

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La vida de pirata no era romántica, de hecho era tan dura que los piratas solían morir alrededor de los 30 años de enfermedades como la malaria o el escorbuto. La mayoría eran hombres y optaron por llevar una vida de pirata porque eran pobres o porque eran buscados por las fuerzas del orden en tierra.

Donde vivían los piratas

En la antigüedad habitaron el Golfo Pérsico denominado la Costa de los piratas e islas ubicadas en el mar Mediterráneo.

Caminar por el tablón o caminar por la plancha era un método de ejecución utilizado entre los piratas. El método, según se describe, consistía en forzar a la víctima a caminar sobre un tablón que se extendía desde un costado del buque, para de esta manera caer en el mar.

Los dormidos se colocan contra el codaste por la parte popal de la quilla y contra la cara interior de la roda sobre la parte proel de aquella. Todo el conjunto va empernado a la quilla. Según corresponda a uno u otro extremo, el dormido se llama de popa o de proa.

A los piratas del Caribe le gustaban los animales exóticos, con preferencia los loros, porque tenían un plumaje vistoso y colorido, les podían enseñar a hablar y decir alguna frase graciosa; se conseguían a buen precio en los puertos caribeños y ensuciaban menos que los monos o que los perros a bordo de los galeones de ...

Aparte del pan duro y el alcohol se dice que el plato pirata por excelencia era el Salmagundi, una especie de mezcladillo-ensalada que llevaba de todo: verduras, frutas, encurtidos, carne y pescado. Nuestro salmagundi lleva: limón, manzana, rúcula, aguacate, uvas, pimiento, ciruelas y plátano.

El Golfo de Guinea, el Mar Rojo y el Cuerno de África son las zonas donde más actividad pirata se concentra en la actualidad en todo el mundo. Áreas por las que transita habitualmente buena parte del comercio marítimo que se da entre Europa, África y Asia.

La vida de pirata no era romántica, de hecho era tan dura que los piratas solían morir alrededor de los 30 años de enfermedades como la malaria o el escorbuto. La mayoría eran hombres y optaron por llevar una vida de pirata porque eran pobres o porque eran buscados por las fuerzas del orden en tierra.

La llamada "Edad de oro" de la piratería en el Caribe y el Atlántico transcurrió desde aproximadamente 1690 hasta las ejecuciones de "Barbanegra" en 1718 y "Bart Negro" en 1722.

A pesar de que la piratería ha existido desde la Antigüedad hasta nuestros días, fue en los siglos XVII y XVIII, cuando la piratería alcanzó su máximo esplendor, causando importantes problemas a las potencias marítimas. Por este motivo, a este período se le denomina comúnmente la “Edad de Oro de la Piratería”.

A los piratas del Caribe le gustaban los animales exóticos, con preferencia los loros, porque tenían un plumaje vistoso y colorido, les podían enseñar a hablar y decir alguna frase graciosa; se conseguían a buen precio en los puertos caribeños y ensuciaban menos que los monos o que los perros a bordo de los galeones de ...

La República pirata o República de los piratas fue el nombre de la sede central de varios piratas caribeños en Nasáu, en la isla de Nueva Providencia, en las Bahamas, durante aproximadamente once años entre 1706 y 1718.

Según nos cuenta la historia, el más famoso y antiguo de los piratas fue un griego, cuyo nombre era Polícrates. Vivía en la isla de Samos. Allí mandó levantar un hermoso palacio. Y también hizo construir una gran flota de cien naves de guerra, con la cual asaltaba a otros barcos que llevaban oro y piedras preciosas.

Un galeón es una embarcación a vela utilizada desde principios del siglo XVI. Los galeones eran barcos de destrucción poderosos y muy lentos que podían ser igualmente usados para el comercio o la guerra.

En términos generales, la piratería marítima hace referencia a un conjunto de prácticas oceánicas que tienen como objetivo vulnerar, intervenir o afectar las condiciones de una carga, una embarcación o la tripulación que se encuentra a bordo de ella.

De esta espeluznante práctica nos ha quedado la popular expresión «pasar por la quilla», lógicamente para referirnos a la conveniencia de eliminar o apartar a una persona que nos es especialmente molesta.

La cantidad que dormían varió con las estaciones del año, con los sujetos de la investigación destinando a dormir un promedio de seis horas en verano y un poco menos de siete horas en invierno. Sin embargo, rara vez se echaban siestas.

En la Edad Media, y probablemente antes, casi todo el mundo dormía dos veces cada noche, en turnos de aproximadamente cuatro horas separados por una hora o dos de vigilia, dedicadas a tareas de casa, leer o escribir, reflexionar o charlar con la pareja.

En ese momento, la mayoría de la gente dormía en comunidad, y a menudo se encontraban acurrucados con una acogedora variedad de chinches, pulgas, piojos, familiares, amigos, sirvientes y, si viajaban, completos desconocidos.

Como todo pirata tenía su lugarteniente; como todo líder y político tiene su bufón. Junto a la pata de palo, el parche en el ojo, la cicatriz y la bandera negra, la cotorra, el loro, o lo que fuera, al hombro del peligroso corsario, era uno de los iconos más famosos de las historias de piratas.

Las fragatas son aves costeras, pero no les gusta zambullirse en el agua. A diferencia de otras aves marinas como los piqueros o los pelícanos, las alas de las fragatas no son resistentes al agua.

El período de los bucaneros (1620-1683)

La primera fase de la edad de oro de la piratería estuvo protagonizada por los bucaneros: hombres, en su mayoría de origen francés que se dedicaban a cazar animales introducidos por los españoles en La Española y a hacer contrabando con su carne.

Ellos eran piratas y su vida estaba en el mar, no en la tierra. Y como les gustaba la aventura y eran muy codiciosos, se pasaban gran parte de su tiempo planeando cómo iban a apoderarse de los tesoros que transportaban los barcos que cruzaban el océano.

Aparte del pan duro y el alcohol se dice que el plato pirata por excelencia era el Salmagundi, una especie de mezcladillo-ensalada que llevaba de todo: verduras, frutas, encurtidos, carne y pescado. Nuestro salmagundi lleva: limón, manzana, rúcula, aguacate, uvas, pimiento, ciruelas y plátano.