¿Cómo era equidna?

Aunque según Hesíodo Equidna era inmortal y poseía eterna juventud. Suele ser el equivalente a Lilit de las leyendas hebreas y se le relaciona con Campe (monstruo ctónico y ninfa del Tártaro, siendo sus escamosas piernas como serpientes) e igualmente identificarse con Astarté de la mitología babilónica.

Equidna fue descrita por Hesíodo como un gran monstruo femenino, que junto a su marido Tifón, fue madre de casi todos los monstruos más importantes de los mitos griegos.

Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.

Lamia es un demonio femenino o hermafrodita de la mitología griega que devoraba niños y seducía a los hombres. Aparece en la literatura ya en el siglo VI a.C. y se dice que es temible a la vista, con un rostro feo, la parte superior del cuerpo de una mujer y la inferior de una serpiente.

EKHIDNA (Echidna) era una monstruosa dragona (drakaina) con cabeza y pecho de mujer y cola de serpiente enroscada. Probablemente representaba las corrupciones de la tierra: podredumbre, limo, aguas fétidas, enfermedades y dolencias .

Los equidnas de hocico corto son tan adorables que los zoos los quieren y algunas personas los desean como mascotas. Pero debido a la gran especificidad de su dieta, su conducta excavadora y su esperanza de vida —de casi 60 años—, no son buenas mascotas.

Cueva . Según Hesíodo, Equidna nació en una cueva y aparentemente vivió sola (en esa misma cueva, o quizás en otra), como lo describe Hesíodo, "debajo de las partes secretas de la tierra santa...

Equidna , (griego: “Serpiente”) monstruo de la mitología griega, mitad mujer, mitad serpiente.

En el mito tenochca, la mujer-serpiente, también llamada Cihuacóatl, nos permite recrear una serie de marcas de alteridad en nuestra cultura: tacto, superficie, deseo, seducción, instinto rastrero, cambio de piel y lengua bífida.

La ira de Atenea fue tan grande que su reacción inmediata fue la de castigar a Medusa, convirtiéndola en un ser igual que sus dos hermanas, Esteno y Euríale. Ambas eran monstruos, con manos metálicas, colmillos afilados, y unos ojos que emitían luz y quien los miraba directamente quedaba petrificado.

Su belleza fue tan grande que llegó a deslumbrar a Poseidón, que al verse enamorado de ella la sedujo —en algunas versiones se maneja como violación—en el templo de Atenea.

La Hidra era hija de Tifón y Equidna y en algunas tradiciones fue madre de Quimera. ​ Fue criada por Hera bajo un plátano cerca de la fuente Amimone en Lerna. Se decía que era hermana del león de Nemea y que por ello buscaba venganza por la muerte de este a manos de Hércules.

Lamia de Zeus dio a luz a una Sibila según Pausanias, y esta tendría que ser la Lamia libia, sin embargo, existe la tradición de que Lamia, la hija de Poseidón, era madre de una Sibila. Cualquiera de las dos podría ser Lamia, la madre de Escila mencionada en el fragmento de Estesícora (m. 555 a. C.) y otras fuentes.

Equivalente a las sirenas o ninfas de otras culturas, es uno de los personajes más conocidos de la mitología vasca. Su cuerpo es mitad humano, mitad animal. En la parte superior, la lamia es una hermosa mujer y sus extremidades inferiores pueden ser como un pato, una cabra o un pez, dependiendo de la zona.

En algunas versiones de la historia, Hera obliga a Lamia a matar a sus propios hijos . En algunas versiones, Hera también maldice a Lamia con insomnio o impide que Lamia cierre los ojos para tener que ver siempre a sus hijos muertos. Lamia vaga por la tierra atormentada y buscando a sus hijos perdidos.

Aunque para Hesíodo Equidna era inmortal y sin edad, según Apolodoro Equidna continuó aprovechándose de los desafortunados "transeúntes" hasta que finalmente fue asesinada, mientras dormía, por Argus Panoptes , el gigante de cien ojos que servía a Hera.

El equidna de Australia mide de 40 a 55 centímetros de largo, el erizo erinaceus europaeus de 20 a 25 centímetros de largo con un cuerpo redondeado, espinas rígidas y el bajo vientre velludo.

Echidna, en algún momento, absorbió el Factor Bruja de la Avaricia, lo que le dio acceso al poder de la Autoridad de la Avaricia . Con la Autoridad de la Avaricia, Echidna se unió a las Brujas del Pecado, un grupo de otras siete mujeres y un hombre, cada uno de los cuales poseía un Factor Brujo.

Las patas delanteras del Equidna tienen cinco garras aplanadas, diseñadas para cavar madrigueras y abrir troncos y montículos de termitas. Sus patas traseras apuntan hacia atrás , lo que les permite empujar la tierra al excavar .

Equidna, (griego: “Serpiente”) monstruo de la mitología griega, mitad mujer , mitad serpiente. Sus padres fueron las deidades marinas Forcis y Ceto (según la Teogonía de Hesíodo) o Tártaro y Gaia (en el relato del mitógrafo Apolodoro); en Hesíodo, Tártaro y Gaia son los padres del marido de Equidna, Tifón.

Aunque para Hesíodo Equidna era inmortal y sin edad, según Apolodoro Equidna continuó aprovechándose de los desafortunados "transeúntes" hasta que finalmente fue asesinada, mientras dormía, por Argus Panoptes , el gigante de cien ojos que servía a Hera.

m. Mamífero monotrema, insectívoro, de cabeza pequeña, hocico afilado y lengua larga y muy extensible, con el cuello, la cola y las patas cortos, los dedos provistos de uñas fuertes para cavar y el cuerpo cubierto de pelo oscuro, entre el que salen unas púas en el dorso y los costados semejantes a las del erizo.

Los equidnas de hocico corto se distribuyen por Australia y la isla de Nueva Guinea. Son uno de los cinco mamíferos ovíparos del mundo, denominados monotremas: cuatro especies de equidna y el ornitorrinco.

Atenea se vio celosa de la hermosa cabellera que tenía Medusa, razón por la cual convirtió sus cabellos en serpientes y la desterró a vivir en las tierras hiperbóreas.

En la mitología griega, Equidna (en griego antiguo, Ἔχιδνα - Ejidna: «víbora»; en latín, Echidna) era una monstruosa ninfa que pertenecía a la estirpe de las Fórcides, o monstruos serpentinos femeninos.