¿Cómo es la gente que lee mucho?

Una persona que lee se vuelve mucho más educada, te vuelves paciente, tienes pensamientos lógicos, no agrederas a los demás, pondras las palabras adecuadas en una discusión, no gritaras, ni usarás palabras soeces por la simple razón de que amplias tu vocabulario, te vuelves mucho más comprensivo y empático.

Una persona que lee tiene el poder de enriquecer las conversaciones, pues el hábito de la lectura amplía panoramas, entrega información y conocimiento, agudiza los sentidos y desarrolla sensibilidad para escuchar lo que el otro tiene por decir.

Practicar la lectura como hábito puede ayudarnos a prescindir de los chutes de dopamina que nos dan las redes sociales y que nos hacen pasar más y más tiempo en ellas esperando siempre algo aún mejor.

La creatividad es lo suyo

A las personas que tienen desarrollado el hábito de la lectura, se les facilita mucho la creatividad porque están muy familiarizados con ella gracias a la cantidad de historias que leen.

Está demostrado que la lectura nos hace sentir mejor y más positivos. Además, puede mostrarnos nuestra propia vida reflejada en la de otra persona. Nuestra empatía con los demás se extiende a través de la lectura, al igual que lo hacen nuestra imaginación y nuestra comprensión.

La palabra existe: bibliófilo o bobliófila. Puede ser alguien que ama los libros, pero también alguien que ama la lectura. ¿Qué libro crees que debería leerse todo el mundo? ¿Por qué cuando me piden que haga algo que me gusta no me apetece para nada y cuando nadie me obliga sí, como por ejemplo leer un libro?

Para esto se abordan tres niveles de lectura: Lectura literal, Lectura inferencial y la Lectura Crítica.

Mejora la memoria y la concentración

Según un estudio realizado en 2020, la lectura diaria puede mejorar la memoria verbal y la concentración en adultos mayores. Los autores del estudio sugieren que la lectura regular puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

8 tipos de lectores con los que te puedes encontrar en una librería, de Cultura Colectiva

lector, -ōris. 1. adj. Que lee o tiene el hábito de leer.

La lectura puede ser una poderosa aliada contra los efectos perjudiciales del exceso de estrés y ansiedad. Nos permite desconectar en cuestión de pocos minutos, sumergirnos en un tema de interés y permitir que nuestro foco de atención deje de estar fijado en aquello que nos lleva preocupando durante mucho rato.

La lectura aumenta la comprensión, atención, observación, concentración, reflexión / pensamiento crítico y memoria de las personas. La lectura de libros nos hace más inteligentes. La lectura despierta la curiosidad y alimenta la imaginación. Leer activa la inspiración, imaginación y el surgimiento de ideas.

Permite conocer / descubrir / explorar mejor dicho mundo. Nos permite conocernos mejor a nosotros mismos. Hace que podamos compartir / recomendar nuestras lecturas: noticias, libros, artículos… Ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura.

De acuerdo a Moisés Melo, quien es presidente de la Cámara Colombiana del Libro, un lector avanzado debe leer al menos 50 por año; 20 a 50 si es un lector medio, mientras que un mal lector solo leería 1.

Lector polígamo: lector de varios libros. Puede leer varios libros al mismo tiempo sin mezclar historias o personajes. Lector comprometido: lector que acaba la lectura aunque el libro no le esté gustando. Lector sin compromisos: lector que no le importa abandonar un libro por otro cuando uno no le gusta.

El lector promiscuo: empieza un libro y no duda en abandonarlo por otro. Así es su dieta lectora. No puede evitarlo. Le gusta demasiado leer y no sabe decir que no.

El objetivo de lectura es el de ampliar el conocimiento sobre un tema concreto. Requiere, por tanto, una lectura lenta y repetida, que va acompañada normalmente de otras técnicas como la síntesis, el subrayado o la recapitulación.

Entonces, ¿cuánto deberías leer al día? Bueno, tanto como puedas, siempre y cuando no comience a afectar otros aspectos de tu vida, o al menos de 20 a 34 minutos para que puedas disfrutar de todos los beneficios de esta actividad mágica.

La lectura es un hábito de comunicación que permite desarrollar los pensamientos cognitivos e interactivos de cualquier lector, el leer permite construir con facilidad nuevos conocimientos. Ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido.

Más que traer, la ausencia de lectura se lleva, quita cosas. Nos hace menos libres, porque nos sustrae la posibilidad de estar preparados para saber elegir. Restringe, además, nuestra experiencia vital al aquí y ahora, a los límites que nuestra existencia nos impone, a lo que vemos y oímos a nuestro alrededor.

Lector influenciable

Le gusta leer en grupo.

El lector esponja: que absorbe todo lo que ha leído y lo devuelve casi en el mismo estado, aunque un poco más sucio. El lector reloj de arena: que no retiene nada de lo que ha leído pero sigue leyendo para pasar el tiempo.

Bibliófilo, término que define a la persona que profesa una devoción por los libros, viene de las palabras griegas "biblion" y "phili", que significan respectivamente libro y amor.

Las personas con dislexia no son tontas ni holgazanas. La mayoría de ellas tiene una inteligencia normal o por encima de lo normal, y se esfuerza mucho para superar sus problemas de lectura. La dislexia ocurre porque el cerebro procesa la información de manera diferente.

Los trastornos de la lectura ocurren cuando una persona tiene problemas para leer palabras o comprender lo que lee. La dislexia es un tipo de trastorno de la lectura. Por lo general, se refiere a dificultades para leer palabras individuales y puede causar problemas de comprensión del texto.

El lector, siguiendo la definición dada por la RAE es “aquel profesor, generalmente extranjero, que en los departamentos universitarios de lenguas modernas, enseña y explica en su propia lengua”.

Es frecuente, según Freud, que cuando leemos un texto cambiemos unas palabras por otras, pero no cualquier palabra sino palabras muy precisas, aquellas que tienen "alguna semejanza" con las palabras que ocupan el pensamiento del lector en el momento de leer el texto.