¿Cómo evitar las ampollas en los pies por los zapatos?

Para prevenir las rozaduras y reducir la fricción del calzado en la piel, podemos aplicarnos un stick antifricción o, si ya nos ha aparecido una ampolla, usar apósitos (ya sean en el talón o en los dedos del pie, en función de su localización) para aliviar el dolor y proteger de la presión y fricción.

El calor puede ser un gran aliado para ablandar el cuero. Ponte los zapatos con unos calcetines gruesos y aplica calor progresivamente entre 20 y 30 segundos. Intenta que la temperatura no sea muy alta y siempre movimientos circulares, de este modo evitarás dañar el material.

Las zapatillas para correr están diseñadas para evitar ampollas y lesiones por el movimiento repetitivo, al ofrecer una amortiguación específica para ayudar en la absorción de impactos.

Te damos dos métodos especializados:

¿Cómo puedo tratar los talones agrietados en casa?

Humedece con agua caliente o alcohol la zona que te roza y póntelo hasta que se seque y haya dado de sí. No obstante, hay que tener cuidado ya que puede quedar marca. También hay sprays especiales para ellos en las zapaterías. Aplícalo y ponte unos calcetines para que cedan.

En este caso, sólo deberás pasar un algodón humedecido con alcohol sobre la superficie del cuero , luego, al secarse, procedes a colocar la vaselina y dejar que actúe toda la noche. Después, solo vas a limpiar con un paño seco y verás como el cuero está más suave.

Cómo ensanchar tus zapatos en el congelador

Pon los zapatos en el congelador, déjalos toda la noche para que se congelen. Al día siguiente, saca los zapatos y déjalos unos 40 minutos para que se derrita un poco el hielo y puedas sacar las bolsas de los zapatos.

Para ello solo hace falta coger una patata grande, quitarle la piel, secarla y meterla dentro del zapato. Hay que dejarla reposar durante unas 10 o 12 horas y después quitar la patata. El zapato ha debido coger ya la talla deseada; si no, se puede repetir el proceso al día siguiente.

Puedes usar medias gruesas y ponerte tus botas de cuero o tus zapatos de piel, calentándolos posteriormente con un secador de pelo en la zona tiesa. Mientras lo haces, flexiona y estira los pies dentro de tu calzado para que el cuero ceda. Da 30 segundos de calor directamente en la zona.

Productos y cremas para talones agrietados

Remojar los pies en agua tibia, sea pura o jabonosa, durante alrededor de 20 minutos puede resultar útil. Después de hacerlo, use una esponja vegetal o un estropajo para pies y luego cubra los talones con un ungüento a base de vaselina, como Vaseline® o Aquaphor®.

Neutrogena, O'Keefe's y Scholl: cosméticos con los que recuperar la hidratación perdida eliminando durezas visibles.

Para nutrir e hidratar, con la pieza bien seca, aplicamos una fina capa de bálsamo ayudándonos con una esponja o un paño seco y limpio. En casos de cueros muy secos y rígidos, aplicamos más capas de bálsamo en la “carne” (parte rugosa del cuero) con cuidado de no agrietar la “flor” (parte lisa del cuero).

Consejos prácticos para estirar y ablandar zapatos de cuero

Usa el secador a la temperatura máxima y pásalo desde tus dedos hasta la parte superior del pie durante un minuto. El calor ablanda el cuero y comienza a estirar las botas. Tras esto, apaga el secador y camina mientras flexionas los dedos para ir moldeando y agrandar las botas de piel en la zona del empeine.

Para evitar estos problemas, es importante guardar los zapatos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una bolsa de tela o caja de almacenamiento que permita una buena ventilación. Además, es recomendable rellenar los zapatos con papel o cartón para mantener su forma original.

Puedes guardarlos en bolsas de tela en un zapatero. Si no tienes cajas ni bolsas de tela o simplemente quieres dejar a plena vista tu colección de zapatos, puedes organizarlos en una estantería, pero recuerda: evita que les dé el sol y cuida que la temperatura sea estable.

El mejor sitio para un zapatero es el recibidor. Así llegas y te descalzas, evitas que la suciedad entre en casa y los zapatos están siempre en orden. Puedes poner un mueble zapatero muy estrecho en el pasillo.

Para ablandar zapatos de cuero sintético que producen roces, puedes probar de mezclar una base de agua con alcohol (70% y 30% respectivamente) y ponlo en una botella rociadora. Después de mezclarlo, rocía la solución por la parte de afuera del zapato sin exceso y déjalo secar.

Lo que has de hacer es ponerte unos calcetines gruesos, calzarte tus zapatillas y seguidamente aplicar calor con un secador de pelo. Ahora bien, hazlo a la distancia suficiente para que el material no se deforme, sobre todo si se trata de unas deportivas de piel.

Simplemente sostenga los tacones sobre agua hirviendo durante unos minutos y luego camina unos minutos con ellos. También puedes estirar los tacones usando calor, dado que la alta temperatura aumenta la elasticidad de la piel o del ante.

Coge una cuchara grande, da igual que sea de madera o metal, y úsala para levantar y aflojar suavemente cualquier parte de tus zapatos o botas que sientas que te aprieta. Los talones suelen producir rozaduras al principio, y una cuchara tiene la forma perfecta para estirarlos.

¿Cuánto te debe sobrar en un zapato? Se aconseja tocar la puntera y comprobar dónde queda el dedo más largo de nuestro pie, que por lo general suele ser el pulgar, aunque siempre hay excepciones. Lo ideal es que el dedo más largo quede a 0,5 cm del final de la puntera.

Remojar los pies en agua tibia, sea pura o jabonosa, durante alrededor de 20 minutos puede resultar útil. Después de hacerlo, use una esponja vegetal o un estropajo para pies y luego cubra los talones con un ungüento a base de vaselina, como Vaseline® o Aquaphor®.

Aplica Vaseline® Jelly, como uno de los remedios para pies resecos: ya que ayuda a proteger los dedos de los pies y reducir la fricción y el roce al caminar; usa Vaseline® Jelly en las áreas problemáticas, para que los dedos de los pies no se peguen, ni se froten entre sí.