¿Cómo fregar el suelo para que no huela mal?

Hay un truco casero para que el suelo huela bien consistente en una mezcla de agua caliente con limón. Otro consejo es que añadas al agua con la que vas a fregar el suelo un poco de aceite esencial de pino, lavanda o rosas, entre otros.

El bicarbonato de sodio es un compuesto que además de desinfectar nuestro piso nos ayudará a eliminar los malos olores y para utilizarlo sólo debes echar unas cuantas cucharadas de bicarbonato en una cubeta con agua y dejar remojar tu trapeador.

Cogemos agua con el cubo de la fregona y después echamos 1/4 de vinagre blanco. Después, podremos limpiar el suelo sin ningun problema.

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Debemos diluir en un balde con agua tibia un tapón de nuestro suavizante preferido y proceder a fregar. Los suelos quedan brillantes y con un agradable olor y no temas, no estarán resbaladizos.

Remové la suciedad: barré o aspirá el piso antes de limpiarlo. Pasá un trapo: se recomienda que sea un paño suave humedecido en agua tibia. Esto retirará el polvo que quedó sin barrer o aspirar y otros restos de suciedad. Limpiá la zona: usá un producto adecuado, como Cif Pisos 4 en 1.

Por otra parte, recomienda utilizar agua fría para fregar, porque con la caliente "se evapora el cloro y encima desprende más gases, por lo que te puedes intoxicar". Las labores de limpieza son una obligación ineludible que hay que llevar a cabo de manera frecuente, para mantener el hogar en buenas condiciones.

Centros de reciclaje o puntos limpios: los centros de reciclaje o puntos limpios suelen aceptar diversos tipos de residuos, incluyendo productos de limpieza y utensilios del hogar. Consulta en tu comunidad sobre la ubicación de estos lugares y las instrucciones específicas para saber dónde se tiran las fregonas.

Prueba limpiar el suelo con vinagre blanco. Solo tienes que llenar el cubo de fregar con agua y verter ¼ de vinagre blanco. Eso sí, este remedio casero es ideal para suelos de terrazo, no de parqué.

El portal web de 'Homecenter', recomienda usar el vinagre para trapear los pisos, pues este ayudará a que este lleno de brillo y sin manchas. Para esto es necesario mezclar media taza de vinagre blanco con un balde de agua tibia. Luego debe humedecer el trapeador y pasarlo de derecha a izquierda sobre su piso.

Llena medio cubo con agua tibia y añade friegasuelos, jabón neutro o un poco de lejía, dependiendo del material del suelo. Es mejor que el agua sea tibia para que el calor del agua no desactive los agentes del producto. Si los suelos son de baldosa, te aconsejamos usar lejía con detergente en lugar de friegasuelos.

Suavizante

Verter una pequeña cantidad de vinagre en el cajón del suavizante de tu lavadora y tendrás unas prendas más suaves sin todos los químicos desagradables y los residuos en los tejidos que deja un suavizante habitual. Al mismo tiempo, ayuda a eliminar los eventuales residuos del detergente.

¿El suelo? Una vez por semana. Aspira cada tres días y friega el suelo una vez por semana. Solo con agua caliente ya es efectivo, aunque puedes añadirle un chorrito de vinagre para desinfectar y que tenga más brillo.

Mezcla en una cubeta el agua caliente y el limpiador multiusos. Humedece el trapeador y remueve la suciedad. Cuando hayas terminado de trapear el piso, sécalo inmediatamente con un paño o con un trapo sin pelusa para evitar manchas de agua.

Para limpiar un suelo porcelánico, empezarás aspirando o retirando el polvo con una mopa y, a continuación, fregarás con agua templada. Como ingrediente extra que sea casero y no tóxico lo ideal es el vinagre blanco de limpieza -o de manzana-, pero debes añadir poca cantidad al agua de fregar.

Vasos: Lo primero que debes empezar a lavar son los vasos, tazas y/o copas, ya que son los que menos suciedad acumulan y necesitan de una esponja sin restos de comida para quedar impecables. Además se evita que choquen con otros trastes y puedan romperlos.

“Cuando el agua está caliente, se evaporará más rápidamente y eso significa que los residuos de jabón del agente de limpieza se quedan en el suelo. Este residuo causará rayas y también hará que el piso se vuelva pegajoso”. Es mucho mejor usar agua fría con un poco de limpiador multiuso.

Los suelos cerámicos o de gres, son los más fáciles de limpiar, por lo que su mantenimiento será mínimo, esto, repercutirá directamente en la durabilidad. Además, debido a su impermeabilidad, el material no se verá afectado por las situaciones en que el suelo se manche de líquidos.

Luego, según el tipo de superficie y del tipo de limpieza que escojas (húmeda o seca), pasa la mopa por todo el suelo. Asegúrate de que llegue a todos los rincones para que el resultado sea mejor. Tras barrer y pasar la mopa, es el turno de la fregona.

Antes de la popular fregona, se utilizaba un paño (trapo) de algodón para limpiar (fregar) los suelos. Se solía envolver la escoba con el paño mojado para pasarlo sobre el suelo, bien fuera en suelos de losas, hormigón o madera.

Remoja la fregona: Una vez limpia, para desinfectarla, sumerge la fregona en una solución de agua y lejía (una taza de lejía por cada cinco litros de agua) durante al menos cinco minutos. Enjuaga la fregona: Después de desinfectar la fregona, enjuágala bien con agua limpia para eliminar cualquier residuo de lejía.

Con vinagre o limón dejaremos el suelo reluciente. Con el paso del tiempo el brillo que tenía el suelo al principio se va perdiendo. En lugar de utilizar productos químicos podemos coger de nuestra cocina el vinagre que utilizamos para ensaladas o un limón. Diluyéndolo en agua, ya podemos fregar nuestro suelo.

Utilizar vinagre para la limpieza del hogar es muy sencillo y para hacerlo correctamente solo debes recordar que no es indicado para limpiar:

Su principal diferencia reside en el grado de acidez que presenta un tipo de vinagre u otro. El vinagre blanco de consumo tiene un porcentaje de acidez que se sitúa entre el 3% y el 5%, mientras que el vinagre para limpiar presenta un grado de acidez del 8%.

Tan solo hay que sustituir el suavizante por el vinagre a la hora de poner la lavadora. Eso sí, no vale cualquier producto, tiene que ser vinagre blanco destilado. Es suficiente con echar un tapón en el cajón del suavizante de la máquina y hacer el lavado normal.

Una mezcla de aceites e hidrocarburos que diluyen grasas y suciedad de todo tipo de pisos, los abrillanta y permite que el polvo y la suciedad se queden pegados en el mop.

El vinagre blanco destinado a la limpieza es el producto más básico de todo amante de las tareas del hogar. Gracias a sus infinitas propiedades, es una sustancia de lo más eficaz para quitar chiles de la ropa, actuar contra los gérmenes y quitar la grasa de los electrodomésticos, entre otros usos.