¿Cómo funciona la gravedad en un avión?

Lo que ocurre cuando un avión se encuentra volando, es un fenómeno producido por la curiosa forma que tienen sus alas, que, con una cierta velocidad del aire, producen una diferencia de presión entre la parte superior y la inferior. Esta diferencia de presión genera una fuerza hacia arriba.

El peso de la aeronave (la gravedad) tira el avión hacia abajo y lo mantiene en el suelo. La sustención tira la aeronave hacia arriba y la mantiene en el aire. Pero sólo cuando la sustentación es mayor que la gravedad, el avión puede despegar.

Un "giro de carrera aérea" de alta velocidad nos llevó hasta 10Gs, o diez veces la fuerza de la gravedad.

La Fuerza G es simplemente un múltiplo de la fuerza de la gravedad debido a la aceleración. Los pilotos de combate pueden experimentar más de nueve G, o nueve veces la fuerza de la gravedad.

Esta fuerza contraria da lugar, como se ha visto, a que el paso del ala a través del aire produzca una corriente de aire descendente, la cual compensa el impulso ascendente proporcionado al ala. Concluyendo, un avión consigue volar generando una fuerza que supera a su peso, y que le mantiene suspendido en el aire.

Aunque existan variaciones minúsculas entre la de los polos y la del Ecuador, la gravedad es una fuerza de la que es imposible huir. No existe la gravedad cero, ni siquiera en el espacio.

En síntesis: el objeto de alabear el avión para virar consiste en inclinar la sustentación para que además de soportar el peso del avión provea la fuerza centrípeta que mantiene al avión alrededor del eje vertical de giro, contrarrestando la fuerza centrífuga que tiende a expulsar al avión de la trayectoria curvada.

Esa unidad mide la fuerza de gravedad con la que somos atraídos al centro de la Tierra. Por regla general, la gravedad terrícola es de 1G, lo que es igual al famoso 9.8 m/s². Si aceleráramos con esos números, haríamos el 0 a 100 km/h en 2.74”.

Hay que tener en cuenta que un piloto de Fórmula 1 puede llegar a soportar hasta 6,5G en algunas maniobras, mientras que un piloto de caza puede llegar a los 9G en las maniobras más cerradas, como las que se llevan a veces en los dog fights o combares aire-aire a baja cota.

Un piloto entrenado puede soportar hasta 9 g, pero más allá de eso se produce una pérdida de sangre en el cerebro, pues esta tiende a ir hacia las piernas, y el desmayo del piloto.

La sensación de velocidad está ausente debido a la continuidad del movimiento. La altitud a la que vuela un avión también influye en la percepción de velocidad. A medida que la aeronave gana altitud y se aleja de la superficie de la Tierra, la referencia visual se reduce.

La Fuerza G es una medida intuitiva de la aceleración que soporta el piloto de uno de estos cazas expresada en múltiplos de la gravedad terrestre. La fuerza 9G es la que se experimenta en el interior de jets de combate como el F-16 durante virajes al máximo, y equivale a unos 88 metros por segundo.

La aceleración de la gravedad "g" es pues la resultante de la gravitación (atracción gravitatoria) entre la Tierra y otros cuerpos celestiales, y de la aceleración centrífuga, debida al movimiento de rotación terrestre y su valor global medio es de 9,8 ms-2.

Cuando un avión despega contra el viento, se reduce la velocidad de aceleración con respecto al suelo, pero a la vez, aumenta el flujo de aire sobre las alas. Esto permite despegar necesitando menor distancia horizontal, y provoca que el avión suba en un ángulo mayor, haciendo posible sortear cualquier obstáculo.

La explicación la da la física. Un avión toma una velocidad de 300 km/hora cuando se dispone a aterrizar en pista. Para que se quede quieto en el aire tendría que ser por una ráfaga de viento de 300 km/h y que, además, fuera constante.

Carrera de despegue

Es el recorrido que hace el avión a lo largo de la pista antes de levantar el vuelo. La velocidad media de los aviones comerciales en carrera de despegue está entre los 250 y los 300 km/h.

Porque es aproximadamente cierta. La gravedad retiene el vapor de agua de la atmósfera, así que no hay pérdidas de agua hacia el espacio.

La ausencia de gravedad no solo altera la información aferente sensorial, también se ven afectadas las condiciones mecánicas bajo las cuales el control de la postura y movimientos son dirigidos.

De acuerdo a la teoría de la Relatividad General que enunció Einstein, hay una equivalencia entre el movimiento inercial de caída libre y el estar en un campo gravitatorio igual a cero, por lo que el propio hecho de estar en caída libre en el espacio significa que no hay gravedad.

El motivo principal que hace que los aviones puedan volar, son las fuerzas que actúan sobre ellos cuando están en el aire. Y son cuatro: dos en horizontal (la fuerza de empuje y su opuesta, la aplicada), y dos en vertical.

Los aviones utilizan una alta cantidad de energía cinética dado a su gran tamaño y a la velocidad con la que se mueven. Esta energía es la que les permite volar tan alto.

Es la principal conclusión de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Manchester. Por pasiva, eliminar los vuelos europeos de corta distancia (menos de 500 kilómetros) reduciría drásticamente las emisiones de la aviación, que suponen el 6% del total de gases de efecto invernadero.

0,200 kg × 9,80665 m/s² = 1,961 N. Un peso medio de adulto ejerce una fuerza de unos 608 N en la Tierra.

Sus valores son los siguientes: G = 6.672 x 10-11 N m2/kg2 ME = 5.96 x 1024 kg RE = 6375 km 2 Page 3 Si reemplazamos los valores en la ecuación anterior, vemos que la aceleración de la gravedad de cualquier objeto en la Tierra, (normalmente llamada g) es de 9.8 m/s2.

El cuerpo humano aguanta o resiste bien cualquier velocidad, por ejemplo viajamos con la Tierra alrededor del Sol a casi 30 km/seg, la nave espacial más rápida (USA) viaja a 16 km/seg, pero además, el Sol junto con la Tierra y demás planetas se mueve alrededor del centro de la Vía Láctea a 230 km/seg o sean 828 mil km/ ...

Los valores que soporta un astronauta son mucho menores y en una misión real nunca superan los g=20, aunque en pruebas de laboratorio hayan sido sometidos a mayores valores, en condiciones muy controladas.

El consumo de los aviones de caza resulta muy elevado y el momento en el que más combustible se quema es en el despegue. En la carrera de despegue y con quemador, que es lo más común, el avión puede llegar a consumir entre 400 y 500 litros.