¿Cómo guardar licores en casa?

Siempre se recomienda colocar los licores en lugares frescos, oscuros y como no, secos. Manteniendo estas tres reglas, alejamos el producto de una variación de sus propiedades y es que un cambio de temperatura drástico y la humedad harán cambiar por completo las calidades de nuestra bebida.

El licor debe almacenarse en posición vertical. Liquor.com señala que almacenar los licores en posición horizontal puede “dar lugar a que el corcho se mezcle y se filtre en el líquido, lo que altera el alto contenido de alcohol y provoca su desintegración con el transcurso del tiempo”.

Los licores se deben almacenar en un lugar fresco y seco. La temperatura ideal para el almacenamiento de licores es de 18 a 20 grados centígrados. Los licores también se deben mantener en un lugar con buena ventilación.

¿Dónde guardar? Para alcoholes destilados, como el whisky, vodka, ginebra, ron y tequila, la regla general es que debes guardarlos a temperatura ambiente y lejos del sol, esto porque el alcohol puede comenzar a evaporarse si hace mucho calor.

HAZ SITIO EN LA NEVERA

Los vinos enriquecidos, como el vermut, el porto y el jerez, así como los licores a base de crema, como la crema irlandesa Baileys, deben mantenerse siempre fríos.

Usted puede guardar el producto final de limoncello en el congelador o refrigerador. ¡Disfrútelo solo o en un cóctel una tarde de verano cuando apetezca de algo refrescante!

Los destilados y licores de alto grado como el whisky, el tequila, el vodka, la ginebra o el brandy, mantienen sus propiedades inalterables en el tiempo cuando se embotellan. Es fundamental que las botellas estén bien cerradas y conservadas; así, los licores no caducan.

En el caso de los licores de alta graduación, Riera recuerda por su parte que, aunque se puedan guardar fuera de la nevera y en lugares frescos y secos, si no están bien tapados y a una alta temperatura ambiente (por encima de los 25 grados), el alcohol se irá evaporando.

Generalmente, el lugar donde se guarda el vino se llama bodega. Son construcciones o sitios subterráneos que almacenan depósitos en forma de barril y que cuentan con las condiciones perfectas para mantener el vino en buenas condiciones, desde la ventilación y la temperatura hasta la humedad.

Guarda tus botellas en un lugar fresco, oscuro y seco, en el que no varíen las condiciones ambientales, ya que los cambios bruscos de temperatura o humedad pueden afectar al producto. Conservados de este modo, los licores son muy duraderos y ganan en propiedades organolépticas cuanto más tiempo estén en botella.

Igual que sucede con los destilados oscuros, los licores blancos como ginebra o vodka pueden durar años siempre que se conserven en lugar adecuado (fresco, oscuro y seco). Pueden permanecer en la nevera y el vodka, si se congela, podría estar en perfecto estado incluso unos 10 años.

Es recomendable que las botellas se mantengan en posición vertical unos días para conseguir que posibles sedimentos que contienen se deposite en el fondo al tiempo que el vino se estabiliza, y en ningún caso deben moverse violentamente a la hora tanto de almacenarlas como de sacarlas para su consumo.

Una vez que la botella es abierta, la cantidad de tiempo que puede durar en óptimas condiciones dependerá del aire que quede dentro. Siempre de pie Al contrario de otras bebidas, las botellas de whisky siempre se guardan paradas y no acostadas, ya que el contacto con la tapa puede ser perjudicial para su sabor.

La mayoría de las bebidas alcohólicas contienen más agua que alcohol, por lo que algunas se congelarán en un congelador doméstico (por ejemplo, cerveza, vino). Las bebidas con más graduación, como la ginebra o el whisky, contienen más alcohol, por lo que no podremos congelarlas en un congelador doméstico.

Almacenamiento: es importante guardar la ginebra en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa y de fuentes de calor. La exposición a la luz y el calor puede acelerar el proceso de oxidación y hacer que la ginebra pierda su sabor y aroma.

El whisky o el brandy son bebidas que se pueden conservar perfectamente cerradas o una vez abiertas en lugares con una temperatura ambiente fresca y sin estar directamente expuestos al sol para evitar su evaporación, por lo que también deben ir bien sellados.

Colamos y embotellamos el limoncello en frascos de cristal, en botellas alargadas o en el envase en que lo queramos conservar. En la nevera puede durar una semana en buen estado y en el congelador, varios meses.

El licor, si se conserva correctamente, mantiene sus características como mínimo durante doce meses. Para una buena conservación del producto, recomendamos mantener la botella al abrigo de la luz y de fuentes de calor, incluso antes de abrirla.

Licor típico de Italia, obtenido por la maceración en alcohol de algún tipo de limón o cítrico.

En cambio, el alcohol es uno de esos productos que no caduca y que se puede consumir pasado un tiempo más largo.

“Si se toma después de la fecha de consumo preferente pierde en calidad, tanto de sabor como color”, aclaran a El HuffPost Life. También puede perder aroma, fuerza e incluso textura pero nada más.

Una vez abiertos es imprescindible conservarlos siempre en la nevera y ser consumidos en un plazo mázimo de 6 meses. En general, cuanto más azúcar tiene un licor, más rápido se deteriorará, aunque muchos de éstos también tienen conservantes para combatir el deterioro.

¿Es necesario guardar las botellas de Baileys en el frigorífico? No, Baileys no necesita refrigeración. La temperatura de conservación recomendada de Baileys es de 0 °C a 25 °C y evitando siempre la exposición directa a la luz del sol.

El lugar perfecto donde colocar las bebidas en el frigorífico es la puerta, excepto las cervezas y el resto de las bebidas que necesiten mucho frío, que deberán ir en la parte de abajo. Las bebidas como la leche, los vinos, los zumos y el agua siempre deben ordenarse en los compartimentos de la puerta.

Ron, ginebra, whisky... Las bebidas con una graduación de un 10% o más en volumen de alcohol no requieren de fecha de caducidad porque no caduca.

Castigar a los vinos a permanecer de pie de por vida.

Lo ideal es que, ante la duda, los pongas acostados. De esta manera el vino mojará el corcho y permitirá que se expanda, sellando completamente la botella y evitando que entre oxígeno de más y acabe por arruinar el vino.

El lugar de conservación debe ser un espacio fresco, como una nevera o vinoteca, ya que el frío reduce la aceleración de oxidación, aunque no llega a evitarla. Por otro lado, no debes exponer el vino al sol y debes mantenerlo alejado de la luz, ya que los rayos solares pueden acelerar las reacciones químicas.