¿Cómo hacer para que calme la lluvia?

Te dejamos algunas que hemos podido recopilar de aquí y allá:

Dibujar una cruz de sal

Este ritual es todo un clásico para que deje de llover y, seguramente, en alguna ocasión lo escuchaste decir a tus padres o abuelos. Este consiste en poner, de lado derecho de la puerta de la entrada o junto a una ventana, una cruz de sal para alejar las nubes cargadas de lluvia.

“El cerebro necesita un input de tipo sensorial. La lluvia produce un sonido muy parecido al ruido blanco, y cuando el cerebro lo percibe, relaja esa necesidad de input sensorial, por lo que nos calmamos. De la misma manera, el sol nos mantiene muy estimulados.

Estas ganas de dormir se producen porque los sonidos de las gotas de lluvia generan un sonido repetitivo, como un tic-tac rítmico que puede ayudar a que las personas se relajen y se duerman más rápidamente. De hecho, el sonido constante de una lluvia suave es para muchas personas como una canción de cuna natural.

El hacha. Si la cruz de sal no fuera suficiente se puede recurrir al hacha para cortar la tormenta haciendo ademanes en dirección a los nubarrones. Luego se la deja clavada en un trozo de madera.

En algunos pueblos de la provincia de Salamanca están arraigadas dos creencias supersticiosas: pedir sal prestada trae mala suerte y poner una cruz de sal a la puerta o con puñados de sal hacer una cruz en el aire evitan las tormentas.

En casa:

-Antes de una fuerte lluvia o viento fuerte: la atmósfera está cargada de iones positivos, por lo que es posible que estemos más irritables y nerviosos. Una vez que llega la calma atmosférica vuelven los iones negativos y segregamos la cantidad idónea de serotonina, la hormona que genera bienestar.

Aunque se diga que la lluvia afecta a nuestro estado de ánimo de manera negativa, los efectos de esta nos hacen más felices, el sentir el ambiente más puro y el saber que el aire que respiramos está más limpio y es más saludable implica que nos sintamos más tranquilos y respiremos mejor.

Seguramente alguna vez has visto llover. Este fenómeno puede motivar diversos pensamientos y sensaciones: alegría, tristeza, soledad, entre otras. Mientras lees, reflexiona sobre las emociones que la lluvia provoca en el narrador.

El ruido blanco es un sonido, normalmente de baja frecuencia, que facilita la relajación y la conciliación del sueño en las personas.

El ruido blanco ayuda a dormir mejor ya que el resto de ondas se acoplan a su sonido.

Los estudios científicos han mostrado que la aplicación de ruido blanco, rosa, azul o marrón puede ser una herramienta eficaz para ayudar a mejorar el sueño en entornos con contaminación acústica como las grandes ciudades.

El uso típico para las hachas es cortar leña y talar árboles, pero en el pasado se usaron como armas para la caza y guerra, especialmente por los vikingos, rusos, incas, ingleses, franceses, etc., que se emplearon como hacha de armas y hacha de guerra desde el Neolítico, o las hachas arrojadizas (francisca, tomahawk).

Un hacha es una herramienta muy común para cortar leña y árboles que consiste en una cabeza metálica afilada y un mango que la sujeta que puede ser de madera o plástico.

“ se dice que estas piedras al caer del cielo y ser lanzadas por el rayo son de forma garrapiñada y desigual y adoptan la forma alargada y puntiaguda que las distingue y el pulimento que les es propio en su contínuo roce al pugnar por desenterrarse y salir a flor ( de suelo)…

Según la superstición, derramar la sal invoca al diablo, así que para contrarrestar ese mal presagio no queda otra que esparcirse la sal derramada por detrás de los hombros, para ahuyentar al demonio.

La sal no se degrada en el suelo, sino que se infiltra en las capas freáticas. Además, es tóxica para la microfauna que habita en el suelo y que tanto bien le hace, como por ejemplo las lombrices de tierra. Es un elemento importante que ocasiona pérdidas en la biodiversidad, acumulándose en la tierra y en el agua.

Colocar sal en los marcos de las ventanas ayudará a absorber la energía negativa que pueda ingresar desde el exterior y evitará que se propague por el interior. Además, la sal también puede ayudar a bloquear la entrada de influencias negativas provenientes de vecinos o del entorno.

Esto es lo que nunca debes hacer durante una tormenta eléctrica

El mejor sitio para protegerse es dentro de un vehículo que tenga apagado el motor, sin antena de radio y cerradas las ventanas. Así pues, cuando caiga un rayo en el auto, éste será sólo por el exterior, mientras que el interior quedará exento, siempre y cuando no esté en contacto con algún objeto de metal.

Mantente lejos de postes, torres, árboles individuales o masas de agua. No uses un teléfono con cable a menos que sea una emergencia. No es peligroso usar teléfonos inalámbricos ni celulares. Mantente lejos de los electrodomésticos, televisores, chimeneas, objetos de metal, ventanas o puertas.

Salga a caminar o haga otra actividad. Hacerse un tiempo para las cosas que disfruta también puede ayudarle a relajarse. Vaya a darse un masaje o pídale a alguien que le masajee la espalda. Tome una bebida caliente sin alcohol ni cafeína, como un té de hierbas o leche caliente.

Las fuertes lluvias generan tres peligros: las inundaciones, los torrentes y los deslaves. Si se vive en un área baja y plana, cercana a un río, al mar o aguas abajo de una presa, es necesario estar preparados para enfrentar las posibles inundaciones y responder adecuadamente.

La lluvia ácida puede ser extremadamente perjudicial para los bosques. La lluvia ácida que empapa el suelo puede disolver los nutrientes, tales como el magnesio y el calcio, que los árboles necesitan para mantenerse sanos.

La lluvia y la nieve son partes importantes del ciclo del agua, que es vital para toda la vida que existe en el mundo. La lluvia es primordial para que el agua que se encuentra en los cielos baje hacia la Tierra, en donde llena lagos y ríos, recarga los acuíferos subterráneos y provee agua para plantas y animales.

Los días de lluvia pueden provocar tristeza. El frío intenso, en un comienzo, provoca hiperactividad (como un intento de entrar en calor) y, si persiste y no hay modo de abrigarse, provoca sueño y bajones de ánimo.