¿Cómo influye la música en el desarrollo emocional?

Algunos de los beneficios que se pueden señalar de la música sobre los seres humanos y su desarrollo son: facilitar la expresión de las emociones y sentimientos, energizar el cuerpo y la mente, alivio de temores y ansiedades, relajación psicofísica y disminución de la percepción del dolor (Yánez, 2011).

La música, al permitir que afloren nuestras emociones es un buen vehículo para mejorar nuestro autoconocimiento y el de los demás porque al escuchar una obra musical podemos identificar nuestras emociones, etiquetarlas correctamente y regularlas.

A través de la música nos entretenemos, nos comunicamos, nos ambientamos y nos divertimos. Es capaz de crearnos emociones a través de recuerdos. Desde que somos un feto podemos crear un vínculo con nuestra madre escuchando palabras y melodías desde el vientre. Todo nuestro cerebro se ve implicado en esta actividad.

La música produce emociones porque la asociamos con experiencias que hemos vivido previamente. Estos mundos de sentido están presentes en muchos momentos de la vida y, aunque casi son imperceptibles para quienes los experimentan, tienen un gran efecto en sus acciones.

La idea de que la música sencillamente evoca en el escucha emociones sentidas en el pasado se contradice con el hecho de que es capaz de suscitar emociones novedosas y peculiares en el sentido mencionado de ausencia de estímulos naturales y respuestas adaptativas.

Si desea mantener su cerebro activo durante todo el proceso de envejecimiento, escuchar o reproducir música es una gran herramienta. Proporciona un entrenamiento cerebral total. Las investigaciones han demostrado que escuchar música puede reducir la ansiedad, la presión arterial y el dolor, así como mejorar la calidad del sueño, el estado de ánimo, el estado de alerta mental y la memoria .

Y es que, a través de la música se puede llegar a desarrollar la inteligencia emocional, fomentar la sociabilidad, la tolerancia, la empatía o el trabajo en equipo. También es útil para crear nexos sociales, reforzar el respeto y fortalecer su autoestima.

De hecho, el hecho de escuchar música libera dopamina en el cerebro, la conocida como la hormona del placer. Es decir, para nuestro cerebro escuchar música es como comer, reír a carcajadas o practicar sexo, con todas las cosas buenas que, evidentemente, este hecho trae consigo como una reducción del nivel de estrés.

Científicamente, el cuerpo estriado dorsal y ventral libera dopamina cuando se escucha música placentera . Se sabe que la actividad en estas estructuras está asociada con el sistema de recompensa del cerebro humano. Además, el cuerpo estriado interactúa con mecanismos corticales implicados en la percepción y valoración de estímulos musicales.

Sin embargo, las investigaciones muestran que la música también puede provocar efectos nocivos, especialmente cuando se trata de reflexionar. Cuando una persona se concentra en pensamientos o sentimientos negativos, puede contribuir al desarrollo de depresión y ansiedad o empeorar las condiciones existentes .

La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural con múltiples finalidades, entre otras, la de suscitar una experiencia estética en el oyente, la de expresar sentimientos, emociones, circunstancias, pensamientos o ideas, y cada vez más, cumplir una importante función terapéutica a través de la ...

La música, además, es un lenguaje universal dado que por medio de ella es posible expresar emociones, formas de pensar y sentimientos que, quizá, a través de las meras palabras dichas expresiones se quedarían cortas a la hora de comunicarse; tal como alguna vez dijo el filósofo Aristóteles, “La música expresa los ...

Si te haz identificado con ello, sí, vives la Lisztomanía, que radica en la necesidad de escuchar música todo el tiempo.

Nuestras melodías favoritas liberan dopamina, conocida como la hormona del bienestar, que activa el sistema de recompensa y placer de nuestro cerebro . La música puede tener un impacto positivo e inmediato en nuestro estado mental; Los ritmos rápidos pueden despertarnos psicológica y fisiológicamente, ayudándonos a tener energía para el día.

Las investigaciones han demostrado que la sangre fluye más fácilmente cuando se reproduce música. También puede reducir la frecuencia cardíaca, disminuir la presión arterial, disminuir los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumentar los niveles de serotonina y endorfinas en la sangre. Eleva el estado de ánimo. La música puede aumentar la producción cerebral de la hormona dopamina.

Una investigación de la Universidad de Helsinki demostró que la música clásica es más eficaz a la hora de estimular la función cerebral. Más precisamente, escuchar música clásica estimula las neuronas encargadas de producir dopamina y también las neuronas encargadas de regular la neurodegeneración.

Algunos de los efectos negativos de la música que las investigaciones han encontrado incluyen un aumento de la violencia sexual (Fischer y Greitemeyer, 2006), el acoso (Zimmerman, Glew, Christakis y Katon, 2005) y un aumento general de los pensamientos agresivos (Anderson, 1997; Anderson, Carnagey). , & Eubanks, 2003), sentimientos agresivos (Pieschl & Fegers, ...

Conceptos de enseñanza: Las razones para crear música incluyen propósitos ceremoniales, recreativos y expresión artística .

¿Cuál es el propósito de la música? Hay cuatro propósitos obvios: danza, entretenimiento personal o comunitario, comunicación y ritual .

La música despierta nuestro cerebro, lo estimula, y esto le resulta placentero. Cuando la estamos escuchando, nuestro cerebro libera la dopamina que es la sustancia fundamental del placer y la felicidad. La música que es de nuestro agrado aumenta nuestra relajación favoreciendo el aumento de la concentración.

Es fácil: "melómano" es aquel sujeto fanático de la música. Se trata de una persona que siente un amor apasionado y, según el punto de vista, excesivo por lo musical, dedicando tiempo y dinero al disfrute de este arte.

Confías en la música para gestionar tus emociones.

Puede transmitir una gama casi infinita de sentimientos. A menudo se utiliza como estrategia para afrontar la ansiedad o el estrés. Muchas personas informan mejoras en su estado de ánimo y motivación después de escuchar música energizante. Incluso puede ayudarle a expresar emociones y a encontrar una visión más profunda.

Los adultos y niños comúnmente están expuestos a música a alto volumen. Escuchar música a volumen alto a través de auriculares conectados a dispositivos como iPods o reproductores de MP3 o en conciertos musicales, puede causar pérdida de la audición (hipoacusia).

La música más rápida tiende a inducir emociones más positivas que la música más lenta. Las investigaciones sugieren que la música que se percibe como feliz suele interpretarse a un tempo de entre 140 y 150 pulsaciones por minuto (BPM). Las canciones que la gente ha dicho que usan para mejorar su estado de ánimo incluyen Don't Stop Me Now de Queen a 156 BPM .

La música sin letra podría ser una forma de ruido ambiental relajante para mejorar no sólo el estado de ánimo, sino también la productividad y la creatividad. Un estudio realizado en 2013 informó que las personas que escuchaban música alegre mejoraron su estado de ánimo y su felicidad, a largo plazo, en dos semanas .

Las personas suelen decir que escuchan música triste porque la encuentran útil o terapéutica. La música triste puede ser reconfortante porque puede hacer que las personas se sientan menos solas, más comprendidas y generar un sentimiento de comunión emocional con el artista . También puede ayudar a las personas a procesar emociones y experiencias negativas y a encontrar consuelo.

La investigación demostró que el reggaetón fue el género que más actividad cerebral logró, seguido por la electrónica y el folclore, en contraste con la música clásica. El género musical del perreo logró una mayor activación en las regiones cerebrales responsables de procesar no solo sonidos.