¿Cómo influyen los manglares en el cambio climatico?

Los manglares tienen la capacidad de almacenar más carbono que muchos bosques tropicales. Esto los convierte en verdaderos escudos naturales de protección del medio ambiente, ya que ayudan a mitigar los efectos del cambio climático en la Tierra.

“Los cambios de la precipitación y los cambios subsiguientes de la aridez pueden afectar la distribución de los manglares”(246). La combinación de los efectos del cambio climático probablemente causen impactos más severos en los ecosistemas de manglares (246).

Los manglares son héroes climáticos

Estos ecosistemas costeros extraen hasta cinco veces más carbono que los bosques terrestres, incorporándolo a sus hojas, ramas, raíces y a los sedimentos que hay bajo ellos, con lo que aumentan el nivel del suelo y frenan la subida del nivel del mar.

Los humedales costeros, incluidos los manglares, absorben una importante cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuando estos ecosistemas se talan, el problema del cambio climático se acentúa ya que se libera aún más carbono a la atmósfera.

¿Sabías que los manglares capturan 1.000 toneladas de CO2 por hectárea? Los bosques de la Tierra son grandes 'secuestradores' o sumideros de carbono y por ello realizan una función imprescindible para el equilibrio de la atmósfera.

Entre los beneficios que aportan se encuentran: la protección costera, la provisión de recursos maderables, de recursos pesqueros, y de servicios de filtración de agua, recreación y captura de carbono, así como su funcionamiento como hábitat de especies.

Los humedales costeros, en particular los manglares, brindan una gran variedad de servicios ambientales: son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de juveniles de crustáceos y alevines, por lo que sostienen gran parte de la producción pesquera, son utilizados como combustible (leña), poseen un alto valor ...

Sin los manglares, 18 millones más de personas sufrirían cada año los impactos de las inundaciones. Sin la protección natural que ofrecen los bosques de mangles, los daños a la propiedad costarían 82.000 millones de dólares más.

Los ecosistemas de manglares sanos pueden almacenar más carbono en la tierra (llamado "carbono azul") que los bosques terrestres. Recientemente, ha quedado demostrada la capacidad que tienen los manglares de proteger las aldeas costeras de la India.

Los desechos sólidos urbanos, contaminantes industriales, pesticidas y fertilizantes agrícolas, derrames de petróleo, etc., así como las modificaciones a las condiciones hidrológicas han tenido un gran impacto sobre los manglares.

Un mundo sin manglares significa un mundo sin la mayoría de las pesquerías, sin bioprotección de las tormentas y sin una gran variedad de aves y otras especies. La pérdida del hábitat único de los manglares pondría en peligro directo a más de un billón de seres humanos de la población mundial.

Manglar (forma general en que los estudiantes pueden defi nirlo): es un bosque formado por árboles tropicales tí picos de la costa que poseen adaptaciones especiales para crecer en ambientes salinos e inundados.

Con el estudio basado en parcelas, se demostró que la deforestación del manglar afecta negativamente a los gasterópodos del suelo dependiendo del grado de intervención por entresaca o potrerización por medio de un “efecto borde” (Amortegui et al., 2013).

Estos árboles tropicales funcionan de la siguiente manera: para producir materia orgánica usando la fotosíntesis, el manglar absorbe CO2 atmosférico y lo convierte en carbón orgánico. Buena parte de ese carbón orgánico se acumula al pie de los árboles.

La lluvia influye en la cantidad de sedimento que llega al manglar y, condiciones de mayor precipitación ayuda a reducir posibles condiciones de hiper-salinidad. Sin embargo, esto último no es determinante para la supervivencia del mangle, pues sus glándulas salinas justamente facilitan la excreción de la sal.

Los océanos, principales sumideros de carbono

Los océanos son considerados los principales sumideros de carbono naturales, ya que son capaces de absorber alrededor del 50 % del carbono emitido a la atmósfera.

Especies comerciales como cangrejos, jaibas, camarones y langostinos, así como bagre, lisa, mojarras, pargos, robalo y sábalo en su etapa joven, también viven y se benefician de los manglares.

Son las únicas especies de árboles capaces de crecer en el suelo salado y pobre en oxígeno de la zona intermareal. Como tales, brindan beneficios y servicios que ningún otro ecosistema puede ofrecer. De estos, el informe destaca la pesca, la producción de madera y la protección costera como los tres más lucrativos.

Árboles fuertes

Las plantas de los manglares consiguen sobrevivir a aguas unas 100 veces más saladas que las que pueden soportar la mayoría de plantas de agua dulce. Más aún, proveen un hábitat para una variedad de especies –de cangrejos a pájaros– y un vivero para muchas especies de pescado, incluso pulpos.

Con base en el hidroperiodo de la zona de estudio, el nivel 1 estuvo inundado por 10 h, el nivel 2 por 6 h, el nivel 3 por 2 h y el nivel 4 por 6 min. Después de 570 días, los resultados mostraron que R. mangle presentó el mayor crecimiento en el nivel 1 y el menor crecimiento en el nivel 4.

Se alimenta de crustáceos, peces, aves pequeñas, caracoles, insectos, tortugas y ranas. Come frutas, semillas y algunas plantas. Vive en los huecos de árboles, grietas de rocas, madrigueras de otros animales e instalaciones abandonadas por el hombre, pero siempre cerca de ríos y quebradas.

Los manglares sirven como “salacuna” donde se desarrollan las larvas de peces, crustáceos y moluscos, muchos de ellos de importancia comercial, representan una fuente de energía, un substrato de sostén y un medio de protección a numerosos organismos que encuentran en sus troncos, raíces o en el fango un refugio natural ...

En México, los manglares se distribuyen a lo largo de las costas del Océano Pacífico, Golfo de México y el Mar Caribe, en diecisiete entidades federativas.

– La calidad del aire sería peor. – El riesgo de inundaciones sería mayor porque habría menos zonas permeables donde filtrarse el agua de lluvia. – La biodiversidad tanto de animales como de plantas se vería gravemente perjudicada. – Los habitantes tendrían una peor calidad de vida.

Como usuarios de los bosques, tendríamos que tener en cuenta pequeñas acciones como respetar los senderos, no arrojar basuras (ni siquiera orgánicas como cáscaras de fruta), no arrancar ni cortar partes a las plantas, etc.

Aquí hay seis cosas que se pueden hacer para comenzar a recuperar hoy estos ecosistemas valiosos.

La más típica es el árbol que inspiró el nombre del ecosistema: el mangle. Esta especie llama la atención por la forma única de sus raíces, que quedan expuestas por encima del suelo fangoso y forman complejas redes capaces de sostener los altos troncos y las copas llenas.