¿Cómo mantener la temperatura en un invernadero casero?

Son diversos los métodos que se pueden emplear para llevar a cabo un adecuado control de la temperatura en invernaderos, por ejemplo, utilizar ventiladores y rejillas de ventilación, paredes húmedas para enfriar el entorno en zonas de calor, paños de sombra, nebulización y calefacción radiante.

La ventilación puede enfriar el invernadero hasta una temperatura cercana a la del exterior. Para enfriar aún más, hay que introducir niebla o vapor en el aire para absorber algo de calor adicional. Para ello, existen sistemas de ventilador y almohadilla o niebla.

Calefactor de radiación infrarroja

El calor se transfiere desde la fuente de energía hacia el objeto. En el caso de los invernaderos, el calor se transfiere desde la tubería infrarroja hacia la planta u otros objetos. En otras palabras, el aire no transfiere el calor y la temperatura del aire no aumenta.

Los cultivos de invernadero más comunes requieren un rango de temperatura de alrededor de 18º-24ºC (64ºF – 75ºF). Estas temperaturas se consideran óptimas para la mayoría de los cultivos comunes, por lo que las encontramos en la mayoría de los invernaderos del mundo.

La temperatura ideal dentro de un invernadero es de 20 a 28°C. Para poder obtener este rango se debe recurrir a la ventilación con cortinas laterales, ventilas cenitales, extractores de aire caliente y ventiladores.

Utiliza una cubierta de plástico: Si tienes un invernadero o una cubierta de plástico, asegúrate de cerrar las ventanas y puertas para retener el calor. Riega con anticipación: Riega las plantas con anticipación antes de que la helada llegue, esto ayudará a proteger las raíces de las plantas.

Por debajo o por encima de esta temperatura óptima la planta no se consigue desarrollar adecuadamente y es posible que el cultivo no realice su ciclo biológico normal y no alcance su máximo potencial de rendimiento.

Por término medio, las plantas necesitan unas seis horas de luz solar al día, aunque esto varía según el tipo de planta; si colocas tu invernadero en un lugar donde reciba pleno sol todo el día, te asegurarás de que las plantas de su interior reciban suficiente luz.

Si las temperaturas altas coinciden con estrés hídrico, las plantas producirán frutos blandos. La temperatura óptima para desarrollo normal de tomates está entre los 18 y 27°C. La formación de flores se ve afectada bajo temperaturas superiores a los 27°C.

Como cuidar un invernadero de policarbonato

¿Qué puedo cultivar en un invernadero sin calefacción durante el invierno? Para un invernadero sin calefacción en invierno las mejores plantas son tolerantes al frío: ajo y cebolla, lechuga, espinaca, microvegetales y otras verduras, guisantes y espárragos.

Si es zona de inviernos fríos, la temperatura interior del invernadero será de aproximadamente 5ºC por encima de la temperatura exterior. Este tipo de invernaderos se usa para sembrar o almacenar plantas de semillero a finales de invierno o primavera (3 ó 4 semanas por delante de la época de plantación en el exterior).

La mayoría de las frutas y las verduras se almacenan en cámaras frigoríficas positivas. En general, la temperatura de almacenamiento se sitúa entre 3 y 6°C para evitar que los productos pierdan su frescura demasiado rápido. Estas condiciones de almacenamiento también evitan la proliferación de bacterias.

Siempre y cuando las temperaturas mínimas no bajen de los 8 grados, no se debe ventilar en días de aire, porque así sale el aire caliente del invernadero y mejoras el oxígeno. Una buena ventilación, previene que se mantengan valores altos de humedad, ya que afectan a que se producen hongos en la planta.

Cómo aumentar la humedad ambiental del hogar

Cubrir las plantas y regarlas sería la forma más fácil para prevenirlas de las heladas; una sábana, un plástico o una manta servirá de barrera aislante mientras duren las bajas temperaturas. El uso de telas antiheladas son beneficiosas para las noches con temperaturas muy bajas.

Cómo proteger tus plantas de exterior de una posible helada

Invernaderos:

Estas estructuras proporcionan un ambiente controlado donde puedes regular la temperatura y la humedad. Además, los invernaderos ofrecen protección contra el viento y otras condiciones climáticas adversas. La mejor manera de proteger tu huerta del frío y las heladas es, sin duda, empleando invernaderos.

El nivel óptimo de humedad relativa para los tomates está entre el 60-85% de HR. Sin embargo, puede mejorar el crecimiento aún más marcando diferentes puntos de ajuste de la humedad relativa para la noche y el día. Durante el día, las tomateras pueden disfrutar de niveles de humedad más altos, del 80 al 85% de HR.

La capacidad para soportar bajas temperaturas es muy variable de unas plantas a otras¹, ya que mientras que algunos vegetales de climas árticos sobreviven a temperaturas de -40 ºC, la mayoría de las plantas tropicales no soportan la exposición prolongada a temperaturas menores a 5 ºC².

Los cultivos con suficiente agua disponible pueden soportar temperaturas del aire de 40°C; sin embargo, si el agua es un factor limitante, las hojas pueden morir a 40°C ya que las plantas estresadas intentan conservar agua cerrando sus estomas (pág.

El invernadero deberá estar en un lugar soleado para que los cultivos crezcan y se desarrollen de forma adecuada. Por ello es importante no instalarlo demasiado cerca de árboles frondosos que podrían tapar la luz del sol.

La forma más sencilla de explicar cómo funciona un invernadero es decir que convierte la energía luminosa en energía térmica. Los rayos del sol entran en el invernadero a través de las láminas o paneles transparentes. Los objetos del invernadero, incluidas las plantas, absorben la luz del sol y la convierten en calor.

Una de las formas más eficientes de tensar uniformemente la cubierta, se consigue usando un dispositivo que se pueda fijar a la estructura, de manera de enrollar en él uno de los extremos del plástico, al hacer girar el eje de la estructura, el plástico se irá tensando.

Clima: El pimiento es una planta más exigente en calor que el tomate, si bien con temperaturas superiores a 35 ó 40 grados la fructificación se debilita, por existir abortos florales. Así pues, se desarrolla bien en un clima relativamente cálido, donde no haya peligro de heladas.

A diferencia de la temporada limitada de cultivos al aire libre, los cultivos de tomates de invernaderos pueden mantenerse hasta 11 meses.

Generalmente, la época idónea para plantar tomates en tu invernadero es el otoño o al inicio de la primavera en función de si buscas obtener un rendimiento tardío o inicial. También es habitual, por su productividad, hacer una rotación de dos cultivos sembrando uno para cultivar en otoño y otro en primavera.