¿Cómo me doy cuenta si algo es de plata?

En la mayoría de los países, las joyas de plata de primera ley deben tener un sello que indique el contenido de plata. Algunos ejemplos son “925 sterling”, “925” o “plata ley”. Si no encuentras ningún sello, es posible que la joya no sea de plata.

Usar un imán es una prueba infalible que te descubrirá si un objeto es de plata auténtica. Debes saber que la plata es paramagnética, es decir, sus efectos magnéticos no tienen apenas fuerza, por lo que cuando acerques un imán, el objeto apenas lo notará.

Prueba del imán: La plata no es magnética, por lo que este sencillo truco puede ayudarte a determinar si tu joya es auténtica. Simplemente acerca un imán a la joya y observa si se siente atraída por él. Si la joya se adhiere al imán, es probable que no sea de plata genuina, ya que este metal no es magnético.

La respuesta es muy sencilla, y es que la plata es un buen conductor térmico y transmite frío o calor muy rápidamente. Si, por el contrario, la joya no es de este material, el cubito de hielo se derretirá lentamente.

Con solo una gota de lejía sobre una pieza de plata es suficiente para saber si realmente es de plata de ley, ya que la lejía produce una reacción química en contacto con la plata que provoca que esta se “oxide” rápidamente tornándose en un color oscuro.

La plata nunca es atraída por un imán ya que no es un metal férrico. El hierro y el acero sí sienten atracción por este fenómeno. Esta fórmula es la más sencilla para resolver la duda.

Pon los artículos de plata dentro. Añade el vinagre hasta que las joyas o piezas queden bien cubiertas por el vinagre. Deja todos los artículos sumergidos durante una hora (se pueden dejar más si se ve que todavía no están bien limpios). Enjuaga cada pieza o joya con abundante agua.

La sal causa la erosión de los elementos soldados de oro, plata o platino. Como resultado, el metal precioso puede debilitarse y tus joyas podrían romperse.

El vinagre es perfecto para limpiar la plata sin dañarla, por lo que si tienes anillos que han ennegrecido, puedes utilizar este truco para volverlos a lucir: En un bol pon agua caliente hasta que las joyas estén sumergidas. Añade 2 o 3 cucharadas de vinagre y remueve un poco.

SAL Y PAPEL DE ALUMINIO

Ponemos agua caliente, la suficiente para cubrir bien aquello que vayamos a limpiar, en un recipiente. Añadimos dos o tres cucharadas de sal y removemos. Introducimos los objetos y poco después unas tiras de papel de aluminio, que actuarán como un imán, separando las impurezas de la plata.

Otra manera de distinguir entre plata y alpaca es observando su oxidación. La plata se oscurece con el tiempo y adquiere una pátina que puede ser muy apreciada por los coleccionistas, mientras que la alpaca puede oxidarse y perder su color original.

En este punto, la prueba es muy sencilla, ya que solo deberás poner el imán sobre el artículo. Si el imán no se adhiere al imán, se trata de una joya de plata, ya que este metal en sus variantes 950 y 925 -las más comercializadas- posee un muy bajo magnetismo.

La plata de ley 925 puede mojarse sin problema, pero siempre que el agua con la que entre en contacto no contenga agentes químicos. Si se mojan las joyas de plata con agua común (al ducharse o al salpicarse unas gotas), no pasa nada, tan solo hay que asegurarse de secarlas bien para evitar la humedad.

Con el tiempo la plata se va ennegreciendo, además el sol y el calor agilizan el proceso, ya que la temperatura facilita la reacción. estropeado; simplemente es algo completamente normal hablando de este metal.

Agrega un poco de sal. Coloca las piezas supuestamente de plata en el recipiente y deja reposar por unos minutos. Después de unos minutos retira las piezas con una cuchara. Para comprobar la autenticidad de las piezas, simplemente estas deben lucir brillantes después de limpiarlAs con un paño.

Para limpiar la plata con relieve es necesario usar un jabón con ph neutro y una bayeta PVA micro suave que no raye la superficie. Humedecer la bayeta en agua con jabón de ph neutro y frota la superficie que quieras limpiar. También puedes ayudarte de un bastoncillo de oídos para llegar a algunos rincones difíciles.

Para limpiar y deshacer la capa opaca que recubre tus objetos de plata necesitarás una cucharada de bicarbonato (10 g) y 1/4 de taza de vinagre blanco (62 ml). Vierte el vinagre en un recipiente y poco a poco, agrega el bicarbonato hasta que disuelva. Sumerge tus objetos y deja actuar. ¡Verás qué bien funciona!

La plata no se oxida, pues no reacciona al oxígeno, sino al azufre. Este sulfuro lo que hace es "empañar" la plata, dándole ese aspecto amarillento o negro. -Otros factores que pueden oscurecer la plata son los productos que usamos, maquillajes, cremas, perfumes e incluso el propio sudor.

En cualquier caso, su uso es muy efectivo para dejar la plata como nueva. Hay dos formas de aplicarlo: Amoniaco y agua caliente mezclados a partes iguales: se impregna un paño y se frota sobre las piezas. Amoniaco puro: igualmente frotando la plata con un paño impregnado.

En un recipiente, mezcla media taza de vinagre de limpieza con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Añade agua tibia. Introduce los objetos de plata sucios y déjalos que reposen unas 2 horas, máximo 3. Luego saca las piezas y enjuágalas con agua fría.

El truco del limón

Todos tenemos un limón en nuestra nevera, ¿a qué sí? Pues no necesitarás más para saber si es oro. Solo tendrás que echar unas gotas sobre la alhaja y secarla con una tela blanca. Si esta tela se vuelve negra, o se mancha, no estás ante oro de ley.

Los signos distintivos de la plata auténtica

Este sello suele tener forma de número e indica el porcentaje de plata pura del metal. Por ejemplo, el sello "925" significa que la joya está compuesta por un 92,5% de plata pura.