¿Cómo pedir por justicia divina?

Ayúdame Señor, a seguir adelante, ante todas las injusticias, que se han levantado en mi contra Si Jehová mi Dios, porque solo en ti he confiado, y no me he apartado de tus caminos para hacer lo malo, obra justicia Señor. Hazme justicia Dios mío, conforme a tus muchas misericordias.

Salmos 17:1-15 PDT. SEÑOR, escúchame, te pido que me hagas justicia; atiende a mi llamado. Escucha mi oración, pues mis palabras son sinceras. Juzga tú a favor mío, fíjate en lo que es justo.

Tú, oh Creador, eres nuestro socorro; en tiempos de oscuridad, eres el sol que alumbra nuestro camino; en esos momentos de sed espiritual que debilitan nuestro espíritu, tu vienes a nosotros cual lluvia refrescante y vivificadora, y renuevas nuestro espíritu marchito.

“Nuestro Dios y juez justo, te presentamos al actual sistema de justicia de nuestra nación, tómalo en tus manos, adminístralo de tal manera que los jueces y todo operador de justicia sea un cumplidor de tu justicia perfecta y hacedores de tu voluntad”, dice el post, a manera de “guía de oración”.

Señor Jesús, vengo ante ti, tal como soy, lamento mis pecados, me arrepiento de mis pecados, por favor perdóname. En tu Nombre, perdono a todos los demás por lo que han hecho contra mí. Renuncio a Satanás, a los espíritus malignos y a todas sus obras.

Se puede afirmar entonces que la justicia de Dios es la salvación divina que se ha hecho realidad en el presente de la vida del creyente, en la existencia actual del cristianismo, aunque todavía en esperanza, pues se cumplirá de modo definitivo sólo al final.

Salmo 121:

Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.

1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;ponme a salvo de los que contra mí se levantan. 2 ^aLíbrame de los que hacen iniquidad,y sálvame de hombres sanguinarios.

1 Oh Dios de mi alabanza, no permanezcas callado, 2 porque la boca del ^amalvado y la boca del engañador se han abierto contra mí;han hablado de mí con lengua ^bmentirosa, 3 y con palabras de odio me han rodeado,y han peleado contra mí sin causa.

La oración más eficaz, la que siempre es contestada, es ésta: “ Padre, glorifica tu nombre ”. “Responde a mi clamor, oh Señor, de una manera que cumpla Tu voluntad, porque Tu voluntad es buena, aceptable y perfecta. Es lo mejor para ti y, por lo tanto, lo mejor para mí y para cualquier otra persona que pueda verse afectada por esta oración.

Conversa con Dios

Habla de tu corazón y comparte tus esperanzas y deseos como también tus preocupaciones y problemas. Puedes pedirle Su ayuda, dirección, perdón o sanación. Lo que sea que esté en tu mente, tráelo a Él. Reconoce que Su sabiduría y Su tiempo son más grandes que los tuyos.

Amado Dios, gracias por escuchar mi oración y gracias por reconfortar mi alma. De mi parte viviré con esperanza y cada día daré lo mejor de mí; solo te pido que seas mi fuerza y me ayudes a salir adelante con la luz de tu amor infinito, Amén.

Oración al Justo Juez

Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.

Andaré vestido y armado con las armas de San Jorge para que mis enemigos, teniendo pies, no me alcancen, teniendo manos no me atrapen, teniendo ojos no me vean, y ni con el pensamiento ellos puedan hacerme mal.

El Justo Juez es una advocación de Jesucristo, inspirada en el momento bíblico en que Jesús fue presentado ante Poncio Pilatos para ser juzgado.

La oración de protección. La oración de la transformación. La oración de restauración . Estas oraciones te ayudarán a descubrir una forma de vida empoderada con la presencia de Dios.

Te acepto como mi Señor, Dios y Salvador. Sáname, cámbiame, fortaléceme en cuerpo, alma y espíritu. Ven Señor Jesús, cúbreme con tu Preciosa Sangre y lléname con tu Espíritu Santo. Te amo Señor Jesús.

SEÑOR Jesús, Tú eres la máxima autoridad y no hay poder espiritual por encima de Ti. Por eso me escondo en Ti, ya que Tú eres mi refugio seguro. Estoy seguro de que sometiéndome a Ti, ningún mal podrá jamás conquistarme. Por lo tanto, en Tu nombre, confío en Ti para que envíes Tus mensajeros y me protejas dondequiera que vaya.

Las Escrituras nos informan que Dios es supremamente bueno, misericordioso y justo y que la justicia divina es la ley más elevada que existe. La acción de la justicia divina en la conciencia y la experiencia humana destruye el pecado y libera al individuo para expresar su verdadera naturaleza como semejanza espiritual de Dios .

La justicia divina, o ley divina, es una ley que se percibe como derivada de una fuente trascendente . Justicia Divina también puede referirse a: Ley divina. Atributos de Dios (desambiguación)

El primero de los tipos iconográficos de la Justicia divina surgió en el medievo, cuando se visualizó mediante una balanza sostenida por la dextera domini que desciende desde el Cielo, tal y como vemos en un manuscrito del siglo IX (Stuttgart, Württembergische Landesbibliothek, Cod. bibl. fol.

1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;ponme a salvo de los que contra mí se levantan. 2 ^aLíbrame de los que hacen iniquidad,y sálvame de hombres sanguinarios. 3 Porque, he aquí, han puesto acechanza contra mi vida;se han juntado contra mí poderosos,no por transgresión mía ni por pecado mío, oh Jehová.

1 El que habita al ^aabrigo del Altísimomorará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo de Jehová: Refugio mío y fortaleza mía;mi Dios, en quien ^aconfiaré. 3 Porque él te librará de la trampa del cazador,de la peste destructora.

Salmo 121:5-8

El Señor es tu guardián, es la sombra protectora a tu derecha. De día, no te dañará el sol, ni la luna de noche. El Señor te protegerá de todo mal y cuidará tu vida. Él te protegerá en la partida y el regreso, ahora y para siempre.

1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;ponme a salvo de los que contra mí se levantan.

Tú, oh Creador, eres nuestro socorro; en tiempos de oscuridad, eres el sol que alumbra nuestro camino; en esos momentos de sed espiritual que debilitan nuestro espíritu, tu vienes a nosotros cual lluvia refrescante y vivificadora, y renuevas nuestro espíritu marchito.