¿Cómo pisar el pedal de freno?

La forma correcta de pisar el pedal del freno es presionar con decisión al principio e ir liberando el pedal según sea necesario. De esta forma, conseguimos tener el control del coche en el momento más crítico de la frenada.

Primero, con el freno pisado, accionaremos el embrague e insertaremos primera velocidad. A continuación, soltaremos levemente el embrague hasta que notemos un pequeño tirón en el coche.

Líneas de freno dañadas o con fugas

Con el tiempo, el óxido puede provocar la formación de pequeños orificios, lo que permite que se escape el líquido de frenos. La pérdida de líquido de frenos conduce a una pérdida de presión hidráulica, por lo que el pedal del freno se sentirá suave o bajo e irá al piso.

Lo ideal es pisar el freno sin 'desembragar' hasta llegado casi el momento de detenerse. La razón es simple: cuando se presiona el embrague, se desacopla y se libera la caja, por tanto el vehículo queda 'suelto' o 'desenganchado' y los frenos tendrán que llevarse todo el trabajo en la detención.

Mantén el freno presionado: una vez que hayas frenado completamente y estés detenido en el semáforo, mantén el freno presionado hasta que el semáforo cambie a verde. De esta manera, evitarás que el coche se mueva accidentalmente.

¿Por qué? Las ventajas son varias: la más importante es que si no pisamos el pedal del embrague, la fuerza de retención del motor se suma al poder de frenada y para evitar un bloqueo de las ruedas, el ABS se ve obligado a soltar freno, por lo que finalmente, esta se puede alargar hasta un seis por ciento.

Al presionar el embrague mientras aceleras harás que ese embrague patine, perdiendo energía, quemándolo físicamente y reduciendo su vida útil, además, desperdiciarás combustible.

Lo correcto es detener tu auto con los frenos principales, poner el freno de mano y luego poner el auto en posición de estacionamiento antes de apagar el motor. Si pones el auto en posición de estacionamiento y luego sueltas el pedal del freno, la transmisión se encargará de mantener el auto en su lugar.

Cuando pisamos el embrague estamos «desembragando» (liberamos el disco y éste deja de girar solidario con el motor y la maza) y cuando soltamos el pedal estamos «embragando» y el disco gira solidario al quedar aplastado entre la maza y el volante motor.

Si el pedal de freno de tu vehículo se hunde poco a poco cuando lo vas presionando y toca fondo puede que tengas uno de los siguientes problemas: una fuga de líquido de frenos o el cilindro maestro está defectuoso.

Una falla interna, corrosión o residuos en el líquido de frenos pueden hacer que la válvula no funcione correctamente, lo que da como resultado un pedal bajo o esponjoso. Nota importante: Si experimenta un pedal de freno esponjoso, suave o bajo, haga que su mecánico inspeccione su vehículo de inmediato.

Si tu vehículo tira con fuerza hacia la izquierda o la derecha cuando te detienes, uno de los lados de los frenos está funcionando de manera óptima y el otro no, dice Solomon.

Esto significa estar libre de todas las distracciones, mantener la vista en en el camino y las manos en el volante. Si se está preparado para frenar en el momento en que se percibe peligro, se tiene muchísimas más posibilidades de evitar un choque.

En el primer caso, se debe pisar el freno de forma gradual, revisando en el tablero de revoluciones que la aguja vaya en descenso. Si la aguja llega a menos de 1 y medio se debe pisar el embrague, sin soltar el freno, y colocar la palanca en neutro. Esto hará que el carro pare sin que se apague.

En la primera parte levantamos hasta el punto de fricción, es decir hasta que empezamos a escuchar el ruido del motor, en ese momento inmovilizamos el pedal durante 1 segundo aproximadamente, ésta es la más importante ya que posibilita una reducción suave y sin tirones.

Si es 20 Km/h la marcha que le corresponde es la 2ª. Si bajas de 10 Km/h entonces es cuando tienes que pasar a 1ª.

Malos hábitos que estropean el embrague

Si mantenemos el pie apoyado sobre el embrague y lo hacemos de forma habitual, con el paso del tiempo podría acabar averiándose el cojinete de empuje.

Desgaste en transmisión. Pérdida de torque. Algunas de las razones más comunes para saltarse la primera velocidad son debido a que al ser corta, tendría que cambiarse inmediatamente, lo que podría generar deterioro.

El freno motor le va a proporcionar gran cantidad de control como conductor y va a reducir el riesgo de bloqueo de las ruedas y de derrape. Le ayudará a reducir la velocidad sin usar los frenos, de modo que podrá controlar la velocidad del coche al tiempo que mantiene las ruedas girando en estas condiciones.

Apoyarte con el Freno de Mano

Una vez accionado el freno de mano, para arrancar, coloca la primera marcha y sin soltar el clutch, coloca tu mano en el freno de mano. Suelta lentamente el clutch y presiona el acelerador. En el momento que el auto comience a moverse, suelta el freno de mano.

El freno de mano, por el contrario, bloquea únicamente las ruedas posteriores al utilizarlo. Tradicionalmente se trataba de un sistema mecánico por cable, pero cada vez son más comunes los frenos de estacionamiento electrónicos, que incluso se activan y desactivan de forma automática.

Pisa el embrague y el freno al arrancar

Por eso, aunque tengas un coche con más años, también es recomendable que pises el freno y el embrague. En el caso del pedal de la izquierda, si lo accionas, ayudas a que el motor de arranque no tenga el sobreesfuerzo a la hora de mover los ejes de la caja de cambios.

El fluido sucio suele producirse porque los sellos dentro del cilindro maestro se rompen por el desgaste y contaminan el fluido. La sensación extraña al presionar el pedal anuncia que puede haber un cilindro maestro defectuoso.

Unas pastillas desgastadas provocan, obviamente, una mayor distancia de frenado. Reduciendo así nuestra seguridad y eficacia de frenado. Por eso es importante tener un buen mantenimiento de este componente.

Una regla aplicable siempre en carreteras dice que se debe mantener una distancia medida en metros equivalente a lo que el velocímetro le indica en kilómetros. Por ejemplo, si usted circula a 80 km/h debe mantenerse a una distancia de unos 80 metros respecto del vehículo que va delante.