¿Cómo podemos consumir el melón?

El melón en la cocina Es ideal para elaborar compotas, mermeladas, cremas, sorbetes o zumos, y cada vez es más frecuente su empleo en aperitivos a modo de tentempié o como ingrediente de lujo en coloridas brochetas. También permite preparar ensaladas veraniegas y macedonias. El melón se digiere mejor si se come solo.

Eliminar toxinas, evitar dolores de estómago y neutralizar la acidez estomacal. Prevenir el estreñimiento ya que es un laxante natural. Ayudar a mantener sana la piel y a cicatrizar heridas. En conjunto de una buena alimentación, ayuda a prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares.

¿El melón podría ayudar a dormir? Según la sabiduría popular, esta fruta tan saludable es ideal para quitarnos la sed en un momento de calor tanto por el día como por la noche. Asimismo, como es saciante, ayuda a que el estómago quede saciado toda la madrugada y así durmamos bien.

Al estar compuesto por un 90% de agua, el melón ayuda al efecto drenante, evita la retención de líquidos y por lo tanto, ayuda a desintoxicar el organismo. Desayunar melón cada mañana ayuda que nuestro cuerpo esté limpio.

Sánchez recomienda, sin embargo, que acompañemos en consumo de una o dos porciones diarias de melón con el de otras frutas que complementen su aporte de vitaminas y minerales, y que lo consumamos a cualquier hora del día: antes o después de comer, solo o acompañado.

Como anteriormente lo dijimos, el melón tiene una gran concentración de azúcares naturales, así que las personas que tienen algún padecimiento como diabetes, o cualquier otro relacionado al control del azúcar en la sangre, deben de evitar comerlo.

Nutricionalmente son muy parecidas. Las dos son muy bajas en calorías, el melón es ligeramente superior pero también nos aporta más fibra y proteína que la sandía. Ambos son ricos en vitamina C y tienen un alto porcentaje de agua: 90 y 96%, respectivamente.

Prevenir el estreñimiento ya que es un laxante natural. Ayudar a mantener sana la piel y a cicatrizar heridas. En conjunto de una buena alimentación, ayuda a prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares.

"Dice el refrán: El melón, por la mañana oro, por la tarde, plata, y por la noche, mata. Pero no es verdad. Ni fermenta en el estómago después de la cena ni se ha demostrado ninguna razón por la que sea peor comer melón por la noche que por el día.

El melón es una fruta con muy pocas calorías que además aporta muchos nutrientes a nuestro cuerpo, como un 90 % de agua, potasio, magnesio, calcio y hierro. Además, es rico en vitaminas A y C. Se sabe que tiene poder diurético y provoca un efecto laxante, algo que lo convierte en ideal para una dieta de adelgazamiento.

Coma algunos alimentos salados, tales como galletas saladas, sopa y bebidas rehidratantes. Coma algunos alimentos ricos en potasio, como plátanos (bananos), patatas (papas) sin cáscara y jugos de fruta.

La cáscara de melón puede ser utilizada como un ingrediente clave en la preparación de deliciosos batidos y zumos. Algunas personas prefieren licuar la cáscara con el resto de la fruta, ya que contiene una cantidad significativa de nutrientes, como fibra, antioxidantes y vitaminas.

¿Entonces cuanta azúcar tiene el melón? Por cada 100 gr de melón encontraremos 6 gr de azúcares, contenido bastante inferior al contenido de azúcares que poseen otras frutas.

El melón está compuesto, casi en su totalidad, de agua, lo que nos mantendrá hidratados. Si a ello le sumamos su bajo contenido calórico (según Mapfre, el melón tiene 26,16Kcal por 100 gramos de alimento), «lo convierten en una fruta ideal en dietas de pérdida de peso».

Por cada 100 gr de melón encontraremos 6 gr de azúcares, contenido bastante inferior al contenido de azúcares que poseen otras frutas.

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En otras ocasiones, los síntomas gastrointestinales que aparecen después de comer melón pueden responder a una intolerancia a la fructosa, a intolerancias personales o a una manifestación de colon irritable. Puede que también tenga que ver con algún otro alimento ingerido (intolerancia al gluten o a los lácteos).

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Las naranjas y otros cítricos

El alto nivel de acidez de estos cítricos puede causar pesadez, digestiones pesadas y acidez estomacal si se toma de noche. Aunque sus efectos no son los mismos para todas las personas, lo mejor es que te olvides de las naranjas, las mandarinas o incluso el zumo antes de ir a dormir.

En este sentido, y si buscas opciones sin demasiado azúcar, estas son las piezas de fruta que debes incluir en tu dieta: el aguacate (0,7 gramos por cada 100), el limón (2,5 gramos), los arándanos (4 gramos), las frambuesas (5 gramos), la guayaba (5 gramos), el melón (6 gramos), la sandía (6 gramos), las fresas (7 ...

Por el contrario, las frutas que más azúcar tienen son: los dátiles (63 gramos), la naranja (23 gramos), las uvas (20 gramos), el plátano (entre 20 y 17 gramos), los higos (16 gramos), el mango (14,8 gramos), las cerezas (12 gramos) y la piña (10 gramos).

El melón contiene 5,69 g de azúcares totales por 100 g, mientras que la cifra de la sandía es ligeramente superior, unos 6,2 g por 100 g. La sandía contiene más fructosa que sacarosa o glucosa.

Los datos no engañan y la realidad es que el contenido calórico de ambas frutas es extremadamente bajo y casi igual. El melón contiene 36 kcal y la sandía 30kcal por 100g. Por tanto, no hay prácticamente diferencias entre ambas frutas en cuanto al impacto calórico aunque el melón está ligeramente por encima.

El melón es una planta herbácea de porte rastrero o trepador de nombre científico Cucumis melo L. Pertenece al grupo de las cucurbitáceas, como el pepino, sandía, calabacita, entre otros; su condición de producción la determina como hortaliza; sin embargo, por su consumo se le considera como fruta.

Su alto contenido de antioxidantes convierten la sandía en una fruta excelente para combatir la inflamación. Tomar un vaso de zumo de sandía diario podría reducir el riesgo de padecer enfermedades como la artritis, el asma o el cáncer de colon.

Según la sabiduría popular, esta fruta tan saludable es ideal para quitarnos la sed en un momento de calor tanto por el día como por la noche. Asimismo, como es saciante, ayuda a que el estómago quede saciado toda la madrugada y así durmamos bien.

Las pepitas del melón tienen un alto contenido en fibra, por lo que ayuda al organismo y tránsito intestinal a funcionar mejor. Por este motivo, es bueno para prevenir enfermedades el estreñimiento, al igual que las relacionadas con el tránsito intestinal. Estas semillas también aportan ácido linoleico.