¿Cómo quitar el estrés a un gato?

Cómo disminuir el estrés en los gatos

Los juegos y caricias son lo mejor para aliviar el estrés. Eso sí, si no quieres provocar el efecto contrario y crear más ansiedad en tu gato, nunca lo obligues a jugar contigo o intentes acariciarlo si no quiere. ¡Deja que sea él quién se acerque a ti!

Atrae a tu gato hacia a ti con ayuda de un poco de comida húmeda. El sabor y olor que desprende este tipo de alimentación son un incentivo muy atractivo para él. Si consigues que se acerque, acaríciale la cara, haciendo correr tu dedo por su nariz sin incomodarlo. Si detectas que te rechaza, déjalo que deambule.

En la mayoría de los casos este problema dura sólo unos días; debes preocuparte si se prolonga por más de una semana.

Los gatos son mascotas que pueden estresarse debido a que son animales muy nerviosos y cuando esta condición se vuelve crónica, llega a repercutir en su salud. Algunos signos de un gato estresado crónico son los cambios en el apetito o en los patrones de sueño, así como una disminución de la energía.

Mantén un ambiente agradable sin demasiados estímulos, ruidos o personas que molesten al gato. Se puede redirigir su actitud agresiva hacia una actividad que lo distraiga, como su juguete favorito. Una sábana es también una gran idea, pues les encanta jugar con ellas.

Como norma general, a la mayoría de los gatos les encanta que les toquen alrededor de las zonas en las que se localizan las glándulas faciales, como la base de las orejas, bajo la barbilla y cerca de las mejillas. Por el contrario, no disfrutan tanto del contacto en la barriga, el lomo y la base de la cola.

La lavanda desprende un aroma que es muy apreciado por los felinos. Si tienes plantas de lavanda por tu jardín seguro que tu gato siempre está oliéndolas. Es aconsejable tener este tipo de aromas en hogares donde hay felinos. Además, les relaja al igual que el tomillo.

Este comportamiento extraño es habitual que se atribuya al estrés. Aun así, siempre debemos acudir al veterinario para que descarte un problema físico. El estrés es tratable mediante modificaciones en el entorno y el manejo. Un etólogo o un veterinario especializado en conducta puede darnos las pautas a seguir.

El gato rasca y araña más de lo que lo hacía habitualmente. El gato se muestra especialmente apegado, o especialmente esquivo y agresivo, dependiendo de cada caso. El gato se lame compulsivamente. En casos extremos, cuando la ansiedad da lugar a la depresión, los gatos pueden llegar a mostrarse apáticos.

Es fundamental saber reconocer este comportamiento lo antes posible, que tiene entre otras las siguientes manifestaciones: Comportamiento de huida y escape de esa situación estresante, a veces acompañado de mordisco, gruñido, maullido desgarrador o bufido.

Tu gato te adora, ¡lo creas o no!

Sí, tu gato te quiere (incluso si no siempre lo muestra abiertamente) y acurrucarse en tu regazo es una prueba de ello. Otros signos de amor gatuno son los cabezazos en tu cara, el ronroneo y los besos en la nariz.

Gritos, petardos en Navidad, música a todo volumen, aspiradoras, tormentas, bocinas y un largo etcétera le causan miedo al gato e incluso pueden ocasionarle estrés y ansiedad.

Entre el año y los 6 años, pasará a ser un adulto joven. Aquí ya no será tan activo como antes y su temperamento se irá estabilizando. Algunos expertos afirman que el cambio más marcado ocurre a los 3 años. A partir de ahí, si todo va bien a nivel de salud, su bajada de revoluciones será gradual.

Mirar y fijar la mirada es un comportamiento innato en los gatos y supone una parte muy importante de su lenguaje corporal. Cuando un gato te mira fijamente es una señal de que se siente tranquilo y seguro a tu lado. Más allá de asustarte, debes sentirte agradecido porque te admira y quiere demostrártelo.

Trata de ignorar el maullido, no reacciones (ni siquiera mirándolo o suspirando) y asegúrate de que otros miembros de la familia tampoco respondan. Presta atención cuando el gato esté tranquilo y se comporte bien. Es posible que tu gato maúlle mucho a causa del estrés.

Cabeza, hombros, mejillas y nariz

La cabeza, la barbilla y el cuello suelen ser sus favoritos. Mientras que a algunos gatos les gusta que les acaricien la cola, otros retroceden e incluso experimentan dolor ante este contacto.

Un punto especialmente sensible en sentido negativo para estos animales el final de la espalda... es decir, el culete. Las investigaciones sugieren que este punto puede producir las respuestas de comportamiento más inesperadas y molestas. Otra zona que debe evitarse es el vientre.

Los gatos adoran observar lo que ocurre afuera de sus casas, el movimiento de la gente, las cosas que trae el viento, el pasar del día, entre otros, por lo que seguramente ya notaste que pueden pasar horas simplemente mirando por la ventana.

El tomillo, la lavanda, el limón o el geranio son algunas de las fragancias de plantas que están en la lista negra de los olores que odian los gatos. Si tienes problemas con tu gato en el jardín de la casa, puedes probar a colocar un par de plantas de tomillo o lavanda para evitar desastres del felino.

Olores que gustan a los gatos

Los olores favoritos de los gatos son generalmente de plantas que los excitan o relajan. El catnip o hierba gatera actúa como un estimulante y excitante sobre los gatos, generando un comportamiento similar al celo y es uno de sus olores favoritos.

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Maullidos constantes, demanda de mimos que no paran, expulsión de bolas de pelo (porque se la pasa acicalándose a causa de la ansiedad) y apetito voraz repentino debido a que no comió nada en todo el día. Además, hay ciertas señales que puedes observar que te dicen que tu gato no la pasa bien cuando no estás.

Síntomas, ¿Cómo manifiestan ellos el estrés?

Mediante su lenguaje corporal

Por ejemplo, al echarse boca arriba refleja que está animado y tranquilo, cuando se frota contra tu cuerpo, te está saludando y mostrando su felicidad, y si notas que sus ojos se dilatan de pronto, es porque está contento.

Quiere llamar tu atención.

A veces, tu gato te persigue simplemente porque necesita algo de ti: tiene hambre, ha ensuciado el arenero, se siente solo... Incluso puede que tenga miedo y busque refugio en alguien que le inspire confianza.

Los gatos reconocen la voz, el olor y las caricias de esa persona y las asocian con las experiencias vividas juntos. Cada uno es diferente y su forma de relacionarse depende de sus experiencias. No todos los gatos tienen una preferencia por una sola persona, y a veces puede ser difícil identificar quién es su favorito.