¿Cómo quitar la grasa de los azulejos de la cocina?

Mezcla partes iguales de vinagre y agua en un spray y aplícalo sobre los azulejos. Deja actuar durante unos minutos y luego frota con una bayeta PVA de microfibra o estropajo. El vinagre disolverá la grasa y dejará un brillo reluciente.

En un barreño añade agua caliente y una parte de vinagre blanco por cada tres de agua. Mezcla bien y usa una bayeta o una esponja humedecida con ello para frotar toda la superficie a limpiar. Una vez termines, repasa los azulejos con una bayeta empapada en agua limpia. Después, seca la superficie.

¡Usa desengrasante!

Toma dos tazas de agua y ponlas a hervir en una olla. Cuando esté lista, agrega 1/4 de taza de desengrasante. Luego revuelve muy bien y tendrás lista tu mezcla removedora de grasa. Toma un trapo limpio y seco, humedécelo un poco con la mezcla y ¡a limpiar!

Bicarbonato y sal

Otro remedio efectivo para limpiar azulejos de cocina es combinar a partes iguales agua, bicarbonato de sodio y sal. Mezcla bien y aplica esta pasta con una esponja sobre las baldosas. Frota con fuerza y retira con agua para enjuagar por completo el producto y aportar un brillo extra a tus azulejos.

Lo mejor para limpiar azulejos es utilizar vinagre de limpieza, sobre todo porque conseguirá eliminar los restos de cal que tanto cuesta quitar. Si no tuvieras también puedes usar vinagre blanco de la despensa. Mezcla en un barreño añade una parte de vinagre por tres de agua caliente. Remueve bien.

Consiste en mezclar a partes iguales alcohol de quemar, agua y amoniaco. Colocas la mezcla en una botella con un pulverizador y rocías todos los azulejos. Dejas que actúe durante unos minutos y ahora limpia los azulejos con la ayuda de un trapo limpio. Comprobarás que tus azulejos brillan como nunca antes.

Mardhes Mg destaca como el mejor desengrasante del mundo por varias razones: Eficacia incomparable: Su fórmula poderosa y altamente concentrada está diseñada específicamente para eliminar las manchas más difíciles de aceites y grasas vegetales.

Limpia las paredes

Si las paredes de tu cocina son de azulejo, será fácil limpiarlas. Tan solo tendrás que pasar una bayeta con vinagre para eliminar la grasa. Si están muy sucias, te recomendamos que te ayudes de un estropajo y jabón de lavavajillas. Aprovecha para limpiar también los interruptores y enchufes.

El bicarbonato de sodio también puede servir para eliminar las manchas de aceite en las paredes. Debes añadir 1 cucharada de bicarbonato por 1 litro de agua tibia; humedece una esponja no abrasiva y frota la mancha haciendo movimientos circulares suaves, con un paño limpio retira los restos de la mezcla.

Mezcla vinagre y agua en partes iguales y mételo en un spray. Rocía sobre cada azulejo, déjalo actuar unos minutos y a continuación pasa un paño sobre los azulejos para retirarlo. Esta mezcla también se puede usar para quitar el sarro que se forma en la ducha.

La piedra blanca de limpieza de Mercadona esta arrasando en las ventas y muchos usuarios ya han compartido sus proezas en las redes sociales. Apodada como el 'borrador mágico', esta piedra sirve para limpiar todos los rincones del hogar e incluso los roces de la carrocería de nuestro coche.

El vinagre blanco (específico de limpieza) también es un producto muy efectivo para acabar con todas las huellas, grasa y otras manchas de suciedad de la pantalla de cualquier televisor. Es ideal para este tipo de superficies tan delicadas, ya que es un producto natural que no corroe ni es abrasivo.

Amoniaco y agua caliente

Para hacerlo hay que preparar en un barreño el amoniaco y el agua. Por cada una de las partes del amoniaco, habría que echar diez de agua. Después, con un buen estropajo frota entre los azulejos, para después pasar un trapo con agua. Secas y listo.

Mezclá la mitad de una taza (unos 100 g) de bicarbonato de sodio con agua a temperatura de ebullición. Poné la mezcla dentro de un pulverizador y rocía los azulejos. Dejá reposar unos 20 minutos. Frotá con un cepillo hasta que las manchas negras hayan desaparecido por completo.

1Pulveriza KH-7 Cocinas en la zona que quieres limpiar. 2Deja que el producto actúe unos segundos. 3Después, pasa un trapo seco para conseguir un resultado brillante e impecable.

Haz una pasta con dos partes de bicarbonato de sodio y una parte de agua, luego frótala sobre las juntas de los azulejos sucios con un cepillo de dientes viejo. ¡Un cepillo de dientes eléctrico con un cabezal viejo también hará maravillas y te cuidará de terminar con los codos molidos!

Para sellar las juntas, deberás esperar un promedio de 3 a 6 horas en el caso de las paredes y hasta 24 horas si es en pisos, según la humedad, para que el fraguado de la instalación ocurra adecuadamente.

Bicarbonato de sodio

Para usarlo, tan sólo tienes que esparcir el producto sobre la grasa y frotar con una esponja. Es probable que necesites humedecer el bicarbonato de sodio para limpiar; por ello, te aconsejamos utilizar agua o jugo de limón como hemos visto.

El jabón de Marsella es uno de los mejores desengrasantes para cocina que puedes utilizar. Gracias a su composición, desprende los restos de grasa y elimina posibles residuos de alimentos. Además, neutraliza la acción de los gérmenes y quita los malos olores.

El amoniaco tiene una grandísima capacidad desengrasante. Aunque hay personas que también lo usan como desinfectante, en este aspecto la verdadera ganadora es la lejía. Pero en el caso de acabar con la grasa, especialmente de las superficies y de los tejidos, el amoniaco es el rey.

El vinagre de limpieza es un desengrasante excelente. Mezcla partes iguales de vinagre y agua en un spray y aplícalo sobre los azulejos. Deja actuar durante unos minutos y luego frota con una bayeta PVA de microfibra o estropajo. El vinagre disolverá la grasa y dejará un brillo reluciente.

Cómo limpiar la cocina con amoniaco

Para limpiar la cocina con amoniaco sigue estos pasos: Mezcla un poco de este producto en un recipiente con agua caliente. Con un paño o esponja suave, limpia las superficies que deseas lavar. Deja reposar durante al menos un par de horas horas para ablandar la suciedad si es mucha.

Para quitar el moho de las paredes con amoníaco, tan solo deberás: Realizar una mezcla de amoníaco o detergente amoniacal con agua. Rociar la mezcla, con ayuda de un pulverizador, por las zonas manchadas con moho. Remover con una esponja.

Humedece el paño (o esponja) en un cubo con agua tibia y pásalo por la superficie. Cambia el agua del cubo cuando se ensucie. Si fuera necesario, añade un poco de jabón neutro, multiusos o detergente de lavavajillas en el agua. Antes de proceder en toda la pared, prueba en un rincón poco visible.

Mezcla bicarbonato con vinagre a partes iguales. Mezcla bien hasta tener una pasta con ambos ingredientes. Aplícala con la ayuda de una servilleta de papel o un estropajo suave, incidiendo en las zonas más sucias. Si quedan restos, elimínalos con una regleta o espátula.

Sirve para limpiar fondos de sartenes/ollas, vitro, campana, fregadero, grifos, filtro grifos, mampara, zapatillas blancas, pomos, manchas de óxido, muebles de jardín, etc.”