¿Cómo saber cuándo hay que cambiar las pastillas de freno?

Si las pastillas de freno tienen un grosor inferior a 2 milímetros es que debes sustituir las pastillas de freno. Para ver esto, se recomienda desmontar las ruedas y, en el caso de que no sepas cómo hacerlo, ir al mecánico.

Síntomas que avisan de que hay que cambiar las pastillas

Por lo general, las pastillas de frenos de los automóviles duran alrededor de 50 mil kilómetros. Sin embargo, cuando muestren signos de desgaste también deben reemplazase. El momento indicado será cuando el nivel de líquido de frenos baje de forma significativa.

Cambiar las pastillas de freno traseras te costará algo menos, entre 90 y 110 euros en los sitios más caros y en la horquilla de 60 a 90 euros en los más baratos. Si te decides a cambiar las 4 pastillas de freno de golpe, podrías gastar en torno a 190 o 200 euros, según la media de las tarifas nacionales.

Si el estado de las pastillas está deteriorado las principales consecuencias afectarán a la capacidad de detención del vehículo, aumentando la distancia de frenado y con la posibilidad de ocasionar derrapes indeseados.

Unas pastillas desgastadas provocan, obviamente, una mayor distancia de frenado. Reduciendo así nuestra seguridad y eficacia de frenado. Por eso es importante tener un buen mantenimiento de este componente.

¿Cómo saber si un disco de freno está gastado?

Tal y como hemos mencionado antes, las pastillas de freno delanteras son las piezas más cambiadas debido a su rápido desgaste. Por lo que si quieres cambiar únicamente estas, debes saber que el precio medio de este servicio oscila entre los 103 y 107 euros.

Las pastillas delanteras deben cambiarse cada 60.000 km y las traseras cada 120.000 km.. Por lo general, lo correcto es cambiar los discos por cada dos cambios de pastillas. En el caso de los delanteros, esto es cada 120.000 km.

Síntomas para detectar fallos en los frenos del coche

Los discos de freno suelen costar entre 20 y 80 euros el par. El precio de unas pastillas de freno nuevas oscila entre 30 y 90 euros por eje.

Las pastillas de freno de baja calidad pueden ser muy ruidosas, se desgastan más rápido y también causan desgaste en otras piezas del sistema de frenos, como los rotores de freno, lo que implica mayores gastos a largo plazo.

Otro dato importante a tener en cuenta es que las pastillas delanteras se gastan antes y con más frecuencias que las de los frenos de las ruedas traseras. Una forma fácil y sencilla de comprobar este desgaste es a través del testigo que casi siempre tienen los coches en el cuadro de mandos.

Una falla interna, corrosión o residuos en el líquido de frenos pueden hacer que la válvula no funcione correctamente, lo que da como resultado un pedal bajo o esponjoso. Nota importante: Si experimenta un pedal de freno esponjoso, suave o bajo, haga que su mecánico inspeccione su vehículo de inmediato.

Los 5 problemas más frecuentes en las pastillas y discos de freno.

Si el pedal se hunde o requiere que estés bombeando varias veces para evitar que el vehículo se deslice, entonces el cilindro maestro necesita repararse. En algunos vehículos con ABS en las ruedas traseras, es posible también que alguna fuga en la unidad ABS pueda provocar una condición similar donde el pedal se hunde.

El cambio de los discos de freno dependerá en gran medida del uso que hagas del vehículo. Como norma general, los discos suelen renovarse cada dos cambios de pastillas (es decir, aproximadamente cada 120.000 km).

El cambio de discos no es un mantenimiento complejo y se puede tardar en torno a hora y media los discos de un mismo eje.

Calcular el grosor del disco de freno en varios puntos de medición de la circunferencia del disco, aprox. 10 – 15 mm bajo el radio de fricción exterior.

Los fallos más comunes pueden ser: Liquido de frenos bajo, debido a unas pastillas desgastadas que tienen que cerrarse más para actuar sobre el disco o incluso una fuga. Discos dañados: Esto hará que nuestras ruedas no giren a la misma velocidad, siendo una más lenta llegando a bloquearlo.

Las causas del sobrecalentamiento del disco de freno

La principal razón por la cual el disco de freno se calienta en exceso es la fricción. Si bien la base del funcionamiento de los frenos se basa en la fricción, con un estilo de conducción agresivo la fricción aumenta sobremanera.

Si oye una vibración metálica de sus frenos cuando pisa el pedal, esto es probablemente porque el indicador de desgaste de las pastillas de freno está rozando contra el disco para alertarlo. Debe sustituir sus pastillas de freno lo antes posible, y esté atento a la luz roja del tablero que también puede encenderse.

"Una combinación de factores físicos, condiciones climáticas y hábitos de manejo realmente marca la diferencia, pero se recomienda que reemplace sus neumáticos después de conducir 10,000-50,000 km".

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Normalmente, el espesor que se considera idóneo para las pastillas de freno es el rango entre los 6 mm y los 12 mm. Asimismo, cuando las pastillas llegan hasta los 4 mm de grosor, es momento de cambiarlas por otras nuevas.

El grosor mínimo que debe tener un disco de freno para su correcto funcionamiento depende del modelo. En el mismo disco de freno se encuentran impresas, en un lugar visible, las siglas MIN TH = (Minimum Thickness) seguidas por un valor en milímetros.

Vehículos convencionales: Este tipo de coches montan un total de cuatro discos de freno, dos de ellos en el eje delantero y el resto en el eje trasero.