¿Cómo saber el tipo de suelo de un terreno?

En el caso de nuestro país, podemos revisar los tipos de suelo mediante la sede electrónica del catastro. Mediante esta plataforma podremos conocer de primera mano si el suelo es urbano, no urbano o urbanizable. Pero esta no es la única manera. Podemos también visitar el Ayuntamiento del Municipio.

Tipos de suelo según su textura

¿Cómo puedo saber si mi terreno es suelo rústico? La mejor opción para saber si un terreno es rústico y su clasificación es pedir la cédula urbanística en el Ayuntamiento del municipio donde se ubica la finca. En este documento, se nos informará de su situación, los límites para construir etc.

El método más fiable es acudir directamente a una consulta al Ayuntamiento del municipio donde se encuentra ubicado el terreno que nos interesa. Ahí nos van a decir con seguridad si el terreno es rústico o urbano e incluso nos van a informar de las posibilidades de desarrollo o explotación de esa parcela.

Para saber si el terreno es edificable y podemos comenzar la construcción hay que consultarlo en el área de Urbanismo del Ayuntamiento donde esté ubicada la finca. En este departamento informan sobre su estado, si el terreno es urbanizable y sobre cuántas plantas se pueden edificar, entre otras características.

Los cuatro tipos de suelos se clasifican en (1) arenosos; (2) limos; (3) suelos francos y (4) arcillosos o barros. Esta clasificación se basa en el tamaño de las partículas que tiene cada tipo de suelo. Las partículas del suelo varían mucho de tamaño, como se muestra en esta ilustración.

Tipos de suelos que podemos encontrar

Lo que expone la legislación vigente es que en un terreno rústico sí se puede construir (si no la hay ya) una casa de campo específica para el uso agrícola o ganadero de ese espacio.

Para urbanizar un terreno urbanizable hay que redactar una figura de planeamiento (plan parcial), y tras su aprobación, un proyecto, que es el proyecto de urbanización. Lo realizan arquitectos, apoyados por equipos multidisciplinares de expertos en tráfico, ingenieros medioambientales, etc.

Estos terrenos rústicos pueden ser utilizados para agricultura, ganadería, silvicultura, conservación del medio ambiente, turismo rural, entre otros usos. Las fincas rústicas pueden ser propiedad privada o pública, y están sujetos a regulaciones y leyes específicas en relación a su uso, conservación y desarrollo.

Esto quiere decir que, al no estar Registrada, ni su descripción ni su titularidad, es pública por lo que si adquirimos una propiedad sin estar registrada corremos el riesgo de que quien nos venda no sea el titular real de la vivienda.

Para resumir, para saber el polígono y parcela de una finca en España es necesario consultar la información registrada en el Catastro, lo cual se puede realizar a través de la Sede Electrónica del Catastro o a través de una nota simple registral del Registro de la Propiedad.

No siempre es legal construir una vivienda en suelo no urbanizable. Sin embargo, si la finca rústica cuenta con una casa preexistente inscrita en el Registro de la Propiedad con una antigüedad de más de 40 años, sí que es legal residir en ella. Además, se podrán acometer obras de mejora y restauración.

Superficie mínima: ¿Cuántos metros se necesitan para construir una casa en terreno rústico? El terreno debe tener una extensión mínima de 2000 metros cuadrados para poder realizar construcciones.

La construcción no podrá ocupar más del 20% de la superficie de la parcela. Las características constructivas y estéticas deben estar acordes con el entorno.

Los suelos calizos contienen un alto porcentaje de cal y son ideales para la construcción ya que retienen la humedad de manera rápida y fácil. Al construir en estos tipos de suelo no es necesario realizar excavaciones profundas para cimentación, lo que reduce costos y tiempos.

Las margas tienen una mezcla bastante uniforme de arena, limo y arcilla . Su tacto puede describirse como suave o sedoso, y también graso si hay mucha materia orgánica presente. Las arcillas comprenden más del 35% de partículas de arcilla y se denominan suelos de textura fina o pesados.

El suelo se puede clasificar en tres tipos principales según su textura: arena, limo y arcilla . Sin embargo, el porcentaje de estos puede variar, dando como resultado tipos de suelo más compuestos como arena franca, arcilla arenosa, arcilla limosa, etc.

Es conocida la Clasificación Taxonómica de los 12 Órdenes del Suelo de la USDA. Estos órdenes son Alfisol, Andisol, Aridisol, Entisol, Espodosol, Gelisol, Histosol, Inceptisol, Mollisol, Oxisol, Ultisol y Vertisol.

La tierra arcillosa forma una bola muy fácilmente, a menudo puedes moldear la tierra con tus manos. La pelota no se rompe cuando rebota en la palma de tu mano. Las partículas de arcilla se pegan incluso cuando se frota la tierra entre el pulgar y los dedos, formando una cinta.

El suelo Tipo A es cohesivo, y tiene una alta fuerza de compresión (1.5 toneladas por pie cuadrado o más). Dentro de los suelos Tipo A encontramos la arcilla, la arcilla limosa, la arcilla arenosa y el suelo franco arcilloso.

El suelo rústico también conocido como rural o no urbanizable, es una de las situaciones básicas del suelo, que se define como la porción de terreno que se encuentra fuera de los límites de una zona urbanizada o urbanizable, y cuyo destino no está referido al uso residencial o comercial.

Se puede construir una casa nueva en un terreno no urbanizable siempre que esté vinculada a la explotación agrícola, ganadera o forestal de la finca. Para que esto sea posible, la vivienda debe estar alejada de la residencia habitual del propietario y ser indispensable para la explotación del suelo.

La mayoría de los terrenos rústicos están protegidos y, a menos que se encuentren en una zona específicamente autorizada con un permiso, no se pueden trasladar viviendas de ningún tipo al terreno, incluidas las construidas en cuevas naturales, las casas autosuficientes y las casas móviles.

Para poder construir una vivienda en terrenos rústicos, serán imprescindibles las siguientes condiciones: La parcela debe tener como mínimo 2000 metros cuadrados, debe tener acceso a una vía de uso público y contar con los suministros básicos (agua, luz, red de saneamiento, recogida de basuras).

Para que un suelo rústico o rural pase a ser urbanizable, es decir, para que pueda transformarse de manera ordenada en suelo urbanizado, es necesario e imprescindible que se establezca su ordenación mediante planes urbanísticos. Son estos los que definen las clases de suelo.

Como decíamos antes, los metros cuadrados que se pueden construir en un terreno rústico varían mucho en función de la legislación autonómica y municipal. Sin embargo, una edificabilidad habitual de vivienda en un terreno calificado como no urbanizable y no protegido puede rondar los 0,01m2/m2 a 0,03m2/m2.