¿Cómo saber si es plata con agua y sal?

Si dudas de que algún objeto de plata es realmente de ese metal, recurre a la sal. Prepara una mezcla de tres cucharadas de agua y una de sal fina, aunque la cantidad debe cambiar según las dimensiones del objeto. Sabrás que es realmente plata si ésta no cambia de color.

La última manera de descubrir si la pieza que posees es de plata consiste en colocar la joya encima de un cubito de hielo. Para no manchar demasiado, lo mejor es colocar un papel absorbente sobre la encimera de la cocina y sobre él, el hielo y sobre este la joya.

Y no solo el cloro puede dañar tus joyas de oro y diamantes; el agua salada también puede dañarlas. La sal causa la erosión de los elementos soldados de oro, plata o platino. Como resultado, el metal precioso puede debilitarse y tus joyas podrían romperse.

La diferencia clave entre la plata y el baño de plata o plateado es que los artículos de plata están hechos del metal sólido, mientras que los artículos del baño de plata están hechos de otro metal en la base, y se aplica una capa de plata en la superficie de ese metal.

Agrega un poco de sal. Coloca las piezas supuestamente de plata en el recipiente y deja reposar por unos minutos. Después de unos minutos retira las piezas con una cuchara. Para comprobar la autenticidad de las piezas, simplemente estas deben lucir brillantes después de limpiarlAs con un paño.

Pon los artículos de plata dentro. Añade el vinagre hasta que las joyas o piezas queden bien cubiertas por el vinagre. Deja todos los artículos sumergidos durante una hora (se pueden dejar más si se ve que todavía no están bien limpios). Enjuaga cada pieza o joya con abundante agua.

En un bol con agua hirviendo y un poco de sal, como una cucharadita, introduce los objetos de plata que quieras abrillantar. Déjalos sumergidos en el bol toda la noche. Al día siguiente, con la ayuda de un paño de algodón, sécalos. Verás que lucen como el primer día.

Si sumerges las piezas de plata constantemente en agua salada, se pueden llegar a rayar. Por último, siguiendo con los casos típicos del verano, evita llevar tus joyas de plata a spas o balnearios. Las aguas de estos lugares, como en el caso de la piscina, contiene agentes que son abrasivos para metales como la plata.

La plata disuelta en el agua potable puede tener efectos negativos en la salud humana. A concentraciones elevadas, la plata puede causar cierta irritación gastrointestinal, diarrea, dolor abdominal y coloración de la piel y las uñas.

La alpaca, plata alemana o metal blanco es una aleación ternaria compuesta por zinc, cobre y níquel, con un color y brillo parecido al de la plata.

Los signos distintivos de la plata auténtica

Este sello suele tener forma de número e indica el porcentaje de plata pura del metal. Por ejemplo, el sello "925" significa que la joya está compuesta por un 92,5% de plata pura.

Es un proceso totalmente natural y no debes alarmarte, y es que se debe a un proceso químico llamado oxidación, que ocurre cuando la plata entra en contacto con el aire, el agua o ciertas sustancias.

Otra manera de distinguir entre plata y alpaca es observando su oxidación. La plata se oscurece con el tiempo y adquiere una pátina que puede ser muy apreciada por los coleccionistas, mientras que la alpaca puede oxidarse y perder su color original.

El vinagre es perfecto para limpiar la plata sin dañarla, por lo que si tienes anillos que han ennegrecido, puedes utilizar este truco para volverlos a lucir: En un bol pon agua caliente hasta que las joyas estén sumergidas. Añade 2 o 3 cucharadas de vinagre y remueve un poco.

Para limpiar y deshacer la capa opaca que recubre tus objetos de plata necesitarás una cucharada de bicarbonato (10 g) y 1/4 de taza de vinagre blanco (62 ml). Vierte el vinagre en un recipiente y poco a poco, agrega el bicarbonato hasta que disuelva. Sumerge tus objetos y deja actuar. ¡Verás qué bien funciona!

Con solo una gota de lejía sobre una pieza de plata es suficiente para saber si realmente es de plata de ley, ya que la lejía produce una reacción química en contacto con la plata que provoca que esta se “oxide” rápidamente tornándose en un color oscuro.

Disuelve lejía en una taza con agua.

Cuando la mezcla ya esté hecha deberás mojar un pañuelo y frotar tu joya o pieza durante varios minutos. En el caso de que tu pieza se mantenga igual, podrás confirmar que es de oro. Si la joya comienza a tener tonos verdosos o blancos, entonces será de otro material.

Vierte el agua con bicarbonato en el recipiente forrado con el papel de aluminio. Seguidamente, introduce los objetos de plata durante 15 - 30 minutos, en los que verás cómo la suciedad se va desprendiendo. Pasado este tiempo, saca los objetos del agua, pásalos por agua fría y seca cuidadosamente con un paño suave.

En cualquier caso, su uso es muy efectivo para dejar la plata como nueva. Hay dos formas de aplicarlo: Amoniaco y agua caliente mezclados a partes iguales: se impregna un paño y se frota sobre las piezas. Amoniaco puro: igualmente frotando la plata con un paño impregnado.

La exposición al polvo con niveles relativamente altos de compuestos de plata, como el nitrato de plata o el óxido de plata, puede causar problemas respiratorios, irritación en los pulmones y la garganta así como dolor de estómago.

De lo contrario, puede crear una reacción peligrosa e, incluso, explosiva. Y es que, al ser inestable y dada su rápida descomposición a oxígeno y agua con liberación de calor, también puede causar combustión espontánea cuando entra en contacto con materia orgánica o ciertos metales como el cobre o la plata.

La plata no se oxida, pues no reacciona al oxígeno, sino al azufre. Este sulfuro lo que hace es "empañar" la plata, dándole ese aspecto amarillento o negro. -Otros factores que pueden oscurecer la plata son los productos que usamos, maquillajes, cremas, perfumes e incluso el propio sudor.

La plata pura es de color “plateado”, pero el nitrato de plata y el cloruro de plata son polvos blancos, y el sulfuro de plata y el óxido de plata son entre gris obscuro y negro. La plata ocurre a menudo como subproducto durante la recuperación de minerales de cobre, plomo, cinc y de oro.