¿Cómo saber si tienes química con una persona?

Una señal de la existencia de química entre dos personas es el hecho de que tienden a buscarse entre sí, es decir, que incluso a nivel inconsciente buscan un contacto o encuentro con la otra persona. Ello es más revelador si se producen encuentros frecuentes entre dos personas que viven en puntos muy diferentes.

Cuando aparece, nuestro hipotálamo envía mensajes a las glándulas suprarrenales para que aumenten la producción de adrenalina y noradrenalina, responsables del incremento del ritmo cardiaco y de la presión arterial entre otros. Por último, la oxitocina, u «hormona del cariño», crea una sensación de bienestar.

Si varios de estos signos están presentes entre ambos, ¡enhorabuena!, la atracción sexual entre los dos está servida.

La atracción es un fenómeno basado en la acción de traer hacia uno mismo a alguien que, debido a una serie de factores culturales, psicológicos y biológicos, resulta de su propio agrado. Los motivos del agrado varían en función de diferentes matices, e incluso los niveles de amor tienen sus variaciones.

Sentir la química es querer hablar y estar con esa persona sin límites, es quererla de arriba a abajo en días, es desearla y sentirte atraído sin saber por qué, pero ahí está, decidiendo por tí eso que no entiendes.

La química sexual o del "enamoramiento" se debe a la segregación de sustancias como la dopamina, la noradrenalina, la serotonina, las endorfinas y feromonas; un coctel perfectamente bien preparado, que si juega a nuestro favor, no dudará ni un segundo en dirigirnos hacia nuestro objetivo.

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La atracción es un fenómeno basado en la acción de traer hacia uno mismo a alguien que, debido a una serie de factores culturales, psicológicos y biológicos, resulta de su propio agrado. Los motivos del agrado varían en función de diferentes matices, e incluso los niveles de amor tienen sus variaciones.

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Para que exista «química» en las relaciones humanas debe haber atracción. No necesariamente una atracción física, sino más bien emocional. Cuántas veces se oye decir «no tenemos química », una expresión tan habitual, que parece que ha perdido su sentido.

Gestos que delatan una atracción

También lo es el contacto físico, como tocar el brazo o la mano de la otra persona. Si se inclina hacia ti al hablar, “puede ser una señal de interés y atracción”. No son los únicos gestos que delatan atracción, también podemos intuir esa afección si se ríe de todo lo que dices.

Cuando lo que se siente por la otra persona es amor, la mirada se enfoca hacia la cara, mientras que si prima el deseo sexual sobe el sentimental, la mirada suele dirigirse en primer lugar al cuerpo de la otra persona, en lugar de a los ojos.

La conexión emocional en una relación se refiere a la capacidad de dos personas de entenderse y apoyarse emocionalmente. Es la capacidad de compartir sentimientos, pensamientos y experiencias de una manera íntima y significativa.

Si varios de estos signos están presentes entre ambos, ¡enhorabuena!, la atracción sexual entre los dos está servida.

Solemos definir la química como la atracción sexual existente entre dos personas, la pasión o el impulso de estar junto al otro. Es el elemento más presente al inicio de las relaciones, cuando ambos aún se están conociendo y suele llevar a lo que Sternberg denomina encaprichamiento en su teoría triangular del amor.

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Pero ¿cuánto dura el proceso del enamoramiento? De acuerdo con el investigador, este proceso varía en hombres y mujeres; en las mujeres puede ir de seis meses a tres años; “quizás por eso a las mujeres les resulta más complicado terminar con una relación”, en cambio en los varones puede durar hasta seis meses.

¿Qué es la tensión sexual y qué significa? La tensión sexual es la experiencia tangible de sentir lo que crees que es una atracción física mutua hacia otra persona. Se manifiesta en reacciones físicas en el cuerpo que notarás cuando la otra persona esté cerca.

El enamoramiento. Si la atracción física no se queda ahí y va más allá, de manera que esas sensaciones que otra persona nos provoca siguen creciendo, alcanzaremos la segunda etapa del amor: el enamoramiento.

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Ante la pregunta por qué no me dice nada si le gusto, las razones más habituales suelen ser por timidez, temor a arruinar una amistad, incertidumbre sobre sus sentimientos, malas experiencias pasadas o falta de habilidades comunicativas.

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Y atención a la comunicación no verbal: cuando un hombre está coqueteando, en muchas ocasiones busca contacto visual, sonríe, y tiene una postura abierta hacia la mujer que le interesa. Se inclina hacia ella cuando habla, busca el contacto físico, tocando un hombro o un brazo en la comunicación.

No deja de dirigir su mirada hacia tus labios, pues no puede dejar de pensar en lo mucho que le gustaría besarlos. Sus manos están inquietas y toca algún objeto que tenga cerca para controlar ese nerviosismo. Mantiene una postura corporal erguida y dirige su cuerpo hacia ti. Se muerde o lame los labios.

El hombre enamorado en silencio no sabe expresar en palabras lo que siente. Simplemente se dedica a mirarte y observarte como actúas sin intervenir. Es probable que muchas veces no te des cuenta que te mira pues cuando tú giras la vista hacia él, de inmediato desvía la mirada.

Coqueteo ocular. Las parejas enamoradas a menudo coquetean con los ojos, una mirada rápida y de reojo, tal vez acompañada de una sonrisa tímida. O mirar fijamente a los ojos de otra persona durante mucho tiempo con una expresión en blanco, que se deja caer de inmediato y es seguida por una sonrisa o una risa.