¿Cómo saber si un boletus está sano?

Para saber si el boletus está bien, puedes presionar el hongo en la parte del pie. Si está duro, es buena señal. Al cortarlo, debes comprobar que por dentro también está sano y sin gusanos. Si solo hay partes dañadas, puedes recortar esa carne y aprovechar el resto del boletus.

También puedes saber si los champiñones están en mal estado fijándote en la parte inferior del sombrero, es decir, en las agallas de la seta. Si ves que esta zona está oscurecida significa que ha comenzado con su proceso de putrefacción, por lo tanto, tíralos a la basura.

Muy probablemente podremos disfrutar al máximo del resto del boletus. A parte de los rastros de gusanos, también nos tenemos que fijar en la parte inferior del sombrero. Si tiene un color amarillo o verde claro, hay que quitarlo.

También hay que destacar que hay dos que son tóxicos: boletus satanas y boletus rhodoxanthus. El boletus satanas, aunque normalmente no es mortal, es muy indigesto.

"La puedes tener una semana en la nevera y no pierde más que un poco de aroma", comenta Carlos Pelegrí, aunque lo recomendable es consumirla lo más fresca posible.

La decoloración es una de las señales más evidentes de la contaminación. Muchas especies de mohos agresivos tienen colores intensos. Si ves manchas verdes, azules, grises o negras sobre o dentro del recipiente de fructificación, es muy probable que tu cultivo esté contaminado.

Los efectos de las setas alucinógenas suelen empezar al cabo de 30 a 45 minutos de ingerirlas. Pueden durar hasta 6 horas. Los efectos iniciales incluyen típicamente náuseas y bostezos excesivos. Tras estos efectos iniciales, empieza el "viaje".

Aunque es preferible consumir esta seta lo más fresca posible, el boletus aguanta una semana. El boletus edulis es muy versátil en la cocina.

Si los boletus son jóvenes y/o pequeños, no es necesario eliminar esta esponja, pero sí en el caso de boletus más grandes. Para quitarla nos ayudaremos de un cuchillo o directamente de los dedos. Esta esponja la podremos utilizar para darle sabor a setas a nuestros caldos de carne o verduras.

Los guardamos en recipientes bien cerrados y en lugar seco. En ambos casos los cortamos en láminas del mismo grosor. Posteriormente los utilizaremos en sopas, guisos, sales, aliños… incluso podemos molerlos para otros usos.

Observaciones: Fácil de identificar por el pie rechoncho y por la coloración pálida del sombrero y rojiza de los poros. Especie tóxica.

Las 4 especies de boletus comestibles más consumidos, buscados y recolectados son los edulis, pinicola, aereus y reticulado o de verano. Todos ellos están considerados como excelentes comestibles. La diferencia más notable entre ellos es el color del sombrero.

Este es el caso del Suillellus Satanas o Boletus Satanás, su cutícula es blanca o gris claro y de pie rojo intenso y su cambio al cortar es a un azul verdoso. Se recomienda precaución, ya que este hongo es tóxico.

Conservación

Una de las mejores opciones para conservar boletus es deshidratarlos. Bien para hidratarlos después cuando tengamos que hacer una receta con boletus o para molerlos y hacer una deliciosa harina de boletus. Para deshidratarlos podemos optar por el método tradicional, al aire libre, o utilizar un deshidratador eléctrico.

Se recomienda descongelarse en refrigeración y consumirse a continuación. Una vez descongelado, el producto puede mantenerse en refrigeración como máximo 2 días hasta su consumo.

Uno de los puntos a observar para saber qué hongo es, está en las escamas. Los comestibles tienen unas escamas particulares que los identifican, lo cual permite diferenciarlos de las variedades tóxicas.

Los riesgos de consumir alimentos en mal estado

El moho puede causarle problemas de salud. Inhalar o tocar moho o esporas de moho puede causar reacciones alérgicas o crisis de asma en personas sensibles. También puede causar infecciones micóticas.

Existen hongos de todos los colores: blanco (Agaricus, Amanita) amarillo (Tremella) negro (Tuber)

Ya solo falta introducirlas en la nevera y consumirlas: ten en cuenta que, si las conservas enteras, durarán hasta 10 días, mientras que si las troceas reducirás este tiempo a unos 7 días como máximo. Otra opción es cocinarlas, en cuyo caso también podrán durar hasta 10 días aptas para su consumo.

¿Cuánto tiempo duran los champiñones en el refri? Entre 7 y 10 días. Champiñones frescos, los puedes guardar en el refrigerador durante aproximadamente una semana. Champiñones cocidos, los puedes guardar entre 3 o 4 días.

Sobre las setas pondremos un papel de cocina absorbente impregnado con unas gotas de agua, para que conserve la humedad. Después, debemos cerrar herméticamente el táper y guardarlo siempre en la nevera. Si las compras laminadas, tal y como vienen en la bandeja debemos guardarlas en el frigorífico.

Diámetro entre 2 y 8 cm y altura entre 5 y 20-22 cm.

Lo único que debéis hacer es dejar vuestras setas ordenadas en la bandeja de vuestro horno, sin que estén muy pegadas unas de otras. Entonces, abrir el horno a no más de 100º y tenéis que ir revisándolas hasta que estén correctamente deshidratadas (en función de cada seta, el tiempo puede variar).

Suele aparecer desde finales de verano hasta finales de otoño. Principalmente después de episodios de lluvias. Su ciclo de aparición es de aproximadamente entre 10 y 14 días después de la lluvia (siempre que sea abundante).

Si el congelador congelador dispone de una bandeja de congelación rápida conviene mantener las setas en esta zona durante las primeras 24 horas de congelación para pasarlas después a la zona de temperatura normal (-18º). Así se conservan hasta seis meses.

La primera es freír en aceite de oliva virgen extra a baja temperatura (60-90ºC) y envasar después en bolsas de vacío. La segunda opción es laminar, escaldar en agua hirviendo durante dos minutos, escurrir a conciencia, secar con papel absorbente y meter en bolsas para congelación.