¿Cómo saber si un conejo se siente mal?

Diarrea o heces demasiado blandas que persisten en el tiempo. Ronquidos, estornudos, tos, mocos o dificultad para respirar. Ojos llorosos, rojos o irritados. Cabeza inclinada hacia un lado.

Un conejo con dolor coloca las orejas hacia atrás y entrecierra los ojos. Estos gestos forman parte de una «escala de muecas» que nos revela cómo sienten malestar los animales.

Por ello, lo primero que debes hacer al observar que tu conejo está triste, se rehúsa a comer o no tiene energía para jugar, es llevarlo rápidamente al veterinario especializado. En la clínica veterinaria, el profesional podrá verificar el estado de salud de tu conejo y descartar posibles causas patológicas.

Las principales causas son infecciones bacterianas. En muchas ocasiones el origen de estas infecciones puede empezar en las vías respiratorias y a través de ahí se diseminan al oído. También puede proceder del propio torrente sanguíneo o incluso cualquier tipo de infección en cualquier parte del organismo.

Tumbarse en el suelo

Cuando un conejo se siente cansado, o simplemente quiere estar tranquilo, se tumba y se estira en el suelo. Si tiene las patas encogidas es porque se siente desconfiado y las coloca así para poder salir corriendo. En cambio, si coloca las patas estiradas es que está muy relajado.

Si el malestar de tu conejo sólo se debe a gas, el dolor de tu conejo debería desaparecer a las 12 horas, empezando éste a comer y beber por su cuenta. Si los síntomas continúan o empeoran, debes llevar a tu conejo al veterinario lo más pronto posible.

Un conejo resfriado debe seguir un tratamiento veterinario obligatoriamente. Puedes aliviar los síntomas de tu mascota complementando el tratamiento con remedios caseros, ofreciéndoles, por ejemplo, manzanilla, tomillo o llantén menor. También puedes utilizar la clásica infusión de manzanilla.

Suele deberse a una alimentación inadecuada. Los cambios bruscos en la dieta y el no lavar la comida fresca antes de ofercerla son las causas más comúnes. El aparato digestivo de los conejos es muy sensible a los cambios, por lo que siempre debemos hacerlos de forma gradual.

La pérdida del apetito en conejos es una situación clínica preocupante. No son animales que puedan pasar más de 24 horas en ayunas. Por este motivo, si aprecias que tu conejo no come, no dudes en acudir al veterinario. Es una causa de consulta frecuente y en ocasiones se relaciona con un manejo inadecuado.

Un conejo no debe pasar más de un día y medio o dos días sin comer; si se produce esta situación, llévalo rápidamente al veterinario. Es importante tener en cuenta que los conejos son animales coprófagos.

Echar las orejas hacia atrás, hasta dejarlas casi pegadas al cuello, así como permanecer inmóvil o encogerse hasta parecer una bola, son signos de miedo, y demuestran que tu conejo está estresado. Lo que intenta es hacerse pequeño y pasar desapercibido ante los depredadores.

SÍNTOMAS

¿Has visto a tu conejo corriendo por la casa, saltando y girando con sus patas? Eso es que está muy feliz. También muestra alegría si además levanta las orejas y las mueve hacia delante.

Para que confíe en ti y se sienta augusto en el espacio donde habita, es importante que lo dejes explorar el entorno, que lo identifique y se familiarice con este. Puedes supervisarlo para evitar cualquier accidente o su escape, pero es muy importante que no lo atosigues. Ellos necesitan espacio, y debes respetarlo.

Reconocen a sus dueños por la voz y vista e incluso vendrán si los llamas por su nombre. Algunos conejos, dependiendo sobre todo de la edad, podrían seguir a sus dueños a través de la casa, de cuarto en cuarto, e incluso saltar sobre las piernas de su dueño cuando sea llamados.

Los conejos que viven solos desarrollan estereotipias.

Las estereotipias son comportamientos repetitivos anormales que carecen de finalidad y que se pueden desarrollar en animales en cautividad.

Entre otros muchos síntomas, dos de ellos son la deshidratación y el poco movimiento, dos hechos que provocan que el conejo esté estático. Por otro lado, si la temperatura corporal desciende de los 36 grados, los conejos pueden sufrir una hipotermia, y por ello pueden entrar en un estado de letargia e inmovilidad.

Puntos clave para acariciar a un conejo

Las mejores zonas para acariciarlo son la espalda, la frente y las mejillas. Para empezar inicia el masaje en la espalda porque es la zona menos desprotegida para él, y sin embargo le producirá una sensación de relajación agradable.

Una forma rápida y fácil de medir la temperatura general de tu conejo es tocar sus orejas. No obstante, en algunas ocasiones podrías necesitar tener una lectura más precisa con un termómetro.

¿Qué es la tularemia? La tularemia, o fiebre de conejos, es una enfermedad bacterial asociada con ambos animales y seres humanos. Aunque muchos de los animales silvestres y domésticos pueden ser infectados, el conejo con más a frecuencia esta implicado con los brotes de esta enfermedad.

La neumonía es similar a la pasteurelosis en lo que son síntomas, los más frecuentes son:

De hecho, los expertos señalan que los conejos toman hasta el doble de agua que de comida. Y es que, de no beber suficiente agua, el conejo podría experimentar graves problemas de salud. Cabe mencionar que la cantidad de agua recomendada varía en función de la edad y el peso del conejo.

Mi conejo bebe mucha agua

A veces, notamos que nuestro conejo consume más agua de lo habitual, esto es normal si hace calor o si el conejo ha estado jugando y realizando ejercicio.

Orina blanca

Si notas que la orina de tu conejo es blanca y un poco turbia, puede deberse a una infección urinaria. La presencia de bacterias en la vejiga de tu mascota es lo que produce esa sustancia blanca tan característica.

Alimentación. Los conejos siempre deben tener a su disposición heno y agua. Agradecen un horario regular en el resto de sus comidas, lo ideal es darles de comer dos veces al día en horario fijo.

Cavar, escarbar, roer, correr y saltar: a los conejos les encanta moverse y descubrir cosas nuevas. Por eso, como animales domésticos polifacéticos, necesitan suficientes cosas para mantenerse ocupados.