¿Cómo saber si una abeja es hombre o mujer?

Los zánganos tienen ojos enormes que hacen contacto con la parte superior de la cabeza. Las hembras obreras tienen ojos mucho más pequeños que están bien separados hacia los lados de la cabeza. Los ojos de los machos son más grandes porque necesitan encontrar a reinas potenciales durante el vuelo.

Tanto los machos de las abejas como los de los abejorros reciben el nombre de zánganos. Nacen de huevos sin fecundar. No tienen aguijón porque nunca tendrán que defenderse de las amenazas presentes en el exterior de la colmena. Su misión es exclusivamente inseminar a la reina.

Luego de la cópula, el zángano muere, dado que se desprende su aparato genital. Las reinas copulan con varios zánganos. La reina guarda en el interior de su espermateca el esperma de los diferentes machos con que copuló. Los zánganos no poseen aguijón, ya que el aguijón es en realidad un ovipositor modificado.

Las hembras son responsables de la construcción, el mantenimiento y la proliferación del nido y la colonia. La reina determina el sexo de las abejas y pone unos 1.500 huevos al día durante dos a cinco años. Posee la capacidad singular de decidir qué huevos se convertirán en obreras y cuáles en zánganos.

De esta manera, las abejas no pueden vivir mucho tiempo sin comer, porque se debilitan rápidamente, especialmente las obreras que cumplen funciones fuera del nido. Es así como una abeja puede vivir sin comer alrededor de un día, después de este tiempo, perece con seguridad.

¡No tendríamos miel!”. Estoy hablando, claro está, de las abejas (Hymenoptera: Apoidea), entre las que encontramos inofensivas tribus sin aguijón, como la Meliponini, o miles y miles de especies que para nada producen miel.

La abeja reina mide 1.5-2 centímetros, frente a los 0.75-1 centímetros que tienen de media las obreras y los zánganos. Su abdomen es diferente del de las demás: es más grande, debido en parte a que su tamaño es mayor, y además es más brillante. Su cuerpo termina en punta.

Tienen un tamaño mayor que el de las obreras pero menor que la real, y su principal objetivo es asegurarse de que la colmena siga existiendo y, tras haberse apareado, mueren poco después. La abeja reina es única en su comunidad y en torno a ella gira toda la vida del resto.

La abeja reina Apis mellifera se fecunda varios días.

Normalmente no hay más que una abeja reina en una colmena. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina fértil.

Los zánganos aparecen normalmente en primavera, perdurando en toda la estación reproductiva de la colonia, primavera-verano-comienzo de otoño, siempre que existan reinas sin fecundar, siendo el tiempo de vida de aproximadamente tres meses.

Los zánganos, las abejas macho de la colmena, tienen una esperanza de vida de alrededor de 3 meses que suele coincidir con los meses más activos de la colmena.

Los zánganos son las abejas macho de la colonia y proceden de los huevos sin fecundar que pone la abeja reina. Poseen una estructura más corpulenta que las abejas obreras y, a diferencia de ellas, no poseen aguijón. Crecen en celdas más grandes.

Alrededor de cinco días después de los vuelos de fecundación, la reina comienza a poner huevos. Durante periodos favorecedores una reina buena puede poner más de 1500 huevos al día. Factores que afectan la postura son: el clima, el néctar y la recolección de polen, el tamaño de la reina, y la condición de la colonia.

La reina deposita sus huevos en panales de cera que las obreras construyen con celdas hexagonales. El huevo después del tercer día se transforma en una pequeña larva que es alimentada por las abejas nodrizas (abejas obreras jóvenes).

Estos insectos son vitales para nuestros cultivos porque su polinización no sólo aumenta el rendimiento sino que también mejora la calidad de la fruta, es por ello que su desaparición supondría una tremenda pérdida para la diversidad y calidad alimentaria.

Las abejas duermen de forma distinta

Trabajan tomando siestas cortas durante el día y la noche. Pero cuando empiezan a trabajar afuera como abejas forrajeras su ciclo de sueño cambia. Trabajan de día y duermen toda la noche como nosotros.

Al llegar a la edad adulta, la esperanza de vida de estos insectos depende de las estaciones: en primavera y verano viven menos, mientras que en otoño e invierno viven más. De media, una abeja obrera suele vivir unos 45 días. Vídeo relacionado: ¿Entrarías en una habitación con millones de abejas?

¡Quitar más miel de la necesaria no permitirá que las abejas sobrevivan! Así que no se preocupe, un apicultor nunca permitirá que sus abejas se mueran de hambre. De hecho, si es necesario, en inviernos muy largos cuando la comida escasea, él mismo los alimentará con un jarabe de azúcar especial en lugar de miel.

Cuando se quita la miel a las abejas sin que sean matadas, estas son dejadas sin comida. Se da agua con azúcar como sustituto a estas abejas. A veces se afirma que este alimento no es peor que la miel para las abejas. Pero el azúcar no es un alimento tan adecuado para ellas, sufriendo así desnutrición.

En nuestro estudio, las abejas prefieren proporciones más bajas (3,5:1), lo que significa que también necesitan muchas grasas.

Normalmente no hay más que una abeja reina en una colmena. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina fértil.

En realidad, casi toda la población de abejas está compuesta por hembras. La matriarca lidera un verdadero ejército de operarias, que trabajan juntas para alimentar a la reina y mantener la colmena. Si has visto una abeja volando por ahí, probablemente era hembra.

La abeja reina mide 1.5-2 centímetros, frente a los 0.75-1 centímetros que tienen de media las obreras y los zánganos. Su abdomen es diferente del de las demás: es más grande, debido en parte a que su tamaño es mayor, y además es más brillante. Su cuerpo termina en punta.

Una buena reina y en plena época de recolección de néctar puede llegar a poner hasta 3.000 huevos diarios. Estos huevos pueden ser fecundados, dando origen a hembras o sin fecundar, originando machos o zánganos.

Esta abeja reina (Apis mellifera) pone unos 2.000 huevos al día. Aunque las hijas como el séquito de obreras que la rodean tienen padres, sus hijos se desarrollan a partir de huevos no fertilizados.