¿Cómo saber si una lámina es galvanizada o no?

En cuanto a apariencia la diferencia que hay entre estas dos láminas de acero es que la lámina galvanizada dispone de una superficie más brillosa y la lámina zintro alum se caracteriza por su acabado granulado y por su visibilidad menos brillosa.

La diferencia entre estos dos tipos de galvanización es que en el caso de la galvanización caliente, este queda con un aspecto más brillante y en el caso de la fría, su aspecto es un poco más áspera. Como su nombre lo indica cuenta con un recubrimiento de zinc.

Este es el estándar de oro de las pruebas de galvanización. Podría comenzar con EPR u otra técnica de espectroscopia para determinar si hay zinc presente, pero sería seguido por un corte. Luego, estas muestras se someten a un microscopio para ser examinadas en busca de evidencia de una capa intermetálica en el límite entre zinc y acero.

El acero galvanizado tiene una capa de zinc en su superficie que resiste la corrosión. Esto ayuda a prevenir la oxidación, que puede ser un problema porque debilita el metal. El acero no galvanizado no tiene este recubrimiento y puede necesitar un mantenimiento más frecuente para evitar la corrosión.

¿Qué lamina no se oxida? Las láminas de acero evitan o retrasan el proceso de oxidación con algún tipo de acabado que las proteja al evitar el contacto entre el oxígeno y el acero.

Tipos de la lámina galvanizada

Puedes encontrar lámina galvanizada en rollo, lámina lisa y láminas acanaladas en distintos perfiles. A continuación te mostramos los distintos tipos de láminas galvanizadas y los perfiles que tenemos a tu disposición.

El acero inoxidable también se considera generalmente más agradable desde el punto de vista estético que el acero galvanizado, ya que el acero inoxidable suele tener un color brillante parecido al plateado, en comparación con el patrón gris opaco del acero galvanizado . Sin embargo, el acero inoxidable también suele ser más caro que el acero galvanizado.

En entornos industriales y en localizaciones costeras el acero galvanizado puede durar de 50 a 100 años. Y en entornos muy corrosivos, alrededor de 25 años.

Los medidores magnéticos proporcionan una medición no destructiva, rápida y confiable del espesor del recubrimiento galvanizado y son el método preferido para las pruebas de cumplimiento. Si es necesario, se puede realizar un cálculo de masa a partir de la lectura del espesor del revestimiento.

Las pinturas más adecuadas para ser aplicadas sobre el galvanizado son aquellas que presentan alta adherencia, alta permeabilidad y que son insaponificables, como es el caso de las pinturas epoxi – isocianato, que hoy en día son las más usadas en la industria por ofrecer una serie de ventajas.

Principales ventajas del zincado

Una capa de zinc extremadamente delgada y uniforme. Un aspecto estético mucho más agradable que el galvanizado, ideal para piezas y aplicaciones vistas. Una buena pintabilidad, que potencia todavía más su durabilidad. Un coste económico menor que el galvanizado y una buena rentabilidad.

En condiciones atmosféricas de humedad moderada a suave, es poco probable que el contacto entre una superficie galvanizada y una superficie de acero inoxidable cause una corrosión sustancial . Sin embargo, si las superficies están en presencia de agua salada o aire con agua salada, sería mejor aislar eléctricamente los dos metales.

El acero galvanizado tarda mucho en oxidarse, pero eventualmente se oxidará . Este tipo es acero al carbono galvanizado o recubierto con una fina capa de zinc. El zinc actúa como una barrera que impide que el oxígeno y el agua lleguen al acero, proporcionando una protección avanzada contra la corrosión.

Por ejemplo, en entornos rurales, el acero galvanizado puede durar fácilmente de 100 a 150 años sin ningún tipo de mantenimiento. En entornos industriales y en localizaciones costeras el acero galvanizado puede durar de 50 a 100 años. Y en entornos muy corrosivos, alrededor de 25 años.

La lámina galvanizada por su parte es más resistente y menos costosa. En cuanto a apariencia la diferencia que hay entre estas dos láminas de acero es que la lámina galvanizada dispone de una superficie más brillosa y la lámina zintro alum se caracteriza por su acabado granulado y por su visibilidad menos brillosa.

¿Cómo cuidar mi techo de lámina galvanizada?

Una lámina galvanizada es una hoja hecha de acero que cuenta con un recubrimiento de zinc que se conoce como galvanizado u zintro.

Cuando se trata de calibres de lámina, lo mejor siempre es que estos cubran las necesidades de tu proyecto, así que el calibre 28 será mejor para algunas cosas y el calibre 26 para otras.

¿Cuál es la lámina más resistente? Dentro de la categoría de lámina traslúcida, podemos hablar de que la lámina acrílica es la más resistente, pues está hecha de un plástico que, además de flexible, tiene una duración superior a otros materiales.

Por su parte, y debido a que el acero inoxidable es más caro, aunque también más duradero, se utiliza para proyectos de gran presupuesto que requieren de una gran cantidad de trabajo pesado o componentes gruesos.

Si bien las diferencias exactas de precios dependen de las condiciones del mercado, el acero inoxidable casi siempre costará más que el acero galvanizado . La asequibilidad es una de las principales razones para elegir acero galvanizado en lugar de acero inoxidable.

El acero inoxidable es brillante

Si en algún momento tienes dudas de si un metal es acero inoxidable o aluminio, puedes ver el color y comparar. El primero es brillante y se ve plateado; por el contrario, el aluminio es más opaco y tiende a ser de color gris.

Cuando este sufre pequeños desgastes o añaden soldadura después de haber sido galvanizado, suele contaminarse y así comenzar a oxidarse. La forma más rápida y sencilla para proteger esas áreas es por medio de una capa de Pintura de Zinc formulada a base de zinc metálico de alta pureza.

El paso más importante para prevenir la corrosión del acero galvanizado es mantenerlo fuera de ambientes donde esté expuesto a sustancias con un pH inferior a 6 o superior a 12 .

COMO LIMPIAR ACERO GALVANIZADO

No afecta la resistencia a la corrosión y no son causa de rechazo.

Soldar acero galvanizado puede ser problemático. Es un metal difícil de soldar. De hecho, al soldar acero galvanizado, el cinc se vaporiza cerca del arco. Los vapores de cinc, si no se evacuan, pueden crear «burbujas» en el material a soldar que formarán porosidades.