¿Cómo se clasifican aditivos?

➢ Según la función tecnológica o el uso en el alimento, los aditivos pueden clasificarse en: acidulantes, antiaglomerantes, antioxidantes, aromatizantes, colorantes, conservantes, edulcorantes, emulsionantes, espesantes, estabilizantes, saborizantes.

Los aditivos alimentarios son las sustancias que se añaden a los alimentos y bebidas en pequeñas cantidades, con el objetivo de mejorar la elaboración y conservación de los alimentos. Por sí mismos no tienen valor nutritivo, pero consiguen mejorar las características organolépticas de los productos alimentarios.

Según la legislación europea se pueden distinguir 27 tipos de aditivos alimentarios. El listado de aditivos alimentarios sería el siguiente: Edulcorantes. Se utilizan para dar un sabor dulce a los alimentos o como edulcorante de mesa.

Edulcorantes artificiales, como aspartamo, sacarina, ciclamato sódico, y sucralosa. Ácido benzoico en jugos de fruta. Lecitina, gelatinas, almidón de maíz, ceras, gomas, propilenglicol en los estabilizadores de alimentos y emulsionantes. Muchos tintes y sustancias colorantes diferentes.

La E significa Europa y la numeración va desde el 100, agrupándose en conjuntos que se corresponden con una propiedad: colorantes (100), conservantes (200), intensificadores de sabor (600), espesantes, estabilizantes y emulsionantes (400)… Este código garantiza que el aditivo ha sido sometido a controles sanitarios y ...

Todos los aditivos que se utilicen en la fabricación de un alimento deben declararse en la lista de ingredientes con el nombre específico y además podrá utilizarse junto a dicho nombre, el número de identificación y el nombre genérico aceptado en la legislación nacional.

Qué son los aditivos alimentarios

Se pueden definir como un conjunto de sustancias que son artificiales; por tanto, no vienen incluidos de manera natural en los alimentos. Se añaden con el fin de conservar, agregar, potenciar o cambiar algunas de las características de estos.

Agentes antimicrobianos: Benzoatos, sorbatos, propionatos y nitratos. Antioxidantes: Sulfito, Vitamina E (tocoferol), Vitamina C (ácido ascórbico), hidroxianisol butilado y hidroxitolueno mutilado. Agentes quelantes: Ácido etilendiaminotetraacético disódico, el ácido cítrico y los polifosfatos.

Los aditivos funcionales se utilizan para cambiar la textura, el sabor, el color o prolongar la vida útil de los productos alimenticios. Proporcionan a los productos una textura uniforme, el sabor y el aspecto deseados y los mantienen frescos durante más tiempo.

Estos son los aditivos químicos más frecuentes que encontramos en los alimentos:

El más conocido es el glutamato. Cristales de glutamato monosódico. El glutamato monosódico (E621) o glutamato de sodio, es la sal sódica del ácido glutámico.

¿Cómo figuran en el etiquetado de los alimentos? Todos los aditivos aparecen en la lista de ingredientes indicando la función que desempeñan, es decir, el nombre de su clase funcional (por ejemplo: colorante, conservante...), seguida del nombre específico de la sustancia o del número E.

Por ejemplo, envasados líquidos como son los alimentos enlatados y en conservas, suelen incluir agua con azúcar (almíbar) y agua con sal (salmuera), entre otros. En vegetales y legumbres en lata, por su parte se emplea sal (cloruro de sodio) como conservante o aditivo natural.

“El código E120 designa los colorantes rojo cochinilla, ácido carmínico y carmines, que dan color, por ejemplo, a yogures de fresa y barras de labios. Se obtienen desde hace milenios a partir del insecto Dactylopius coccus Costa, que crece sobre cactus.

Los más comunes son el nitrito sódico (E-250) y el nitrato potásico (E-252). Nitratos y nitritos se usan desde hace cientos de años y juegan un papel muy importante garantizando la seguridad microbiológica (en especial protegiendo al consumidor del botulismo).

Los aditivos alimentarios son sustancias que no se consumen como alimentos en sí mismos, ni se usan como ingredientes característicos de los alimentos, y cuya adición intencionada a los productos alimenticios tiene un propósito tecnológico en cualquiera de las fases de su elaboración.

Se prohíbe el uso de un aditivo, en caso que disminuya sensiblemente el valor nutritivo del alimento -excepto cuando se trate de alimentos para regímenes especiales- cuando permita disimular una calidad defectuosa o la aplicación de técnicas de elaboración o manipulación no permitidas; o induzca a engaño al consumidor ...

La información nutricional que se plasma en las etiquetas de productos es de carácter obligatorio desde el 13 de diciembre de 2016. Así, en la información nutricional obligatoria debe aparecer el valor energético, las cantidades de grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.

4.1 La lista de ingredientes debe ir encabezada o precedida por el término Ingredientes: 4.2 Los ingredientes del alimento o bebida no alcohólica preenvasado deben enumerarse por orden cuantitativo decreciente (m/m).

Los aditivos son cualquier sustancia, que, normalmente, no se consume como alimento en sí y cuya adición a los productos alimenticios, tiene un propósito tecnológico en la fase de su fabricación, transformación, preparación, tratamiento, envase, transporte o almacenamiento.

Glutamato monosódico, Aspartamo, Sacarina

Otros aditivos muy comunes y que están en el punto de mira son el Glutamato monosódico, el Aspartamo y la Sacarina.

Los aditivos alimentarios tienen un papel fundamental a la hora de mantener las cualidades y características de los alimentos que exigen los consumidores, y hacen que los alimentos continúen siendo seguros, nutritivos y apetecibles.

Un conservante es una sustancia que se añade a los alimentos para evitar que se echen a perder, evitando la aparición de moho, o que pierdan el sabor. Otros aditivos alimentarios no son técnicamente conservantes, pero sin embargo, evitan que los alimentos se sequen, consiguiendo que se mantengan en perfecto estado.

La prestigiosa revista Nature reúne varios estudios en los que se demuestra que ciertos aditivos, utilizados para mejorar la textura y la conservación de los alimentos, son capaces de alterar la microbiota intestinal y provocar inflamación, lo que favorece el desarrollo de enfermedades crónicas.

Una de las principales categorías de conservantes alimenticios son los ácidos orgánicos, como ácido propiónico, sórbico, benzoico, cítrico, láctico, acético y sus sales, tales como sorbatos, propionatos, benzoatos, citratos, lactatos y acetatos.

Sustancia que se agrega a un medicamento o vacuna para intensificar su eficacia. También un medicamento o intervención adicional que se usa para reforzar el tratamiento inicial.

1. Aditivos que modifican características organolépticas o sensoriales del alimento. Por ejemplo: acidulantes, colorantes, potenciadores del sabor, edulcorantes, aromatizantes, humectantes, espesantes, emulsificantes, etcétera.