¿Cómo se cocina el brócoli para que no pierda sus propiedades?

Para que el brócoli alcance una cocción ideal solo se debe poner a hervir agua y agregar los vegetales cuando el agua esté en ebullición durante unos 4 o 5 minutos, es una forma en la que esta verdura puede quedar perfecta y conservar sus propiedades al máximo.

Esta es una de las preguntas más frecuentes de los amantes del brócoli. El tiempo de cocción del brócoli hervido es de unos 3 ó 4 minutos desde que el agua comienza a hervir. No puedes superar este tiempo ya que de esta forma perdería su sabor y todos sus nutrientes.

Hay muchas maneras diferentes de cocinar el brócoli: al vapor, frito, al horno, hervido, a la plancha o en el microondas. Eso sí, hay que tener en cuenta que para aprovechar todos sus beneficios es preferible elegir siempre una cocción corta de esta verdura. Antes de cocinarlo, comprueba que su color sea verde intenso.

El brócoli, perteneciente a la familia de las crucíferas, como la col y el repollo, es un ejemplo de verdura que puede consumirse tanto cruda como cocinada. A pesar de que la forma habitual de hacerlo es hervido, solo o acompañado de otras verduras, también se puede comer crudo.

La manera correcta de comer brócoli es teniendo en cuenta que todas sus partes están llenas de nutrientes que se pueden aprovechar. Elige métodos de cocción como al vapor, pues así se conservan sus propiedades. Y, finalmente, no olvides incluirlo de forma regular en tu dieta, pues es muy beneficioso.

Cómo desinfectar y lavar el brócoli para poder comerlo

Una forma de lavarlo es enjuagándolo bajo el chorro de agua y frotando las flores y tallos con las manos. Otra opción es colocarlo en un recipiente con una mezcla de ¼ de vinagre blanco y ¾ de agua y sumergirlo durante 15 a 20 minutos.

Información del portal Enséñame de Ciencia , señala que, como sucede con la mayoría de las frutas y verduras , para que el brócoli sea un alimento seguro de ingerir, es necesario limpiarlo bien,en especial porque no posee una cáscara que lo pueda proteger y está expuestos de manera directa a la contaminación de ...

"Normalmente, se recomienda incorporar a la dieta de una a tres porciones de brócoli u otras crucíferas a la semana, aunque los mejores resultados de los estudios con brócoli hablan de tres a cinco porciones semanales de 100 a 150 gramos", añade.

También puedes saber si el brócoli está malo si notas que el tallo está blando. Normalmente, las verduras frescas presentan unos troncos firmes y duros que manifiestan que está fresco; si tu brócoli tiene el tallo blando significa que ha empezado a ponerse malo, por lo tanto, no lo comas.

El brócoli posee una mayor riqueza en vitaminas y minerales respecto al resto de las crucíferas. Se destaca su contenido en vitamina A (en forma de beta-carotenos), vitamina C, ácido fólico, potasio y hierro.

Ambas son ricas en minerales esenciales y en numerosas vitaminas, pero el brócoli destaca sobre la coliflor por su mayor aporte en vitamina A, vitamina C, Calcio y Magnesio.

Las verduras rucíferas como el brócoli pueden causar gases e hinchazón por su contenido de fibra y carbohidratos. Estos vegetales tienen un azúcar complejo llamado rafinosa. La cocción puede descomponer la rafinosa. Pica las crucíferas y dejarlas reposar un poco.

El brócoli es una flor y, como tal, si le cortas un poco de tallo y la pones en un vaso de agua, se puede mantener cerca de una semana. Para que la parte superior de la flor no se reseque, cúbrela con una bolsa o con algún material que evite su deshidratación. Recuerda cambiarle el agua todos los días o cada dos.

Un innovador estudio ha demostrado que el indol, un compuesto natural que se encuentra en las bacterias intestinales y en muchas verduras como el brócoli, coliflores y coles de Bruselas, puede servir para combatir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).

Así, la col morada, la coliflor, la berza y las coles de Bruselas comparten semejante aporte energético, compartiendo también su riqueza en vitamina C, potasio, calcio vegetal, fibra y proteínas en mayores proporciones que hidratos.

Siendo rico en nutrientes y vitaminas, ese líquido que se ha impregnado con el sabor del brócoli puede servirnos como caldo de verduras. Guarda el agua de la cocción vegetal en un frasco durante unos días en la nevera y reutilízala como caldo para una sopa, un arroz o para cocinar pasta con brócoli.

Si se opta por guardar brócoli ya cocido, deberá colocarse en un recipiente hermético en la nevera, donde se mantendrá unos días.

Suele ser habitual encontrarse con que un manojo de brócoli que era completamente verde tiene las puntas amarillas, un hecho que es una clara señal de que esta fantástica verdura está perdiendo sus nutrientes, por lo que en poco tiempo dejará de ser apto para el consumo y deberías comerlo cuanto antes.

1- Colocar los vegetales en la bacha de la cocina. 2- Lavar solo con agua uno por uno, refregando con las manos para retirar la suciedad y restos de tierra. 3- Una vez lavado (SOLO CON AGUA) retirarlos y colocarlos sobre la mesada. 4- Hervir agua y enjuagar la bacha, arrojando el agua sobre toda la superficie.

La sal es otro de los productos naturales que puedes añadir al agua para lavar el brócoli, en sustitución del vinagre, y así no será necesario utilizar productos abrasivos como pueden ser los preparados químicos de venta en supermercados.

Congelar el brócoli crudo

Debemos limpiar y desinfectar bien los trozos de brócoli. Podemos hacerlo de una manera sencilla como utilizar un recipiente con agua tibia y zumo de limón. Escurrir muy bien y hacer trozos más pequeños. Colocar sobre un papel de cocina absorbente para eliminar toda la humedad.

Gusanos u orugas soldado son esos pequeños insectos que se presentan en el brócoli a pesar de que se mantenga fresco, ya que suele atraerles el olor, color y sabor de esas ramitas verdes. Afortunadamente son inofensivos y basta con hacer una rutina de limpieza adecuada para librarse de ellos.

Estos compuestos son antioxidantes, reducen el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, como ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, además potencian el sistema inmunitario, la estabilidad de las membranas y la fotoprotección de los tejidos epitelial y ocular.

Moreno, experto en estudios sobre alimentos de origen vegetal y colaborador de la asociación Más Brócoli, recomienda tomar a la semana entre tres y cinco porciones de brócoli, cada una con un peso entre los 100 y los 150 gramos.

Todos los tipos de coliflor tienen grandes cantidades de vitaminas A, K, magnesio, potasio, fósforo, vitaminas B y una larga lista de nutrientes. Contiene una alta cantidad de antioxidantes, que son esenciales para la salud general del cuerpo y ayudan a prevenir enfermedades del corazón, cáncer y derrame cerebral.

Coliflor y brócoli: contienen triptófano, que produce somnolencia y sensación de bienestar. Lo malo es que al ser ambos alimentos ricos en fibra, son difíciles de digerir mientras dormimos.

El brócoli, coliflor, coles, no son recomendados para las personas que padecen de hipotiroidismo, esto se debe principalmente a que son una fuente de bociógenos, unos compuestos que puede interferir con el funcionamiento normal de la glándula tiroides.