¿Cómo se colocan los tomates?

Como recoge Gizmodo, los tomates se estropean porque pierden humedad. La piel del tomate lo evita, pero hay un punto donde no hay: el lugar por el que estaban unidos a la planta. Por eso, una forma de evitar que pierdan agua es guardarlos siempre boca abajo, es decir, con el punto verde pegado al plato o al recipiente.

El riego ha de ser frecuente, pero no tanto como si estuvieran en el huerto. En general se deben regar tres veces por semana en verano. Retira el agua sobrante del plato o cubeto que haya sobrado. Si tienes las tomateras en huerto o en jardín, tendrás que regarlas más seguido.

CÓMO ENTUTORAR TOMATES

Esto debemos hacerlo cuando la planta haya comenzado a desarrollarse, con sus características ramas de enredadera, y siempre sin dañar las raíces.

El mejor momento para hacerlo es el atardecer o a primera hora de la mañana, momentos precisos para regar el resto del huerto también, ya que el calor no es asfixiante y el agua no tiende a evaporarse tan rápidamente.

Coloca los tomates boca abajo sin amontonar sobre una mesa o bandeja, o tapa la parte superior (el pedúnculo) con un trocito de cinta aislante. En ambos casos, conserva los tomates con el pedúnculo cuando sea posible (pues protege al fruto de agentes externos como insectos o microorganismos) y boca abajo.

Los fertilizantes para engorde de tomate más adecuados en este sentido son aquellos que combinan materia orgánica con un alto contenido de potasio. Algunas referencias muy especializadas aportan incluso ácidos fúlvicos y húmicos, vitaminas y microelementos. Es el caso de Terrasei Engorde, de Seipasa.

El crecimiento de la planta se detiene repentinamente y las hojas se vuelven amarillas y luego marrones, lo que indica que hay exceso o falta de riego. Examina las hojas: si están crujientes, probablemente estés regando poco; si están blandas al tacto, probablemente estés regando en exceso.

Enemigas. Los tomates crecerán mal si están al lado de berenjenas y pimientos; la lechuga sufrirá junto a las coles, escarolas o judías, mientras que los ajos han de mantenerse muy apartados de cebollas, coles, judías y guisantes.

Una temperatura constante de entre 20 y 23ºC es la ideal para conservar esta hortaliza en casa. Siempre debemos poner los tomates en un lugar fresco, seco y alejado de fuentes de calor y de la luz directa del sol. La despensa es el lugar idóneo para hacerlo. Tampoco debemos guardarlos muy amontonados.

El pimiento está compuesto principalmente de agua por lo que debemos procurar que siempre esté bien regado. Lo ideal para este tipo de cultivos es el riego por goteo , así nos aseguramos que no le falte agua sin llegar a encharcar la planta. La humedad óptima se consigue regando con una frecuencia de 1 o 2 días.

La mayor parte de las plantas —tanto en el medio natural, como en jardinería— tienen metabolismo C3 o C4, por lo que abren los estomas durante el día. Si se riegan de noche, absorberán muy poca agua y la mayor parte se quedará en la tierra sin ser aprovechada durante horas.

El consumo diario de agua por planta adulta de tomate es de aproximadamente 1.5 a 2 lt./día , la cual varía dependiendo de la zona, las condiciones climáticas del lugar, la época del año y el tipo de suelo que se tenga.

Calcio. En el cultivo de tomate, el calcio es necesario para desarrollo foliar, la raíz y el rendimiento. La disponibilidad de calcio a mitad de temporada es crítica para obtener una alta producción. Un suministro continuo durante todo el ciclo es también importante, siempre equilibrado con el potasio y el magnesio.

Además los tomates aunque existen de muchas variedades, la mayoría van a necesitar un tutor y se van a desarrollar de forma horizontal en buen tamaño cosa importante a tener en cuenta para la separación entre plantas, así pues podríamos decir que la distancia ideal entre tomateras será entre 40 y 50cm de separación ...

Los tomates necesitan sol, ocho horas de luz solar directa al día como mínimo. Así que debe elegir un área que brinde buena exposición, lejos de edificios, árboles y arbustos altos. El estar expuestas también permite que las plantas reciban una ventilación adecuada, lo que ayuda a prevenir enfermedades.

¿Cada cuánto tiempo se debe "azufrar" el tomate? Esta actividad se le denomina "azufrar" y se hace, por lo menos, cada 15 o 20 días mientras las plantas están en periodo de crecimiento. Deberéis parar de usar este fungicida acaricida, como mínimo, unas tres semanas antes de cosechar los tomates.

ABONAR, SIEMPRE

Es una planta de crecimiento rápido y que desarrolla muchas flores y frutos, por lo que habrá que abonarla cada dos o tres semanas.

A tener en cuenta que para lograr que nuestras tomateras tengan un cuaje óptimo, se deben presentar condiciones favorables de humedad y temperatura durante el día y durante la noche, que una flor permanece abierta entre uno a tres días, y que se debe polinizar antes de que se cierre.

El calabacín necesita un suministro constante de agua para un crecimiento óptimo. Por lo general, es recomendable regar el calabacín de manera regular, asegurándote de que el suelo esté húmedo, pero no encharcado. Evita que el suelo se seque por completo entre riegos.

Los huertos pequeños y los semilleros se pueden regar a mano con una regadera provista de florón para que el agua caiga como una lluvia suave y fina. Si el huerto cuenta con varios recipientes, una buena opción es una manguera con pistola, los soportes de manguera fijos o portátiles te ayudarán a mantenerla recogida.

Planta albahaca y tomates juntos. La albahaca mejora el sabor de los tomates y disuade a los pulgones y otras plagas. Las variedades de menta y las cebollas evitan los insectos destructivos. El ajo es un fabuloso repelente natural de plagas alrededor de cualquier planta.

En general, para la siembra comercial de tomate se recomiendan suelos fértiles, profundos, sueltos, de buen drenaje y de tipo arenoso-lómico. El suelo debe estar libre de barreras que afecten el desarrollo del sistema de raíces.

Calabacín: mala compatibilidad con el melón y pepino. Calçots: mala compatibilidad con el ajos, habas y puerro. Cebolla: mala compatibilidad con el ajos, brócoli, col, coliflor, guisantes, habas, judías, puerro y repollo. Col: mala compatibilidad con el ajo, cebollas, colinabo, fresas, patatas, rabanitos y rúcula.

Regar las plantas por la noche ayuda a que el agua se filtre mejor en la tierra, ya que la presencia de los rayos directos (o indirectos) del sol, provocan evaporación y, por ende, el riego no es tan efectivo.

Lo mejor es un abono bajo en nitrógeno, ya que demasiado nitrógeno puede provocar una producción excesiva de follaje que reste capacidad a la planta para producir raíces fuertes. Utilice una fórmula con menos nitrógeno, como la 5-10-10, para asegurarse de que la planta desarrolla una buena cosecha.

Riego. Las plantas de pepino necesitan entre 0.02 cm y 0.05 cm (1 y 2 pulgadas) de agua por semana para una producción y calidad óptimas de los frutos. Las plantas necesitan más agua durante la polinización y el desarrollo de la fruta.