¿Cómo se congelan las judías verdes crudas o cocidas?

Es recomendable congelar las judías crudas, limpias y troceadas en tamaño pequeño para evitar que queden aguadas y se formen cristales en el congelado. No obstante, en caso de que estén ya hervidas o elaboradas, también se pueden congelar tápers de vainas ya cocinadas sin problema.

Las judías también se pueden congelar directamente después de desenhebrarlas y lavarlas. Sin embargo, para asegurarse de que siguen estando crujientes después de descongelarse y no pierden su hermoso color verde, vale la pena escaldarlas. Esto inactiva las enzimas y extiende su vida útil en el congelador.

A congelar.

Recuerda congelarlas en pequeñas porciones para sacarlas cómodamente. Cuando vayas a comerlas solo tienes que ponerlas en agua hirviendo durante 30 minutos sin descongelar. Añádelas a la olla con agua hirviendo y se descongelarán al mismo tiempo que se cocinan.

Para conservarlas en casa, basta con dejarlas en el refrigerador sin sacarlas del cucurucho de cartón encerado de la frutaría o, en su defecto, en un envase de plástico perforado. Así mantendrán la humedad hasta que las cocinemos.

Las judías también se pueden congelar directamente después de desenhebrarlas y lavarlas. Sin embargo, para asegurarse de que siguen estando crujientes después de descongelarse y no pierden su hermoso color verde, vale la pena escaldarlas. Esto inactiva las enzimas y extiende su vida útil en el congelador.

Cuando vayas a comerlas solo tienes que ponerlas en agua hirviendo durante 30 minutos sin descongelar. Añádelas a la olla con agua hirviendo y se descongelarán al mismo tiempo que se cocinan.

Llévalas al congelador

De esta manera, la congelación se hará de forma homogénea y rápida. Si vas a conservar las judías verdes en el congelador y quieres que permanezcan en buen estado, debes tenerlas hasta 12 meses, pero te recomendamos comerlas antes de que sobrepasen ese plazo.

Vida útil de las judías en el congelador

Las judías congeladas tienen una vida útil de nueve meses en el congelador.

Pasos para congelar las legumbres crudas

Para escaldar, pon a hervir suficiente agua salada en una olla y coloca las judías en el agua hirviendo durante dos minutos. Posteriormente, aparta las judías con una espumadera o escúrrelas en un colador.

En la nevera se pueden conservar como máximo una semana. Guardarlas preferentemente en una bolsa de plástico abierta. Colocarlas al lado de productos con un aroma fuerte, como los limones, puede afectar a su sabor.

Sí, las judías y en general toda la verdura cocida puede aguantar en la nevera entre 3 y 4 días.

Karlos Arguiñano cuenta que lo único que hay que hacer "es acercar los extremos de la vaina". Si se dobla, significa que son vainas o judías verdes no frescas, sino que llevan varios días recolectadas. Por contra, si las judías verdes se rompen al hacer este gesto será una señal de frescura.

Al cocerlas en una olla común, necesitarás de 8 a 10 minutos de hervor para que queden tiernas. Pero, si utilizas una olla a presión u olla rápida, con apenas 1 ó 2 minutos de cocción bastará.

El mejor momento para consumirlas es durante los meses de primavera y verano. Las judías frescas presentan un color verde vivo y brillante, y deben tener un aspecto regular y no ser muy duras al tacto.

En primer lugar, lava muy bien los calabacines y sécalos con cuidado. Trocea los calabacines de la forma que prefieras. Ponlos en una bandeja estirados para que no se queden apelmazados ni se peguen al congelarse. Después, podrás introducirlos en una bolsa de congelación normal y guardarlos hasta que los necesites.

Sí, las judías y en general toda la verdura cocida puede aguantar en la nevera entre 3 y 4 días.

En la nevera se pueden conservar como máximo una semana. Guardarlas preferentemente en una bolsa de plástico abierta.

Robles ofrece un truco sencillo para que las verduras crudas no pierdan sus propiedades con la congelación: “Conviene hacer un escaldado antes de congelarlas. Primero se ponen en agua caliente -por encima de 70º C- durante 2-3 minutos, después se pasan por agua fría y ya están listas para congelar”.

Cuando se compran legumbres ya cocidas y escurridas se ha de contar 200 g por persona. Se calculan entre 100 y 150 g por persona.

Pelarlas previamente. Cocerlas y escaldarlas. Muy importante, secarlas bien. Introducirlas en un recipiente hermético o bolsa de congelación que proteja al alimento de la abrasión del frío.

Las judías verdes producen mucho calor. Para conservarlas frescas es muy importante el frío. En la nevera se pueden conservar como máximo una semana. Guardarlas preferentemente en una bolsa de plástico abierta.

Colócalas en una bandeja o recipiente llano para que queden lo más extendidas posible. Así evitaremos que se creen el mínimo de cristales (tal y como hacemos cuando congelamos trozos de calabaza). Una vez congeladas, puedes traspasarlas a una bolsa de congelación (en caso de que abulte mucho en el congelador).

Una vez abiertos, los alimentos enlatados se pueden almacenar en otro envase en la nevera durante tres o cuatro días. Es recomendable además conservarlos con su caldo o líquido original, que deberemos traspasar al nuevo envase.

Para congelar los tomates enteros primero hay que lavarlos muy bien y secarlos con un trapo. Después simplemente es cuestión de ponerlos en una bandeja extendidos en el congelador, y una vez que están congelados, se deben introducir en una bolsa de congelación extrayendo el máximo de aire posible.

Congelando el pan – paso a paso:

1. Corta el pan a la mitad o en rebanadas. Corta el pan en porciones en función de cuanto pan quieres congelar, así como la cantidad en cada ocasión vayas a descongelar.
2. Empaqueta el pan de forma hermética.
3. La vida útil del pan en el congelador.
4. Descongelar y desmenuzar el pan.