¿Cómo se cuecen los gambones?

Si quieres cocer gambas, gambones o langostinos, lo que tienes que hacer es calentar el agua con sal a fuego fuerte. Cuando hierva, introduce el marisco, baja un poco la temperatura y déjalos cocer durante tres o cuatro minutos.

Para gambones crudos con concha, ponlos a hervir.

Cuando el agua de la cazuela empiece a hervir, incorpora el marisco. Pasado un rato, el agua volverá hervir, y los gambones flotarán. Sácalos apenas floten y pásalos por un bol con abundante agua, hielo y sal. Déjalos allí durante 5 minutos y escúrrelos muy bien.

Cuando comience a hervir a borbotones fuertes añadimos los gambones aún congelados. Cuando rompa el agua a hervir de nuevo, sin bajar la temperatura de la hornilla, dejamos cocer durante 3 minutos.

El truco para cocer las gambas y que queden rectas, es bien sencillo, no es magia. Simplemente es poner una prensa o una tapadera con agujeros (tipo colador) que presione las gambas y haga que no se muevan. Esto evita que las gambas se puedan mover en el proceso de cocción.

Precio kilo a 9.93€.

El gambón tiene un sabor suave en comparación al langostino, y que recuerda mucho a la gamba. Y, además de tener más carne, esta es más tierna y jugosa. Por el contrario, la carne del langostino puede resultar un poco más dura, lo que se compensa con un sabor más intenso y concentrado.

Está repleto de proteínas magras, vitaminas y minerales esenciales como el zinc, el selenio y el yodo. Además, es bajo en grasas saturadas, por lo que resulta una opción sana para aquellos que desean cuidar su dieta sin renunciar al placer de los mariscos.

El marisco sólo debe descongelarse si se va a cocinar a la plancha o al horno. Para cocerlo en agua o al vapor, es mejor hacerlo con el producto directamente congelado. Para descongelar el marisco crudo con cáscara (gambón, cigala,..) la mejor opción es sumergirlo en agua fría unos minutos, justo antes de cocinarlo.

Las gambas son un alimento excelente, fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales como el yodo, el calcio, el potasio y el hierro. La ración por persona puede ser de unos 150–200 gramos.

El pescado fresco y el marisco crudo aguantan sin problemas dos días en la nevera una vez comprado. Si piensas que no lo vas a cocinar en ese tiempo, será mejor que lo congeles para disfrutar de todo su sabor y sus propiedades.

Una vez esté bien caliente la cama de sal colocamos las gambas encima y rociamos con agua en pequeñas cantidades cada minuto… En este caso observamos que estén bien hechas cuando vemos el cambio de color de la gamba, que pasa del blanco al rosado anaranjado.

Para saber si la gamba está hecha en su punto, una vez que el agua esté hirviendo o en ebullición y veas que aparece la primera gamba en la superficie, aunque el resto no haya subido todavía, es un indicativo de que están listas.

Lavamos las gambas congeladas bajo el agua del grifo, para que se separen y no estén hechas un bloque. Una vez lavadas, las metemos en el agua ya hierviendo y cuando el agua vuelva a hervir, tras unos cuatro minutos de espera, veremos que las gambas suben a la superficie.

Se trata de las Colas de gambón crudo Hacendado, un producto que puedes encontrar en la sección de congelados y que está disponible en una bandeja de 250 g a un precio de 6,45€. Es importante destacar que están en crudo, por lo que para poder consumirlas debes cocinarlas, ya sea a la plancha, cocidas, al horno…

Gambón L2 Crudo caja 2kg aprox 60 und - Pescadería Cayetano.

El gambón es un crustáceo que pertenece a la familia de los decápodos, denominados así porque presentan 10 patas. Su consumo principal se encuentra en España, aunque su gran sabor y textura y la versatilidad de este langostino hace que triunfe en otros países como Italia, Japón y China.

En el caso de los ejemplares machos, su peso puede ser de hasta 50 gramos y medir 18 centímetros. Por otro lado, los ejemplares hembra de langostino austral son más grandes, alcanzando los 50 gramos de peso y los 22,5 centímetros de largo.

Una de las diferencias entre gamba y langostinos es su precio, las gambas son más costosas y su precio aumenta dependiendo del tipo y del tamaño.

El gambón austral o langostino argentino es un animal marino comestible que se encuentra encuadrado dentro de los crustáceos. Esta especie, cuyo nombre científico es el de Pleoticus muelleri solo se puede encontrar en el océano Atlántico sur, en las costas de Argentina, Uruguay y Brasil.

Con relación al colesterol, si bien es cierto que el colesterol de los alimentos no es el mayor determinante del colesterol en sangre, una ración de 100 gramos de gambas o langostinos tiene entre 150 a 200 miligramos de colesterol, unos dos tercios de la cantidad diaria recomendada.

En este sentido, los crustáceos son los que más colesterol aportan: las gambas, los langostinos y las cigalas tienen, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos de alimento.

Mariscos y crustáceos

Para alegría de muchos, el marisco no engorda. Además de ser un capricho gourmet, los mariscos y crustáceos (berberechos, calamares, cangrejos, pulpo, almejas, etc.) son alimentos ricos en proteínas de buena calidad, con muy poca grasa y que contienen ácidos grasos saludables.

La textura

En cuanto a la apariencia del marisco en general y de las gambas en particular, debe ser húmedo, suave y firme al tacto. Si encuentras una textura gelatinosa, esto puede ser un indicador de que ya no está fresco y no es seguro consumirlo. Tíralo a la basura inmediatamente.

Vamos a descongelarlos

Como estamos hablando de marisco congelado ya cocido, basta con descongelarlo en la nevera antes de proceder a cocinarlo. Se estima en unas 10 horas por kilo, más o menos, el tiempo estimado de descongelación.

Pasar los alimentos del congelador al frigorífico es la forma de descongelar pescado o marisco más segura, pero es un proceso que necesita entre 12 y 24 horas aproximadamente.

Ambas especies, tanto el langostino como el gambón, presentan un elevado valor proteico, con un contenido en proteína sobre el 21%.

Hay 88 calorías en 100 g.