¿Cómo se cuida un árbol de pera?

Los perales son exigentes en agua, por lo que en secano sólo puede cultivarse con pluviometría superiores a los 600 mm anuales, de lo contrario deben suministrársele riegos tanto mayores en número cuanto más tardía sea la variedad. Por lo general requiere una orientación intermedia, aireada y no demasiado ventilada.

El riego es importante, principalmente en los lugares soleados y calurosos. En caso de los suelos arenosos, siempre que el tiempo atmosférico lo permita, se hace necesario regar abundantemente el peral 1 vez al día después de la plantación. Una vez bien establecido el árbol, puedes reducir la frecuencia de riego.

Para Peral común, originaria de climas cálidos, prefiere un suelo que drene bien y un riego moderado, sobre todo durante su periodo de crecimiento. Tenga cuidado de no regar en exceso, ya que podría pudrirse la raíz. Riegue sólo cuando el primer centímetro de tierra esté seco.

La pera solo comenzará a dar frutos después de tres o cuatro años, con un tiempo de producción estimado de hasta 30 años. En Brasil, la floración del árbol ocurre en agosto y septiembre, al final del invierno, y los frutos, normalmente en el verano, de febrero a marzo.

Los perales requieren cerca de 900 a 1,000 horas de frío, aunque prospera en climas templados y algo húmedos, siendo más resistente al frío que al calor. Florece a 7 ºC y resiste temperaturas de -18 ºC.

Por lo general, el abonado de las peras debe ser media o media-baja, para evitar una excesiva formación de hojas y de profundidad de raíces. En regiones más húmedas, el abonado para perales más idóneo es el NPK 1-1-1. En regiones áridas, puede aparecer deficiencias de potasio y de boro.

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta ¿por qué se ponen negras las hojas del peral? se encuentra en el ataque de este hongo, el cual provoca en los frutos la aparición de manchas negras o de color marrón oscuro, lo que se conoce como roña.

El lugar para sembrar un peral debe recibir plena luz de sol, ya que los árboles de peras necesitan del sol para poder crecer bien. También cuida que el aire circule bien en el lugar, pero que no hallan grandes ventarrones y que el agua se drene muy bien entre la tierra sin que esta se desgarre o encharque.

Floración: se da a finales de marzo-principios de abril, cuando la temperatura alcanza los 10 ºC, modificándose estas fechas con la variedad y con la localización del cultivo. El tipo de patrón puede afectar también al momento en que se da la floración.

El procedimiento consiste en plantar con alta densidad, lo que hace que entre las especies de árboles se genere una competencia y crezcan en ocho meses. Esto permite que la luz no ingrese al suelo y se proteja la humedad y el humus de las hojas que caen al terreno.

Descripción. Crece de 2 hasta 20 m de altura y su fruto es la pera. Vive de promedio 65 años, aunque puede llegar hasta los 400. De raíz leñosa profunda, tronco erecto, de color gris con corteza agrietada.

Los perales suelen adoptar forma arbórea. Son árboles de tamaño mediano, que alcanzan de media 10–17 m de alto, a menudo con una coronación alta y estrecha; unas pocas especies son arbustivas. El peral silvestre alcanza unos 20 metros de alto, que es lo que pueden alcanzar también algunas variedades cultivadas.

Requiere suelos homogéneos y profundos. No le convienen los suelos muy secos ni muy húmedos. Cuando se planta peral sobre membrillero le convienen los suelos con un pH 6.5 a 7.5, cal activa menor del 7%, fértil, con una profundidad mínima de 50 cm y sin salinidad.

PROPAGACIÓN

La multiplicación se realiza mediante semilla y por injerto, aunque a la semilla se recurre para obtener nuevas variedades o patrones de injerto.

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El momento perfecto para trasplantar peral común es entre finales de primavera y mediados de verano. De este modo se garantiza el establecimiento de las raíces, un calor amplio y suficientes nutrientes, lo que promete un crecimiento satisfactorio y unos resultados fructíferos.

Los árboles de pera se podan cuando están en latencia, pero al menos un par de semanas después de la última helada (de febrero a marzo en la mayoría de los casos). No se debe podar cuando las hojas se están desarrollando (las ventosas o los brotes del agua están excluidos, se deben quitar tan pronto como sean vistos).

Las peras Bosc son más sabrosas en una fase de maduración más temprana que otras variedades. Por ello, la fruta es dulce y jugosa incluso antes de que la pulpa se ablande del todo. También son deliciosas si se comen frescas. Las peras Bosc están disponibles en la mayoría de los supermercados.

Las flores de los perales se agrupan en corimbos. Son hermafroditas, pentámeras y de color blanco. Los estambres son purpúreos, lo que en muchas especies dan un matiz rosado al aspecto del árbol florecido como en el peral silvestre atlántico y peral del Himalaya.

Los métodos más comunes de tratamiento y gestión de enfermedades arbóreas son:

Los fungicidas son imprescindibles si las manchas negras en las hojas de las plantas están causadas por hongos o bacterias. Aplícalos pulverizando sobre toda la planta e incidiendo especialmente en las zonas más afectadas. Recuerda que puedes hacer fungicidas caseros a base de bicarbonato o vinagre diluidos en agua.

Para el control de las larvas, se puede ser aplicar (espolvorear) tierra de diatomeas en forma seca sobre la planta o bien mediante una dilución en agua en proporción de 1 kilogramo por cada 100 litros de agua.

Una de las mejores épocas del Peral de flor es sin duda la primavera, durante marzo y abril comienza a florecer y la copa se viste de pequeñas flores blancas agrupadas.

Cómo abonar los árboles frutales

Mediante el abonado de fondo, se incorpora ligeramente al suelo abonos orgánicos como estiércol, compost o humus de lombriz. Abonado de mantenimiento: se aplica tres o cuatro veces al año para que los árboles puedan crecer adecuadamente, aportándoles los nutrientes necesarios.

A través de las hojas el árbol realiza la fotosíntesis y por lo tanto debe alimentarse. Las raíces absorben el agua con minerales disueltos en ella. Suben por el tronco hasta las hojas. Allí reaccionan con el carbono procedente del anhídrido carbónico y forman azúcares.

Tipos de abonado para frutales

Los nutrientes básicos del abono para árboles frutales son el nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). No existe una época determinada para la fertilización: deben considerarse las diferentes necesidades nutricionales del árbol durante el año.

Su tronco alto y grueso, del que arrancan potentes ramas, que forman un ángulo con el tronco de 45º, mientras que la corteza del peral es color grisáceo y aspecto agrietado, de la cual se destacan en los ejemplares más longevos placas lenticulares.