¿Cómo se guardan los espárragos crudos?

Lo más adecuado es consumir los espárragos lo antes posible después de comprarlos. Es recomendable guardarlos en la nevera enrollados en un paño húmedo.

Una manera de que aguante un manojo de espárragos en condiciones óptimas en el frigorífico es envolverlo en una gasa grande, humedecida con agua y escurrida, y dejarlo en el frigorífico. Las gasas se compran en la farmacia, se lavan bien y sirven para varias veces.

Espárragos: prueba a congelarlos

Antes de meter en el congelador, deben escaldarse de dos a cuatro minutos, según el tamaño del vegetal, y poner en remojo durante cinco minutos en agua con hielo. Elimina la humedad de las piezas y mételas en envases herméticos para su congelación.

Durante la distribución de los espárragos la temperatura debe mantenerse por debajo de 10ºC y la humedad relativa alta, sobre todo si los turiones no están protegidos por plástico. Si se exponen sobre un soporte húmedo se mantiene la turgencia más tiempo.

Si parte decidimos congelarlos, los ponemos pelados y lavados en una bolsa con la menor cantidad de aire posible y al congelador. Una vez se decidamos consumirlos, los tomaremos del congelador y directamente sin dejar descongelarlos los pondremos en el agua hirviendo.

Caducidad de 5 años a partir de la fecha de producción. Una vez abierto, consumir en dos o tres días. Alergenos:-.

Pártelo por la mitad y muerde uno de los extremos recién cortados. Cuanta más agua suelte, más fresco será. No descartes un espárrago blanco fresco por tener vetas moradas. Significa que esa zona ha estado expuesta al sol, pero no que se haya echado a perder.

La mejor manera de conservación consiste en envolverlo con un paño húmedo e introducirlo en el frigorífico. Puede durar así hasta tres semanas. En una bolsa de plástico dura, como máximo, unos cinco días.

Una vez los hemos cocido, los debemos de meter en un recipiente y cubrirlos por completo con el agua de cocción, durarán varios días en la nevera.

Los espárragos pueden presentarse en los envases colocados en hileras o en manojos firmemente atados, sujetos por cintas o gomas elásticas, y/o envasados en pequeñas bolsas de polietileno. Dentro de los envases se ordenan en hileras regulares y cada una podrá ir protegido con papel.

La producción de espárrago a nivel nacional se realiza durante todo el año, dependiendo de la demanda del mercado internacional. Los meses de mayores cosechas se concentran en los meses de marzo a junio y de octubre a diciembre, que son las épocas de mayor demanda.

La calidad interna de los espárragos también es afectada por las condiciones post-cosecha, especialmente por la temperatura del ambiente. Por ejemplo, la mitad del contenido inicial de azúcares del turión se pierde en dos semanas a 10 °C, en dos días a 20 °C y en medio día a 30 °C, aproximadamente.

Sugerimos consumir como máximo al día siguiente de su apertura.

¿Cuándo es la temporada del espárrago triguero? Como te comentábamos, la recogida del espárrago triguero y silvestre se extiende desde marzo hasta junio, coincidiendo con el periodo primaveral. Aunque hay quienes lo realizan desde finales de febrero hasta mayo, dependiendo del tipo de espárrago.

Sugerimos consumir como máximo al día siguiente de su apertura.

Legumbres secas

no tienen caducidad. Están deshidratadas, por lo que pueden durar de manera indefinida.

Esta agua se puede añadir a cualquier sopa de verdura, pescado o fumet para aumentar la intensidad, pero también a todo tipo de guisos en los que, sencillamente, queramos potenciar el sabor. Si hay una receta donde el líquido de nuestros espárragos aporta un extra de sabor, es en las de cremas o vichyssoises.

Espárragos en crudo

Para ello os recomiendo utilizar un pelador o una mandolina y cortar tiras finísimas. También podéis picarlo con el cuchillo en una brunoise fina. Este espárrago crudo tiene un sabor muy intenso y funciona muy bien en recetas como ensaladas de tomate o en gazpachos, usado como tropezón crujiente.

La parte inferior del espárrago es mucho más dura y leñosa que la punta, pero no por ello se debe desechar.

La congelación no es buena amiga de los espárragos, pues hace que pierdan textura y sabor. Lo que sí se puede congelar es el espárrago cocinado de alguna manera (en crema, por ejemplo), aunque siempre es mejor cocinar y comer en el momento.

Ayuda a cuidar el hígado. Ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, presión arterial alta y la diabetes. La presencia de aminoácido asparagina beneficia al cerebro y al sistema nervioso. Cuenta con antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.

Los espárragos tienen muy pocas calorías, entre 18-21 kcal, y un 0% de materia grasa. También es un alimento bajo en hidratos de carbono, apenas tiene un 2%.

Sugerimos consumir como máximo al día siguiente de su apertura. Escurrir y listos para su consumo. Ideales para tomar como plato principal con un aliño o mayonesa, o bien como ingrediente de ensaladas, menestras, o platos más imaginativos: rebozados, pudin, gratinados, cremas..

Los espárragos son ricos en ácido fólico y betacarotenos importantes para prevenir enfermedades del corazón e hipertensión arterial, tienen propiedades rejuvenecedoras, ayudan a la vista y generan un cambio en el metabolismo con efectos adelgazantes, gracias a su alto contenido nutricional.

Seguramente cuando estés frente a los manojos de espárragos, encontrarás que algunos pueden tener el tallo grueso y otros el tallo fino, pero debes saber que éste aspecto no es necesariamente un indicador de calidad. La clave, está en seleccionar aquellos que estén rectos, firmes, con tamaño uniforme y puntas cerradas.

El espárrago se puede cultivar por semillas, plántulas o garras. La siembra por semillas debe hacerse en dos líneas separadas entre sí unos 25 cm y se deja un espacio de un metro para sembrar otro par de líneas, es la forma más lenta de cultivar espárragos.