¿Cómo se llama la ducha del inodoro?

El bidet está diseñado para que el agua haga la función de papel higiénico y sirva para lavarnos cómodamente.

La ducha higiénica es una grifería específica para la higiene íntima que se instala junto al inodoro y que sustituye al bidé (es perfecta para los baños pequeños donde se gana espacio al prescindir del bidé). Está formada por un mango flexible y una grifería o ducha en un extremo.

La ubicación de una ducha higiénica se realiza próxima al inodoro, puesto que la mayoría de los modelos incorporan salida de agua para la cisterna.

El grifo inodoro es la solución perfecta para aquellos baños que no disponen del espacio suficiente para colocar un bidé. O para aquellos que desean las prestaciones del mismo, pero sin tener que colocar uno. Se trata de griferías empotrables a pared, que se colocan junto al inodoro para suplir el bidé.

Un bidet, o bidé, es un artefacto de baño que facilita la higiene íntima después del uso del WC. Están hechos de loza o cerámica e incorporan una grifería por la cual fluye un chorro de agua vertical, lo que permite darse una ducha invertida para limpiar las zonas íntimas de manera más completa.

¿Qué tipos de ducha hay?

Qué es la ducha higiénica

Consiste concretamente en una ducha de pequeño tamaño, es decir, cuenta con un teléfono y un flexo, y en se incluye un botón que permite el control de la salida del agua. Con este sistema, se facilita la movilidad y puede dirigirse el flujo del agua en la dirección deseada.

Ducha de inodoro

El grifo de inodoro es una de las opciones más populares a la hora de sustituir el bidé. Gracias a su versatilidad, puede ser la solución a muchas situaciones: facilitar la higiene en mujeres embarazadas, a ancianos o personas con movilidad reducida y, también, si en casa hay mascotas.

Para la OMS, la ducha ideal es aquella que se realiza con agua tibia, jabón neutro y dura cuatro minutos. La OMS ha indicado en más de una ocasión cómo debe ser la ducha ideal.

Desinfectar: Podemos llenar el bidet de agua tapando el desagüe, tiramos un chorro pequeño de lavandina y dejamos que actúe durante unos minutos. Después dejamos que se vaya el agua y quitamos toda la suciedad con el cepillo o esponja.

Trisha Pasricha, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, asegura que el uso del bidet es mucho más favorable para la salud. "Los bidets son suaves e higiénicos. De hecho, las personas que usan bidet tienen muchos menos microbios que las de quienes se limpian con papel", expresó.

Como ya hemos dicho, el propósito del bidet es higienizar después de utilizar el inodoro. Algunos médicos también lo aconsejan usar cuando se sufre de hemorroides o para pieles sensibles, ya que evita el roce que produce el papel higiénico.

Duchas electricas

También son extremadamente económicos, hasta un 99.7 por ciento de eficiencia energética, ya que el agua fría es calentada por un elemento, que proporciona agua caliente al instante, sin desperdicio.

El baño es una forma estupenda de relajarse y tener una limpieza más completa que la ducha, debido a la forma en que suaviza la capa externa de la piel. La ducha, por otro lado, es una forma rápida y eficaz de limpiarse debido a su mayor presión de agua.

Con la ducha la piel queda más limpia, según los dermatólogos. Por una cuestión de tiempo y para despertarse, la mayoría de las personas optan por darse una ducha por la mañana, mientras que tomar un baño resulta una opción más habitual al final del día para relajarse.

Según la Organización Mundial de la Salud, la ducha perfecta debe durar cuatro minutos y no sólo eso: tiene que ser con agua tibia y utilizando jabón neutro. Todo pensando en nosotros y en el medio ambiente y es que la OMS nos dice que sólo en cuatro minutos gastamos unos 80 litros de agua que se va por el desagüe.

Según varios dermatólogos certificados entrevistados por Insider, el tiempo ideal de un baño es de entre 5 a 15 minutos.

La mayoría de las organizaciones o estudios comentan que, para el correcto uso y ahorro de agua, una ducha debe limitarse a solo 5 minutos, eso significa un gasto de 95 a 100 litros; de esta forma hay un uso sostenible y responsable del agua.

Es accesorio de cuarto de baño muy común en algunos países europeos (especialmente Italia, Grecia, España y Portugal), americanos como Argentina, Paraguay, Uruguay, Oriente Medio y en algunas partes de Asia (particularmente en Japón).

¿Cómo usar el bidet? El bidet está diseñado para que el agua haga la función de papel higiénico y sirva para lavarnos cómodamente. El usuario debe sentarse sobre él y abrir el grifo a la temperatura deseada para, esperar unos segundos y, posteriormente, secarse.

En la región asiática, el bidet se puede encontrar en Bangladesh, Tailandia, India, Corea del Sur y especialmente en Japón, donde fueron más allá e inventaron los Washlet, inodoros inteligentes que permiten controlar, entre otras cosas, la temperatura que sale del agua y la altura de la tasa.

Antes de comenzar el baño el cuerpo debe ir adaptándose a la temperatura, para lo cual es conveniente mojarse la nuca y las extremidades. Cuando una persona sufre un corte de digestión puede presentar malestar, sensación de mareo, náuseas y vómitos, sudoración y palidez.

Lo mejor es ducharse con la mano

La ducha diaria ya arrastra células muertas, no hace falta que frotemos la piel para ello. Así pues, la mano es el mejor utensilio para limpiar el cuerpo, también genitales y axilas. En caso de que tengas dermatitis o psoriasis, las esponjas están totalmente prohibidas.

La Academia Española de Dermatología y Verenología recomiendan una ducha diaria como máximo, puesto que la piel pierde un 25% de su hidratación natural en el proceso. Así que el consejo general es ducharse una vez al día, si no se tienen problemas cutáneos y, especialmente, si la piel es grasa.

En el caso del baño, se recomienda primero limpiar con agua y jabón o un limpiador común y después desinfectar con lejía o bien un producto desinfectante, como Sanytol Spray Limpiador Baños, que ha sido incluido en la lista de desinfectantes virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad para eliminar el COVID-19.

Además de bicarbonato y vinagre, uno de los mejores remedios para limpiar el inodoro es haciendo una mezcla con vinagre y un poco de agua con sal. Echa la mezcla dentro del inodoro y espera un par de minutos hasta que actúe. Después, retira con la ayuda de una escobilla toda la suciedad y los restos de cal acumulados.

La mejor opción es limpiar con vinagre. Sí, como hacen tus abuelos. Mezclado con agua caliente este líquido elimina restos con gran efectividad. Para los óxidos, también es interesante utilizar sal y limón.