¿Cómo se llaman los chipirones en Santander?

En la mayoría de los bares y restaurantes de Santander la base con la que se elaboran las rabas es el magano o chipirón (que son calamares grandes) o el peludín (que son calamares gigantes).

En Cantabria, por ejemplo, se conocen como maganos . Incluso en el País Vasco, los chipirones de otoño, en realidad ya calamares, que son más grandes y tienen los ojos saltones, se denominan «beguiaundi» , que en euskera quiere decir ojos grandes.

Aunque es común la idea de asociar las rabas a los calamares, la realidad es que, en Cantabria, se le denomina raba a la tira, independientemente del cefalópodo del que proceda.

“Las rabas es como le llamamos en Santander al calamar frito”, explica por teléfono Paco Quirós, empresario cántabro al frente del grupo Cañadío, que tiene esta fritura de pescado como uno de sus platos estrella.

Con el tiempo, la palabra "chipirón" se impuso en toda España, siempre para designar al calamar pequeño, hasta que, últimamente, a todo calamar se le llama indistintamente calamar o chipirón.

Se denomina chopito o puntillita a un mismo plato, pero dependiendo del lugar de la geografía española se conocen de una forma u otra. De hecho, en otras zonas se llaman pulpitos o calamaritos.

En resumen, los chipirones son, simplemente, calamares que se denominan de tal modo cuando se hace la elaboración frita tan típica. En cambio, los chopitos y las puntillitas, al igual que los pulpitos o calamaritos son el mismo plato, que proviene de la sepia.

Los tentáculos del peludín se sirven en muchos establecimientos de Cantabria con el nombre de rejos. Estos resultan algo más duros a la hora de comer y, por ello, tienen menor demanda. Rabas y rejos suelen combinarse en muchas de las cartas de picoteo, con precios más o menos similares.

“Las rabas es como le llamamos en Santander al calamar frito”, explica por teléfono Paco Quirós, empresario cántabro al frente del grupo Cañadío, que tiene esta fritura de pescado como uno de sus platos estrella.

Las rabas en Santander y, por tanto, en Cantabria, son tiras o pequeños trocitos de cefalópodos (calamar, pulpo, etc.), enharinados y, posteriormente, fritos en aceite caliente.

Los calamares de potera son considerados como lo más exquisito de los calamares. Son especialmente famosos en Barbate, Tarifa y Conil aunque es posible encontrarlos en restaurantes de prácticamente toda la provincia que saben que son muy apreciados por los clientes.

España: Calamar, chipirón (Andalucía), chipirón (Asturias), calamar (Baleares, Cataluña, Valencia y Murcia), magano o ji- bión (Cantabria), lura (Galicia), calamars (Cataluña), txipirón (País Vasco), etcétera.

Uno de los platos estrella de la gastronomía cántabra son las rabas de Santander. Su tradición e historia han convertido a este sabroso aperitivo en uno de los más populares y demandados en la región.

No hay diferencia, se trata del mismo animal, de la misma especie, solo que el calamar es de mayor tamaño que el chipirón. En ambos casos, calamar o chipirón, estamos hablando de un molusco cefalópodo alargado con dos tentáculos y ocho brazos.

También llamado Jibión o Chipirón. Es un molusco cefalópodo, decápodo. Vive cerca del litoral, entre profundidades de 15 a 600 metros, prefiriendo aguas abiertas al ser un animal de movilidad permanente.

Pota o lura

Mucha gente confunde el calamar con la pota cuando no son lo mismo. La pota es más dura al morder y tiene un sabor más fuerte que el calamar. Económicamente hablando, es bastante más barata la pota que el calamar, por lo que se utiliza en muchas recetas como un sustituto perfecto.

La puntilla o puntillita es un cefalópodo distinto al calamar, de pequeño tamaño, forma más alargada y puntiaguda y sabor intenso. Disfrutar un plato de puntillas es uno de los pequeños placeres que tienes que darte de vez en cuando. ¡Ya puedes comprar puntillas o puntillitas frescas de Huelva al mejor precio!

La pota es perfecta para guisos que requieren un gran tiempo de cocinado porque adquieren más sabor, pero si vamos a cocinarlo directamente a la plancha vuelta y vuelta, el calamar tendrá un sabor mucho mejor. A nivel nutricional son casi iguales.

La pota o lura (o choupa, como se le conoce en Galicia), es un animal muy similar al calamar, aunque la pota puede llegar a ser un poquillo más grande.

Los chipirones son calamares.

Lo que ocurre es que en el País Vasco se solía llamar txipirón al calamar de playa de pequeño tamaño y este nombre se fue extendiendo por toda la península adaptándose al chipirón que conocemos hoy.

La pota se conoce también como calamar gigante, luras en Galicia o jibia en Latinoamérica, aunque la jibia en España es la sepia, que se llama choco en función de su tamaño.

El chopito no es un calamar ni un pulpo pequeño: es una variedad de sepia de menor tamaño. La confusión con el calamar es frecuente debido a que ambos son cefalópodos, aunque pertenecen a distintas familias. El error se produce de manera más habitual con el chipirón, que es un calamar pero más pequeño.

La pota y el calamar tienen grandes diferencias a nivel visual. Si observamos un calamar entero crudo, sus aletas forman un rombo que ocupan prácticamente la mitad del cuerpo del calamar. En cambio, la pota tiene las aletas de un tamaño bastante más pequeño y con forma de corazón.

Por ello, los rejos son conocidos también como patas de calamar, aunque exactamente son potón del Pacífico. El potón del Pacífico es lo que se conoce también como como calamar gigante (en México) o jibia (en Chile).

El rejo es un cefalópodo perteneciente a la familia de los Sepiidae. Esta especie, conocida científicamente como Sepia officinalis, posee un cuerpo ovalado y alargado, con una textura ligeramente rugosa en su piel.

En España son conocidos como calamares fritos, calamares a la romana, rabas o calamares a la andaluza.

En Madrid hacen sándwiches de rabas y los llaman bocadillos de calamares - Info Viajera.