¿Cómo se mide la inflación en España?

En España, la inflación se calcula a través del IPC (Índice de Precios al Consumo), que es calculado por el Instituto Nacional de Estadística.

Su cálculo lo realiza en Instituto Nacional de Estadística (INE) en base a una cesta de la compra estándar compuesta, a día de hoy, por 479 artículos (y 220.000 precios obtenidos de 22.000 tiendas alojadas en 177 municipios distintos).

La inflación anual estimada del IPC en septiembre de 2023 es del 3,5%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de nueve décimas en su tasa anual, ya que en el mes de agosto esta variación fue del 2,6%.

¿en qué se diferencian IPC e inflación? Tanto el IPC como la inflación son indicadores de precios y sus límites pueden ser difusos. Sin embargo, la diferencia entre IPC e inflación radica en la cantidad de productos que cada dato toma en consideración para medir las subidas de los precios.

Por ejemplo, imagina que vas al supermercado y compras determinados productos. Un mes después, vuelves y compras esos mismos productos. Sin embargo, el coste total es mucho más alto. Esa subida de precios es la inflación.

Para ello nos aseguramos de que la inflación —la tasa de variación de los precios a lo largo del tiempo— sea baja, estable y predecible: 2 % a medio plazo.

La inflación se puede originar por ciertos cambios en variables fundamentales de la economía que aumenten la demanda o deterioren la oferta agregada de un país, y por esta vía verse reflejado en un incremento en los precios.

Para medir la tasa de inflación, los dos métodos más utilizados son el deflactor del PIB y el índice de precios al consumo (IPC).

El principal efecto negativo de la inflación es que erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos. Al subir los precios, podemos comprar menos cosas con la misma cantidad de dinero. Siempre que hay inflación perdemos poder adquisitivo. El grado de pérdida varía en función del grado de inflación.

El dato del IPC adelantado es una estimación que realiza el INE a final de mes, que suele ser muy parecido al dato final. El IPC medio se corresponde a la media del período que se establezca (por ejemplo, si se calcula el IPC medio de un año, se sumarían los IPC mensuales y se dividiría entre 12).

Por el lado de los precios, la inflación general —que en el promedio de 2022 fue del 8,3 %— descenderá hasta el 3,6 % en 2023 y experimentará un cierto repunte, hasta el 4,3 %, en 2024, antes de reducirse hasta el 1,8 % en 2025.

La variación de la media anual del índice de precios de consumo (IPC) en España fue superior al 8% en el año 2022. Un incremento como este en el coste de la cesta de la compra no se registraba desde 2011, cuando los precios se encarecieron un 3,2%.

Una subida del IPC se traduce en una inflación de los precios y, por lo tanto, se afecta a la renta disponible por las familias. Esto se podría traducir en una reducción del consumo puesto que la cesta de la compra se encarece.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) tiene como objetivo medir la evolución de los precios de los bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares residentes en España.

La tasa de variación anual del IPC en España en octubre de 2023 ha sido del 3,5%, con lo que se repite el dato del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 0,3%, de forma que la inflación acumulada en 2023 es del 3,4%.

La inflación puede ser provocada por una serie de factores. Entre ellos se incluyen el crecimiento económico acelerado, el aumento de la demanda agregada, el desequilibrio entre la oferta y la demanda, y los costes de producción en constante aumento.

Una inflación baja evita redistribuciones arbitrarias del ingreso y la riqueza, especialmente contra la población más pobre. Los asalariados y las personas jubiladas tienen menos mecanismos para protegerse de la erosión inflacionaria de sus ingresos.

Tipos de inflación

El gran beneficiado de la inflación es, sin duda, el Estado. Su recaudación aumenta con la inflación y los costes financieros de su deuda se incrementan en mucha menor medida. Al subir los precios de los productos en general, aumenta la recaudación del IVA, al ser un impuesto proporcional al precio de venta.

. En particular, el BCE intenta controlar la tasa de crecimiento interanual de este índice, comparando el nivel general de precios de un determinado momento (por ejemplo, junio de 2020) con el registrado en ese mismo momento del año anterior (junio de 2019).

En la cesta de la compra del IPC entran nuevos artículos como los discos duros portátiles, los notebooks, las tablets, la fotodepilación, la depilación láser o el logopeda. Asimismo desparecen otros cuyo consumo ha dejado de ser significativo como el CD grabable o el alquiler de películas.

Índice de precios de consumo armonizado. Últimos datos

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el 3,5%, dos décimas superior a la del mes anterior.

La inflación es el aumento sostenido en el nivel general de precios. Y la deflación es lo contrario, es decir, la disminución sostenida de los precios. Si las vemos desde el punto de vista del valor del dinero, con la inflación el dinero vale menos, y con la deflación aumenta su valor.

El actual y muy popular Índice de Precios de Consumo español nace en 1940 con base inicial en el primer año de la Guerra Civil (1936-1939), por lo que proporciona una co- bertura temporal limitada a las seis últimas décadas del siglo XX y comienzos del XXI.

La inflación es un evento monetario que básicamente reduce nuestro poder adquisitivo, nuestro dinero rinde cada día menos. Afecta nuestro día a día haciendo más delgadas nuestras billeteras y depreciando nuestro poder de compra.

Imaginemos un alquiler de 850€ que debe actualizarse en diciembre de cada año. El valor del IPC de diciembre de 2022 es del 5,7% (puede consultarse aquí) La ecuación quedaría: 850€ x (1+0,057) = 898,45€