¿Cómo se origina la resiliencia?

La resiliencia es un concepto que surge de la inquietud por identifi- car aquellos factores que facilitan a las personas sobreponerse de mane- ra exitosa a la adversidad y dificul- tades que se presentan en sus vidas.

Las primeras aproximaciones a la resiliencia nacieron en los años 40 con los estudios realizados por René Spitz y Anna Freud sobre niños internados en orfanatos que habían sufrido traumas durante la Segunda Guerra Mundial.

Muchos estudios demuestran que uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia. Relaciones que emanan amor y confianza, que proveen modelos a seguir, y que ofrecen estímulos y seguridad, contribuyen a afirmar la resiliencia de la persona.

La resiliencia se construye a partir de la vivencia del sufrimiento emocional y nos ayuda a mantener o mejorar la estabilidad mental ante las situaciones vitales estresantes.

La resiliencia distingue dos componentes: la resistencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad, bajo presión y, por otra parte, más allá de la resistencia, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles.

Pero esto es lo que sabemos: la resiliencia es una capacidad humana innata que cualquiera puede aprender y desarrollar. Todas las personas tienen la capacidad de desarrollar las habilidades que las encaminarán hacia la resiliencia.

Estos incluyen resiliencia física, resiliencia mental, resiliencia emocional y resiliencia social .

Desarrollar la resiliencia requiere tiempo, fortaleza y ayuda de las personas que te rodean ; es probable que experimente contratiempos en el camino. Depende de comportamientos y habilidades personales (como la autoestima y las habilidades de comunicación), así como de cosas externas (como el apoyo social y los recursos disponibles para usted).

La resiliencia puede ayudarte a protegerte de diferentes afecciones de salud mental, como la depresión y la ansiedad. La resiliencia también puede ayudar a compensar los factores que incrementan el riesgo de presentar trastornos de salud mental, como el acoso o un trauma previo.

Dependiendo de su ámbito de uso, la resiliencia puede ser sinónimo de: Resistencia, fortaleza, invulnerabilidad. Estoicismo, adaptación, superación.

Es un conocimiento que les dura para toda la vida y que los ayudará a salir adelante, por ejemplo, cuando sean despedidos del trabajo de sus sueños, sufran una ruptura sentimental, etc. Implica un desarrollo psicológico sano que garantice su bienestar personal.

Hay cuatro dimensiones de resiliencia: física, emocional, mental y espiritual.

Esta es la capacidad que tiene el ser humano para sobreponerse a circunstancias de adversidad en su existencia. Por ejemplo, el duelo por la muerte de un ser querido, un despido de trabajo inesperado, el desamor, un periodo de soledad o el sufrimiento.

Los siete pilares de la Resiliencia

La resiliencia estaría situada dentro de las adaptativas. Otro aspecto a destacar es que la gente que presenta más vulnerabilidades, es decir, las personas que no son resilientes o que tienen estrategias de afrontamiento desadaptativas, no pueden entender la conducta de las personas resilientes.

El pediatra Dr. Kenneth Ginsburg identificó siete componentes, las “7 C de la resiliencia”, que en conjunto permiten que un niño muestre resiliencia frente a los desafíos de la vida: competencia, confianza, conexión, carácter, contribución, afrontamiento y control .

Los factores genéticos contribuyen significativamente a las respuestas resilientes al trauma y al estrés .

Algunas personas nacen con un fuerte sentido de resiliencia. Otros tal vez necesiten aprender habilidades y desarrollar resiliencia. Si desea ser más resiliente, estos consejos e información pueden ayudarle. Recuerda que la resiliencia es una habilidad , como andar en bicicleta.

A partir de la fundamentación conceptual fueron seleccionados los componentes de la resiliencia y se seleccionaron los más repetidos por los autores, estos son: humor, creatividad, autorregulación, autoestima y sentido de propósito.

La resiliencia es el proceso y el resultado de adaptarse exitosamente a experiencias de vida difíciles o desafiantes, especialmente a través de la flexibilidad mental, emocional y conductual y el ajuste a las demandas externas e internas.

La resiliencia es la capacidad de adaptarse a situaciones difíciles . Cuando te golpea el estrés, la adversidad o el trauma, aún experimentas ira, pena y dolor, pero puedes seguir funcionando, tanto física como psicológicamente.

Por consiguiente se consideran pilares de la resiliencia a la introspección o autoconocimiento, independencia, capacidad de relacionarse, iniciativa, humor, creatividad, moralidad, autoestima consistente y, en la población adulta se podría evaluar, espiritualidad (Melillo, 2008).

Las personas resilientes son conscientes de las situaciones, de sus reacciones emocionales y del comportamiento de quienes les rodean . Al permanecer conscientes, pueden mantener el control de una situación y pensar en nuevas formas de abordar los problemas. En muchos casos, las personas resilientes emergen más fuertes después de tales dificultades.

En cambio, algunos acontecimientos traumáticos pueden abrumar la capacidad de los niños para adaptarse a ellos, lo que afecta su capacidad de recuperación. En estos casos, un niño puede necesitar recursos, servicios y apoyos adicionales de la familia y del sistema para su resiliencia y recuperación.

Stephen Hawking, Albert Einstein, Galileo Galilei y Leonardo Da Vinci fueron inventores reputados de su tiempo. El punto de partida de sus descubrimientos fue investigar de forma autodidacta valiéndose de sus conocimientos previos y sin dejarse vencer por las adversidades.

Factores de personalidad asociados con la resiliencia

Evitación de daños: las personas que son decididas y menos ansiosas pueden aceptar más fácilmente la incertidumbre y el riesgo y tienen más confianza al tomar decisiones. Persistencia: las personas que tienen resistencia pueden perseverar en una tarea, establecer objetivos realistas, aceptar sus errores y aprender de ellos...

Encogimiento . Cuando alguien responde a un desafío haciendo cosas que aumentan su nivel de miedo, reducen su potencial o lo hacen menos capaz, el resultado es lo opuesto a la resiliencia.