¿Cómo se podan las hojas muertas de una planta de oración?

Podar la Maranta de la Oración es tan fácil como esperar a observar hojas muertas o dañadas en su planta. Cuando reconozcas estas hojas, equípate con un par de tijeras de podar manuales afiladas y esterilizadas.

Puede podar su Maranta de la Oración en cualquier momento en que observe hojas muertas, enfermas o dañadas durante la temporada de crecimiento. Cuando observes una hoja así, localízala y sigue su tallo hasta la parte inferior del pecíolo.

Falta de riego, muy poca humedad.

El mejor momento para la poda de las plantas de interior es justo al principio de la temporada de crecimiento. Para la mayoría de las plantas de interior, el mejor momento es a finales del invierno o principios de la primavera, cuando los días son más largos y las plantas empiezan a despertarse.

Luz: por su procedencia tropical y de semisombra, debes evitar que tu Maranta reciba los rayos directos del sol. Puede resistir sin mucha iluminación, sin embargo, si quieres que sus hojas mantengan su brillo y su aspecto aterciopelado, lo ideal es colocarla cerca de una ventana muy luminosa y protegida del sol.

Al igual que sucede cuando descubrimos los cuidados de la Calathea, sorprende saber que la Maranta también cierra sus hojas con la llegada de la noche. Un mecanismo natural que responde, fundamental, a la necesidad de economizar la humedad del ambiente y preservar la hidratación de sus hojas.

El suministro de nutrientes también es importante para el crecimiento de las plantas. Tan pronto como las plantas estén en el sustrato, deben fertilizarse regularmente. La mejor manera de hacer esto es usar un fertilizante líquido orgánico que se agrega al agua de riego cada dos semanas.

Consejos para recuperar tu planta con exceso de agua

Toma un paño suave o bayeta, humedécela con un poco de agua, escurre y limpia cada hoja con delicadeza. Si está muy pegado el polvo, puedes usar agua jabonosa muy diluida y aclarar luego con otro paño. Una vez más, evita dejar la planta al sol directo si ha quedado muy mojada.

Una manera sencilla de propagar la maranta leuconeura es a través de la división de esquejes de la planta madre. Con mucho cuidado, puedes cortar sus esquejes por los nudos y ponerlos directamente en agua para que enraicen con la ayuda de un plato de germinación para esquejes.

No necesita poda, ni abono especial. Elige una maceta y sustrato con buen drenaje.

La mejor época para podar la planta del dinero es durante la primavera o el verano, cuando la planta está en su período de crecimiento activo. Evita podar la planta durante el otoño o el invierno, ya que esto puede ralentizar su crecimiento.

PODAS. Por medio de una poda correctamente hecha, las plantas toman fuerza para crecer, e incluso mejoran la floración y su desarrollo. Al podar una planta se está controlando el crecimiento de la misma, ayudándola a que obtenga la estructura necesaria para que las ramas puedan soportar su peso.

Cuidados de la Maranta o Planta de la Oración

No necesita luz directa, aunque sí estará genial en un rincón luminoso. Si las hojas blanquean es que está recibiendo mucha luz directa. TEMPERATURAS. Aunque es una planta bastante resistente no lleva muy bien los extremos.

Evita la exposición directa a la luz solar, le causa manchitas en las hojas. Debe disfrutar siempre de un elevado grado de humedad ambiental, la opción ideal en este caso es pulverizar sus hojas varias veces por semana. Fertilizarla dos veces al mes la dejará en su máxima esplendor.

a Maranta leuconeura es una planta de interior que se caracteriza por sus hojas grandes y ovaladas con patrones llamativos en tonos verdes oscuros, grises y beige. Las hojas tienen una textura suave y peluda. La planta puede crecer hasta 30 centímetros de altura y se propaga a través de rizomas subterráneos.

¿Qué son las hojas enrolladas en una planta? El enrollamiento de hojas es una alteración derivada por los desequilibrios de humedad y exceso de poda. No esta asociada al ataque de un parasito u hongo. En algunas plantas este efecto es visible también cuando tiene una carga excesiva de frutos.

Desgraciadamente, la mayoría de veces no hay tratamiento, con lo que la única solución pasa por arrancar la planta, con mucho cuidado de no transmitir el virus a ninguna otra, meterla en una bolsa bien cerrada y deshacerse de ella de forma segura.

Así pues, la caída de las hojas de los árboles es un sistema de autoprotección y ahorro que las plantas activan cuando las hojas ya no les sirven para hacer la fotosíntesis. A medida que caen sus hojas, la planta entra en un estado de baja actividad, con tal de reservar la energía para el momento de volver a florecer.

Los restos de hoja pueden aplicarse perfectamente a la huerta y a nuestras plantas y, del mismo modo podemos colarlo quedándonos con el agua repleta de nutrientes. Debemos vigilar que las hojas y restos vegetales que se colocan estén sueltos y no apretados. En las épocas lluviosas es preferible tapar el espacio.

Una de las pistas más evidentes es el suelo seco al tacto. Al introducir su dedo en la tierra, si esta se siente árida y granulada, es probable que la planta esté sedienta. Además, las hojas marchitas y caídas son un indicador clásico de falta de agua.hace 6 días

El crecimiento de la planta se detiene repentinamente y las hojas se vuelven amarillas y luego marrones, lo que indica que hay exceso o falta de riego. Examina las hojas: si están crujientes, probablemente estés regando poco; si están blandas al tacto, probablemente estés regando en exceso.

Observa las hojas: Si las hojas de tu planta comienzan a marchitarse o a ponerse amarillas, es probable que necesite más agua. Si las hojas están firmes y verdes, la planta está recibiendo la cantidad adecuada de agua. Pesa la maceta: Si tu planta está en una maceta, puedes levantarla para saber si necesita agua.

Trucos para revivir una planta marchita

Respecto a la tierra, a la Maranta leuconeura le gusta un compost suelto, por lo que las mejores son las hechas a base de turba. Es de crecimiento lento (de cinco a seis hojas nuevas al año) así que para su buen desarrollo es fundamental el abono. Hazlo durante el periodo de crecimiento, de abril a octubre.

Limpia las hojas y las espinas suavemente con un paño húmedo (usa un pincel suave para llegar a lugares difíciles de alcanzar) . A las suculentas no les gusta sentarse en un suelo inundado, por lo que es importante el drenaje para evitar la pudrición.