¿Cómo se quema leña en una chimenea?

Como quemar leña en una chimenea

Una de las formas más prácticas y eficaces es usar pastillas de encendido:

Hay que mantener abierto el tiro hasta que se acabe el fuego, para que el humo pueda salir de la casa, después de eso es el momento de cerrarlo. La madera de mala calidad puede traer una mayor cantidad de humo y quemarse de forma dispar.

Con una cerilla o un mechero, enciende la bola y enseguida ponla en el centro del hueco de la leña. Como el papel arde con mucha rapidez, deberás hacerlo deprisa si no quieres acabar quemándote las manos. En cuanto las ramas hayan empezado a arder, el resto será automático.

Las chimeneas cerradas en cambio poseen un vidrio que calienta la habitación a través de convección y radiación, y ofrecen una mejor gestión del quemado del tronco, así como un mayor alcance del calor dentro de la habitación gracias a unas rejillas que distribuyen el aire caliente por toda la habitación.

Una de las técnicas más aplicadas para mantener el fuego en la chimenea consiste en encender una primera capa de leña y colocarla cerca de la entrada de aire para que su encendido se dé lo más rápido posible gracias a que tiene contacto con la mayor superficie posible.

Cómo mantener y extinguir su fogata

Cuando enciendes la chimenea, la llama debe moverse hacia arriba, apuntando hacia el tubo de salida de humo. Si no tiene el movimiento correcto, es que la salida de aire está obstruida. Si la chimenea está en perfecto estado, el humo es expulsado por el tubo.

Chimeneas cerradas, la mejor opción

Así que si medimos la capacidad de generar calor de una chimenea con un solo tronco, la combustión de la chimenea cuando está cerrada hace que rinda mucho más que si no lo está. Obviamente cerrar la chimenea es la opción más optima.

Al comenzar el frío y antes de encender la chimenea es recomendable calentar el tiro de la misma. Se puede utilizar una vara larga a la que se le ata un trozo de tela o papel encendido, introduciéndola por el conducto de la chimenea durante unos minutos antes de encender.

Carbón con aceite de oliva

Esta es una alternativa fácil, eficaz y, sobre todo, muy ecológica. Comienza colocando el carbón en el interior de la estufa junto con la leña. Encima, colocaremos papeles y servilletas impregnados de aceite de oliva. Enciende el papel y el carbón comenzará a calentarse.

Cómo limpiar una chimenea a fondo

Sigue los siguientes pasos:

Si buscas una chimenea que sea visualmente atractiva y que cree un ambiente acogedor, una chimenea abierta podría ser una buena opción. Sin embargo, la mejor opción sin duda son las chimeneas cerradas. Si buscas una chimenea que sea más eficiente en términos de energía, una chimenea cerrada podría ser tu opción.

Teniendo en cuenta la potencia de cada uno de los dos aparatos, sería bueno optar mejor por una estufa si se necesita calentar una estancia de gran superficie, dado que las estufas tanto de leña como de pellets, presentan un mayor rendimiento calorífico que una chimenea, ya sea abierta o cerrada.

Es un sistema de presión negativa, es decir, entra aire frío, éste se calienta y sube fácilmente. Los gases y el humo se expulsan al exterior a través del cañón, regulados por el tiro de la chimenea. El tiro es un elemento que regula la salida de humo al exterior, evitando que revoque y vuelva a entrar a nuestro hogar.

La llama de los equipos que funcionan a gas, tales como estufas, calentadores, secadoras y chimenea debe ser siempre de color azul, silenciosa y estable. Si la llama presenta tonalidades amarillas o naranjas, esto significa que la combustión no se está realizando adecuadamente.

Está bien tapar la leña con una lona o un leñero, pero, debemos saber, que si la cubrimos completamente estaremos imposibilitando que se ventile correctamente. La zona o el lugar donde almacenes la leña debe estar nivelado para una mayor seguridad. Conseguiremos que la leña esté estable y no salgan los troncos rodando.

Incluso en condiciones óptimas de almacenamiento, el secado de la leña dura varios meses que pueden ser años en función del lugar de almacenamiento, el tipo de madera y el grosor de la leña. El tiempo mínimo es de 250 días; dos años es lo más habitual. La leña se puede almacenar durante un máximo de 5 años.

Si quieres que el fuego dure toda la noche te recomendamos que la última carga de leña se realice con algún tipo de madera dura. Aun así, si tu estufa o chimenea es d hierro fundido y gran capacidad esto permitirá mantener el calor hasta la mañana siguiente de manera que podrás encender el fuego sin problemas.

El fuego se produce siempre que haya un material combustible, en presencia de oxígeno a una temperatura extremadamente alta, se convierte en gas. Las llamas son el indicador visual del gas calentado. El fuego también puede producirse a temperaturas bajas.

Fuego fatuo - Wikipedia, la enciclopedia libre.

Forma y altura del tiro

Una estufa de leña o chimenea necesita un mínimo de cuatro metros de tubo para un correcto tiro.

La principal función de una chimenea es crear una buena combustión así como transportar los gases de dicha combustión fuera de la vivienda. Un buen tiro es vital para una buena combustión. Nosotros consideramos que un buen tiro debe de estar entre los 10-20 Pa.

Si tiene una chimenea, mantenga el tiro cerrado cuando la chimenea no esté en uso. Ajuste su termostato a 68 grados mientras esté fuera. No invite al aire frío a entrar. Cierre la puerta de su garaje para evitar que entre el frío y reducir los costos.

El aire de la chimenea se mueve lentamente, a la velocidad de unos pocos metros por segundo -1,5 a 2 m/s- empujada por el aire de alimentación cuya presión tiene que superar la inercia. Paredes rugosas que provocan roces, curvas pronunciadas que constituyen un obstáculo al movimiento de los humos.

que generen partículas, como cocinar o fumar, y las puertas y ventanas deben mantenerse cerradas para evitar la entrada de humo. Una habitación limpia también puede contener un purificador de aire portátil que haga que el aire de la habitación sea más limpio que el del resto de la casa.