¿Cómo se sabe si un caracol es macho o hembra?

Es relativamente fácil reconocer a los sexos puesto que las especies presentan dimorfismo sexual: la concha de los machos es un poco más pequeña que la de ellas. El aparato reproductor finaliza en una apertura externa situada en la parte inferior del cuerpo cerca de la cabeza, llamada poro genital.

La cópula se hace generalmente de noche y dura de promedio entre cuatro y siete horas.

Posee un sifón tubular de hasta dos veces su tamaño, que le permite respirar estando sumergido. La concha es muy grande, de forma globosa y de color amarillo-marrón con bandas oscuras. La abertura de la concha, también de gran tamaño, puede ser oval o redondeada. El pie es de color gris amarronado con manchas oscuras.

Pueden poner entre 100 y 150 huevos en cada puesta, aunque la cantidad depende de la especie. Los huevos eclosionan cuando las temperaturas aumentan, usualmente entre 5 y 7 días después de la puesta.

La primavera, el verano y el inicio del otoño constituyen la parte más importante la helicicultura a lo largo del año en cuanto a la actividad productiva del caracol se refiere.

Los caracoles manzana son faciles en lo que se refiere a comida y pueden comer casi todo a lo que puedan dar un bocado para llevárselo a la boca. Vegetales como pepinos, espinacas, lechuga, zanahorias, comida de peces, peces muertos, otros caracoles y sus huevos, algas, artemias. Comen de todo.

Vegetales que comen los caracoles

Su dieta debe ser vegetal y cuanto más variada mejor. Además de las plantas frescas y hojas, verduras como la zanahoria, el tomate, el brócoli y el pepino son ideales. En el caso de las frutas: manzanas, plátanos, uvas, peras o fresas.

Realiza las puestas fuera del agua, en masas compactas sobre superficies duras o vege- tación acuática. Los huevos son de color rosa-rojizo brillante y con el tiempo, adquieren un tono blan- quecino. El tamaño de las puestas suele oscilar entre 300-800 huevos aunque pueden llegar a superar los 2000.

Si vemos que el caracol empieza a sacar el cuerpo de la concha tenemos que poner el fuego al máximo. Esto se hace así para que no le de tiempo al caracol a volverse a meter en su concha. Así, la carne ya se quedará fuera, que es lo que queremos conseguir. Aproximadamente tienen que estar una hora cociendo.

El caracol es un molusco paciente, la velocidad y las prisas no van con ellos. Tienen que mover su caparazón y el resto de su cuerpo poco a poco, y se desplazan arrastrándose. El movimiento de un caracol se produce por contracciones musculares ondulatorias y su velocidad media suele ser de 1-2 centímetros por segundo.

Alto contenido en proteínas que lo hace idóneo para deportistas. Permite el desarrollo de los músculos y la regeneración de los tejidos. Aporta una gran cantidad de calcio y fósforo, necesario para un buen mantenimiento de los huesos y dientes. Elevada cantidad de hierro que ayuda a prevenir anemias.

Los caracoles terrestres comen verduras y frutas, como lechuga, zanahorias, pepino y manzanas. Los caracoles acuáticos son a menudo carnívoros. Los caracoles usan su rádula para cortar comida. La rádula es una lámina dura y áspera en la boca.

Los caracoles de jardín, por parejas, se inseminan el uno al otro, para fertilizar internamente sus óvulos. Generalmente, en la primavera y en otoño de las zonas templadas, mientras el tiempo permanece caliente y húmedo.

Su dieta debe ser vegetal y cuanto más variada mejor. Además de las plantas frescas y hojas, verduras como la zanahoria, el tomate, el brócoli y el pepino son ideales. En el caso de las frutas: manzanas, plátanos, uvas, peras o fresas.

Aunque podemos ponerles un pequeño recipiente con agua, no necesitan beberla. Esto no quiere decir que no necesiten agua para vivir, sólo que la ingieren directamente a través de su piel o de vegetales frescos.

La acariosis está causada por el ácaro parásito Riccardoella limacum que se instala en la cavidad paleal o pulmón del caracol. Está considerada como una de las más graves que afectan a los caracoles.

Evita los cítricos, el mijo, la pasta y los alimentos con almidón. Tampoco debes darle nunca alimentos con sal o azúcar, ya que son peligrosos para su salud. Para proteger su caparazón, reforzarlo y evitar que se rompa podemos ofrecerle algunos productos en forma de polvo molido.

La esperanza de vida de un caracol manzana depende de la temperatura de su medio ambiente y de las condiciones de vida generales. A temperaturas más bajas (pero siempre por sobre los 18ºC), los caracoles manzana pueden vivir por más de 3 años y se conocen casos en que han vivido por más de 10 años.

El tamaño de las puestas suele oscilar entre 300-800 huevos aunque pueden llegar a superar los 2000.

Por lo general, las hembras ponen la nidada de huevos al borde del acuario, cerca de la superficie del agua. Su aspecto es el de pequeñas perlas blancas que tornarán a tonos más amarillentos o rosados después.

Los caracoles manzana tienen respiración aérea, por lo que siempre deben tener un espacio libre sobre la superficie del agua. Para respirar, se arrastran por la superficie y estiran el sifón fuera del agua.

El principal objetivo a corto plazo tiene que ser evitar la reinfestación del río Ebro a partir de las poblaciones presentes en los canales de drenaje.

El ambiente húmedo y calizo es el más propicio para los caracoles. La humedad puede proporcionarse con pulverizaciones de agua tan frecuentes como se necesite para mantenerla. En este sentido, la humedad no debe descender del 65 %.

Purgar los caracoles consiste en alimentarlos durante varios días para que tengan un sabor más delicioso. Se les puede dar lechuga, hiervas aromáticas (como tomillo o romero) y harina. Esto se hace para saber a ciencia cierta qué es lo que nos vamos a comer después.

Para que no se escapen se rodea el borde de la cazuela con sal húmeda, a modo de barrera infranqueable que los más osados tocan y repelen inmediatamente. Así se ven obligados a ahogarse ya que no pueden soportar ni la sal, ni la inmersión prolongada sin respirar.

Se comunica con el oído medio a través de dos orificios o ventanas (oval y redonda). La cóclea es responsable tanto de la audición a nivel del oído interno, como también del equilibrio del cuerpo.