¿Cómo se siente el amor sano?

Según la doctora Guacimara Hernández Santana, psicóloga y miembro de Doctoralia, “el amor sano es aquel que está presente en una relación en la que ambas partes se entregan, tienen una comunicación productiva y saben arreglar, de manera unida, los contratiempos o conflictos que puedan surgir.

Un amor sano se construye en base a: deseo propulsor de momentos de intimidad y acercamiento; propósito común, es decir mirar en la misma dirección, hacer planes y materializarlos juntos; admiración y apoyo; y valores comunes (los valores reflejan nuestras convicciones más importantes) es fundamental que coincidan con ...

Cuando la pareja tiene suficiente confianza para hablar y solucionar sus problemas sin necesidad de agredirse o manipular al otro, el tipo de amor es sano. Si alguno intenta hacerse la víctima o pretende tener siempre la razón, hay que evaluar si en realidad es amor.

El amor idealizado parte de la idea de que durará toda la vida y en el amor maduro se sabe que nunca hay garantías en una relación. El romántico cree que existen las almas gemelas, mientras que el amor maduro es consciente de que las personas, y, por lo tanto las parejas, están en constante evolución.

Tener amor propio, lealtad y gozar de una buena comunicación son ejes centrales en la formación de una pareja. Lo importante no es ser perfectos sino construir y aprender juntos.

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Saber cuándo terminar una relación puede ser difícil, pero algunas señales que podrían ayudarte a saber ha llegado la hora de romper la relación incluyen la falta de comunicación, falta de confianza, falta de respeto, sentimientos de infelicidad constante y tener metas diferentes a largo plazo.

Hay unos mínimos que podrán ser distintos para cada persona en función de cada relación, pero en términos generales los “mínimos” suelen tener que ver con la responsabilidad, la presencia, el cuidado, la atención, el afecto…

Relación sana: la pareja puede resolver sus conflictos y desavenencias de una manera correcta, agradable y justa. Relación tóxica: las peleas son el pan de cada día, los continuos enfrentamientos, gritos, abusos, las continuas culpas, los maltratos psicológicos y emocionales son claros ejemplos de relaciones tóxicas.

¿Qué es el amor verdadero? El amor posible y real está íntimamente emparentado con lo que en el lenguaje cotidiano podríamos enunciar como “querer mucho a alguien”, y que simplificado se puede definir como la sencilla y comprometida manifestación del “más puro interés que alguien es capaz de sentir por otra persona”.

El amor verdadero es el que trasciende los estereotipos. Tal vez tu pareja no luzca como en tus mejores sueños y hasta puede que lo sepa. Por eso mismo, si admiras su forma de ser es porque realmente sientes amor. La admiración a una persona siempre se percibe y la hace sentir muy amada.

La primera etapa es el enamoramiento. El cerebro libera dopamina, oxitocina, serotonina, testosterona y estrógenos, que producen esa sensación de "felices para siempre". Idealizamos a la otra persona e imaginamos un futuro maravilloso juntos. La segunda fase es formar una pareja.

Estos pilares fundamentales son comunicación, vida afectiva y psicosexual, ideología y, dinero.

Comunicación efectiva: Una comunicación abierta, honesta y respetuosa es esencial en una relación. Ambos deben sentirse cómodos expresando sus pensamientos, sentimientos y necesidades, y estar dispuestos a escuchar activamente a su pareja. Respeto mutuo: El respeto es fundamental en una relación amorosa.

Las relaciones sanas se apoyan en tres pilares imprescindibles: la confianza, el respeto y el compartir. La confianza implica valorar al otro y respetar sus sentimientos, opiniones, amigos, actividades e intereses. Esto supone no ejercer ningún tipo de control sobre el otro miembro de la pareja.

Psicología: cómo mantener una relación madura

Las mujeres de todas las orientaciones sexuales de todo el mundo dijeron que la amabilidad, la comprensión, la inteligencia, la formación y la confianza eran rasgos muy importantes en una pareja a largo plazo.

En general, las relaciones tóxicas pueden definirse como relaciones en las que ambas partes son incapaces de lograr un trato de igual a igual. Una relación se vuelve tóxica en el momento en que una de las partes "se aprovecha" de la otra, cuando aparentemente solo uno de los dos obtiene un beneficio.

Tienen valores y creencias distintas

Por ello, uno de los principales indicadores sobre cómo saber si una relación no tiene futuro es que la pareja no comparte los valores y creencias. Esto se vuelve complicado, debido a que influye en la toma de decisiones y otros aspectos en la vida diaria.

El amor suele ser más intenso, emocionante y pasional. La costumbre tiende a ser más estable, predecible y cómoda. El amor implica una conexión personal profunda, mientras que la costumbre puede ser una relación superficial basada en factores externos como la conveniencia, la comodidad o la seguridad económica.

Las relaciones tóxicas consumen tu energía. Cuando estás en una relación tóxica, mucho de tu tiempo y esfuerzo lo dedicas a tratar de que la otra persona esté feliz. Tu mente se mantiene pendiente de sus cambios de humor y sus necesidades, mientras tratas de evitar cualquier cosa que pueda enfadarle o molestarle.

16. Siéntanse orgullosos el uno del otro. Presumir al otro en todos los escenarios posibles ya es decisión de cada quien. Aunque es importante, sin excepciones, que se hagan saber lo orgullosos que se sienten el uno del otro por sus logros y simplemente por las personas que son.

“Lo 'no negociable' en una relación hace referencia a aquellas expectativas que tenemos sobre una relación de pareja presente o futura e involucra principios y valores personales como por ejemplo: la fidelidad, el respeto mutuo, entre otros.

La organización de psicoterapia Manhattan Wellness declara que lo mejor es ver a tu pareja sólo una vez por semana. La razón es simple: dedicarle tu tiempo 24/7 al otro puede hacer que te pierdas a ti mismo en el proceso.

Si es tu caso, te damos algunas claves que te ayudarán a abandonar una relación tóxica.

Una relación sana se basa en la confianza, el respeto mutuo y la intimidad. Además, es muy importante mantener una comunicación asertiva, es decir, poder expresar lo que queremos y no queremos así cómo nuestros gustos, en un espacio libre de juicios.

El verdadero amor se encuentra entre los 27 y 35 años, según las matemáticas. La inglesa Hannah Fry explica que las relaciones anteriores a ese rango etario sirven como experiencia. Según la matemática de la Universidad de Londres, mejoran la capacidad para distinguir a las personas.