¿Cómo secar Artemisa en casa?

Secar en manojos Y también para el hipérico, la artemisa y la agripalma. Cuélgalos boca abajo a cierta distancia en una cuerda de colgar la ropa. El lugar perfecto para colgar manojos es una galería ventilada, si es posible a la sombra.

Extender las plantas una al lado de la otra en una lona o estera limpia y seca, al sol o a cubierto. O Colgar las plantas boca abajo bajo el techo de un cobertizo o por medio de un alambre estirado al sol o bajo un refugio.

Primero debes colocar las flores o las hojas sobre un pliego de papel de periódico y poner otro por encima. Con esto conseguirás que el papel absorba la humedad y contribuya al secado. Luego, envuelve ese primer paquete en papel secante y después pon arriba y abajo cartón.

La artemisa anual se puede recolectar en los meses de agosto, septiembre y octubre. Durante este período, las plantas alcanzan una altura de unos 130 cm a 200 cm.

cortar las plantas a una altura de 30 cm usando una tijera de podar limpia y seca. ADVERTENCIA: ¡No corte más abajo, de lo contrario, la Artemisia morirá! Asegúrate de dejar algo de verde (parte no leñosa) para que la planta pueda volver a crecer. también las ramas inferiores (que se volverán amarillas rápidamente).

Farmacodinamia: de la altamisa se utilizan las partes aéreas.

Colgar o sujetar cada manojo a una cuerda. Ubicar la cuerda, con los manojos colgados, en un lugar fresco, ventilado, sin humedad, y evitar la luz directa del sol, porque puede afectar las propiedades de la planta. Dejar secar hasta que estén completamente listas para almacenar.

Lo único que hay que hacer es separar una a una las hojas y colocarlas en un plato distanciadas unas de otras. Tapamos el plato con papel film y calentamos en el microondas durante un minuto. Si no están crujientes, volvemos a calentar de 20 segundos a 20 segundos hasta que estén bien crujientes. ¡Listo!

Escurrir las hojas (o centrifugarlas) para eliminar los excesos de agua. Envolverlas en un repasador limpio para que se terminen de secar. Si no se consumen en el momento, guardarlas en una bolsa tipo Ziploc (para que no entre aire) y separadas por servilletas de papel (para que se absorba la humedad).

En un día que haga sol en la mañana y la tarde haga un poco de frío, podría demorarse hasta 36 horas. En invierno, cuándo no hace mucho sol y hace frío todo el día, e inclusive llueve, el tiempo de secado podría tomar 48 horas o más.

Todas las flores que contienen -muy pequeñas- son de corola actinomorfa, amarilla, las de la periferia son solamente femeninas, y hermafroditas las de la parte central. Florece durante el verano.

Distribución y hábitat

Es nativa de áreas templadas de Europa, Asia, norte de África, está en Norteamérica donde es una maleza. Crece muy bien en suelos nitrogenados, en especial enmalezados y no cultivados.

La economía actual de Artemisa descansa en la agricultura (frutas, cultivos varios, arroz, caña de azúcar), la ganadería vacuna y porcina, la industria del cemento y otros materiales de construcción (fibrocemento, terrazo), elaboración de tabaco, confecciones textiles, plaguicidas y conservas.

El té de artemisa puede ser preparado con las flores o las hojas de esta planta, para ayudar en el tratamiento de problemas digestivos, fiebre, cólicos menstruales o intestinales, dolor de cabeza o ansiedad, por ejemplo.

La planta es muy poco exigente con el suelo y sus nutrientes, pudiendo adaptarse sin problemas a suelos pobres e incluso arcillosos. Lo único importante en este sentido es que el suelo ofrezca un drenaje lo mejor posible, que evite acumulaciones de agua que podrían hacer daño a sus raíces.

No debe confundirse con el ajenjo (Artemisia absinthium), utilizado en Europa como tónico digestivo y estimulante del apetito. Hay que decir que el género Artemisia comprende unas 400 especies.

De potente sabor amargo a causa de uno de sus componentes, la absintina. PROPIEDADES: Antimicrobiana, emenagoga, astringente, aperitiva y eupéptica.

De artemisia. 1. f. Planta olorosa de la familia de las compuestas, de tallo herbáceo, empinado, que crece hasta un metro de altura, con hojas hendidas en gajos agudos, lampiños y verdes por encima, blanquecinos y tomentosos por el envés, y flores de color blanco amarillento, en panojas.

Las hierbas secas se pueden almacenar enteras o molidas, pero las hierbas enteras retienen el sabor por más tiempo. Para garantizar la calidad óptima, almacénelas en recipientes rígidos y opacos, con cierres herméticos.

Horno tradicional

Pon una capa de papel mantequilla en la bandeja del horno y luego pon las hojas ya lavadas y secas. Asegúrate de que las hojas no queden sobrepuestas. Deja durante 20 a 30 minutos a temperatura baja y la puerta un entreabierta, sácalas cuando estén listas.

Para las hojas de laurel, precalienta el deshidratador a entre 35 y 45º C, o a 50º C si tu clima es muy húmedo. Enjuaga tus hojas de laurel y límpialas completamente de polvo y desechos y luego sécalas con una pequeña toalla de papel.

Colócalas en bandejas deshidratadoras con suficiente espacio a 35 °C durante 8-10 horas. Recurre al horno: coloca las ramitas en una bandeja para hornear forrada con papel de horno. Ponlo a la temperatura más baja posible. Esto ayuda a que la hierba se seque hasta que esté quebradiza, en lugar de hornearse.

Lava, sacude y coloca las ramas sobre papel vegetal en la bandeja del horno. Hazlo en una sola capa, no unas encima de otras. Deja secar entre 45 minutos y una hora. Si notas que las hojas aún están verdes, puedes prolongar un poco más el tiempo de secado.

Tras cortar las hojas se deben introducir en un proceso de varios días, un proceso que consiste en introducir un líquido preservante (compuesto de glicerina, agua y estabilizantes) en la estructura de la hoja. Este líquido se introduce mientras la savia de la hoja se evapora, dejando paso a dicho líquido.

Colocar las flores en papel de periódico, con una hoja por encima. La razón de utilizar este tipo de papel es que nos permitirá absorber el agua de las flores y colaborará en su secado. A este primer envoltorio le seguirá otro de papel secante y un último de cartón.

El agua es tu mejor opción para limpiar las hojas de las plantas. Si están muy sucias, puedes preparar una solución jabonosa añadiendo unas gotas de jabón o gel. Si utilizas gel, deberás aclarar las hojas después sólo con agua.